El mundo laboral es duro: despierta, ve a trabajar, trata con el jefe (o si eres el jefe, trata con todos), gana dinero, vuelve a casa, gestiona tu vida personal, vete a la cama, despierta, repite. Eso es mucho con lo que lidiar todos los días. ¿Por qué perder el tiempo tratando de comprender también por qué hace lo que hace? La respuesta a esa pregunta no es elegante; es simple.
Descubrir el POR QUÉ inyecta pasión en nuestro trabajo. Ésta no es una fórmula para el éxito. Hay muchas formas de tener éxito, sin embargo, el Círculo Dorado es una herramienta que nos ayuda a lograr un éxito satisfactorio a largo plazo. El círculo dorado de Simon Sinek Cada organización, y la carrera de cada persona, opera en tres niveles: qué hacemos, cómo lo hacemos y por qué lo hacemos. Todos sabemos lo que hacemos: los productos que vendemos, los servicios que ofrecemos o los trabajos que hacemos. Algunos de nosotros sabemos cómo lo hacemos: las cosas que pensamos que nos hacen diferentes o destacan entre la multitud. Pero muy pocos de nosotros podemos articular claramente por qué hacemos lo que hacemos. El POR QUÉ es el propósito, la causa o la creencia que impulsa a cada organización y la carrera individual de cada persona. ¿Por qué existe su empresa? ¿Por qué te levantaste de la cama esta mañana? ¿Y por qué debería importarle a alguien? Las empresas que inspiran Las empresas que inspiran confianza y lealtad a largo plazo, son las que nos hacen sentir que estamos logrando algo más grande que simplemente ahorrar un dinero. Ese sentimiento de alianza con algo más grande es la razón por la que seguimos vistiendo la camiseta del equipo deportivo de nuestra ciudad natal. Es por eso que algunos de nosotros siempre compraremos productos Apple en lugar de otras marcas, incluso si Apple no siempre es la opción más asequible. Nos guste admitirlo o no, no somos seres del todo racionales. Si lo fuéramos, nadie se enamoraría nunca y nadie iniciaría un negocio. Ante una abrumadora posibilidad de fracaso, ninguna persona racional asumiría jamás ninguno de esos riesgos. Pero lo hacemos, cada día, porque lo que sentimos por algo o alguien es más poderoso que lo que pensamos de él o de ellos. Solo hay un problema con los sentimientos. Pueden ser tremendamente difíciles de expresar con palabras. Esa es la razón por la que tan a menudo recurrimos a metáforas y analogías, como "nuestra relación se siente como un tren que se dirige a gran velocidad hacia un puente destartalado" o "cuando llego a la oficina, me siento como un niño pequeño en el patio de recreo de nuevo". Aunque comunicar nuestros sentimientos es difícil, la recompensa es grande. Cuando nos alineamos emocionalmente con nuestros clientes y colaboradores, nuestra conexión es mucho más fuerte y significativa que cualquier afiliación basada en características y beneficios. De eso se trata empezar con POR QUÉ. Y aquí está la mejor parte, todo este concepto de POR QUÉ se basa en los principios de la biología de la toma de decisiones humanas. El funcionamiento del Círculo Dorado se relaciona perfectamente con el funcionamiento de nuestro cerebro. La sección exterior del Círculo Dorado, el QUÉ, corresponde a la sección exterior del cerebro, la neocorteza. Esta es la parte del cerebro responsable del pensamiento racional y analítico. Nos ayuda a comprender hechos y cifras, características y beneficios. La neocorteza también es responsable del lenguaje. Las dos secciones centrales del Círculo Dorado, el POR QUÉ y el CÓMO, corresponden a la sección media del cerebro, el sistema límbico. Esta es la parte del cerebro responsable de todo nuestro comportamiento y toma de decisiones. También es responsable de todos nuestros sentimientos, como la confianza y la lealtad. Pero a diferencia del neocórtex, el sistema límbico no tiene capacidad para el lenguaje. De aquí es de donde vienen los "sentimientos viscerales". No es nuestro estómago. Es un sentimiento que tenemos sobre una decisión que tenemos que tomar y que nos cuesta explicar. Esa separación de poderes es la razón biológica por la que a veces nos resulta difícil expresar nuestros sentimientos con palabras ("Te amo más de lo que las palabras pueden decir"), explicar nuestras acciones ("¡El diablo me obligó a hacerlo!") O justificar nuestras decisiones. ("No lo sé ... simplemente se sintió bien"). Sin embargo, podemos aprender a poner palabras a esos sentimientos. Y los que lo hacen son los que están en mejores condiciones de inspirar acción en sí mismos, entre sus colegas y con sus clientes. El efecto del PORQUÉ Una vez que comprenda su POR QUÉ, podrá articular claramente qué lo hace sentir satisfecho y comprender mejor qué impulsa su comportamiento cuando se encuentra en su mejor momento natural. Cuando pueda hacer eso, tendrá un punto de referencia para todo lo que haga en el futuro. Podrá tomar decisiones más intencionales para su negocio, su carrera y su vida. Podrás inspirar a otros a que te compren, trabajen contigo y se unan a tu causa. Nunca más debería tener que jugar a la lotería y actuar sobre decisiones instintivas que se toman por razones que realmente no comprende. De ahora en adelante, puede trabajar con un propósito, a propósito. De ahora en adelante, puede comenzar con POR QUÉ. Si queremos sentir una pasión eterna por nuestro trabajo, si queremos sentir que estamos contribuyendo a algo más grande que nosotros mismos, todos necesitamos saber nuestro POR QUÉ.
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Aprender a ser feliz es posible y por eso muchas universidades en el mundo se han dado a la tarea de incluirla como una cátedra. En la Universidad de Yale es uno de los cursos más solicitados. El pionero de esta tendencia es el profesor de piscología positiva Tal Ben-Shahar, quien creó la primera cátedra de felicidad en la Universidad de Harvard, en 2006 y es la más apetecida por los estudiantes.
La felicidad, en palabras del psicólogo William James, es la preocupación más importante de la vida. Todos queremos ser felices (o menos desdichados). Más aún, cuando incrementamos nuestros propios niveles de felicidad, también nos sentimos más generosos hacia los demás, más creativos, más comprometidos con la vida y disfrutamos más de nuestras relaciones. Hasta hace poco, el tema de la felicidad y de mejorar la calidad de nuestras vidas, había estado dominado por la psicología popular. En muchos seminarios de autoayuda y en libros que se ofrecen actualmente hay mucha diversión y carisma, pero relativamente poca sustancia. Prometen 5 rápidos pasos hacia la felicidad, los tres secretos para el éxito y las cuatro vías para encontrar el amante perfecto. Estas son, con frecuencia, promesas huecas y eso ha hecho que la autoayuda sea mirada con cinismo. En el otro lado tenemos la academia, con estudios e investigaciones que son profundas que no encuentra cómo llegar a los hogares. De la forma como yo lo veo, el papel de la psicología positiva es tender un puente entre la torre de marfil y la gente, entre el rigor de la academia y la diversión del movimiento de autoayuda. En pocas palabras, la psicología positiva es la ciencia de la felicidad. Durante mucho tiempo se creyó que la felicidad no se podía enseñar como las matemáticas o la geografía. Sin embargo, desde cuando Martin Zeligman creó la psicología positiva, esa idea cambió. A partir de sus muchas investigaciones se sabe que el 50 por ciento de la felicidad depende de factores como creencias y hábitos que son modificables y por lo tanto se pueden enseñar. “El resto es genética”. Enseñarla es importante porque la expectativa de vida en el mundo está aumentando y la gente debe vivir esos años extra con bienestar. Se sabe, por ejemplo, que la gente feliz vive 15 años más y con más salud que los pesimistas. Además, ser feliz es una manera de prevenir enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad, que amenazan con ser los principales motivos de discapacidad en países desarrollados a partir de 2020. También se ha visto que los empleados felices son más productivos. Aunque lo parecen, los cursos de felicidad no son un paseo. En el de Harvard hay 22 clases magistrales de 75 minutos cada una dictadas por Tal Ben-Shahar, uno de los gurúes del tema en el mundo. El objetivo es enseñar a tener una vida productiva y satisfactoria, y para lograrlo Ben Shahar acude no solo a su propia experiencia, sino a la evidencia científica más reciente, que es el material de estudio más importante de la clase. La idea no es salir con una sonrisa de oreja a oreja, sino “aprender a tomar lo bueno y lo malo y aprovechar al máximo lo que brinda la vida”, señala una de las alumnas de Ben-Shahar. Curiosamente, dentro de las diez lecciones principales el dinero no aparece por ningún lado y la razón es sencilla. Después de que el ser humano logra satisfacer sus necesidades básicas el dinero deja de ser tan importante, y si bien crea satisfacciones en quienes lo reciben resultan pasajeras. “El placer de comprar un auto o cualquier otra cosa se desgasta al mes de haberlo hecho”. Aunque no está mal ambicionarlo, el dinero solo no hace totalmente feliz a nadie. Por el contrario, los siguientes comportamientos y formas de pensar representan cambios estructurales que generarán bienestar permanentemente.
Existe una asignatura sobre la dicha en la prestigiosa Universidad de Harvard. "La alegría también se aprende, como andar en bicicleta o conducir un vehículo". Según Ben Shahar "no tienes que ser perfecto para llevar una vida más rica y más feliz". La clave está en aceptar la vida tal y como es, lo cual, según sus palabras, "te liberará del miedo al fracaso y de unas expectativas perfeccionistas"
Cada vez parece más claro que la nueva fiebre del oro no tiene que ver con hacerse millonario ni con encontrar la fuente de la eterna juventud. El tesoro más codiciado de nuestros tiempos es atesorar felicidad, un concepto abstracto, subjetivo y difícil de definir, pero que está en boca de todos. Incluso es materia de estudio en la prestigiosa Universidad de Harvard. La felicidad se ha convertido en el camino de una buena calidad de vida, esto también se han dado cuenta los estudiantes de Psicología de la Universidad de Harvard, motivo que los ha llevado a realizar una investigación. Con la ayuda del profesor, el doctor israelí Tal Ben-Shahar, especializado en Psicología Positiva, una de las corrientes más extendidas y aceptadas en todo el mundo y que él mismo define como "la ciencia de la felicidad", así lo informó El País. Durante varios años, algunos de los estudiantes de Psicología de esta universidad americana han sido un poco más felices, no solo por estudiar en una de las mejores facultades del mundo, sino porque, de hecho, han aprendido a través de una asignatura. Su profesor, el doctor israelí Tal Ben-Shahar, es experto en Psicología Positiva, una de las corrientes más extendidas y aceptadas en todo el mundo y que él mismo define como “la ciencia de la felicidad”. De hecho, sostiene que la alegría se puede aprender, del mismo modo que uno se instruye para esquiar o a jugar al golf: con técnica y práctica. Aceptar la vida tal y como es te liberará del miedo al fracaso y de unas expectativas perfeccionistas TAL BEN-SHAHAR, PROFESOR DE HARVARD El profesor y autor de 'Being Happy' asegura que la alegría se puede aprender, de igual manera que un deporte con técnica y práctica. Con su superventas Being Happy y sus clases magistrales, los principios extraídos de los estudios de Tal Ben Shahar han dado la vuelta al mundo bajo el lema de “no tienes que ser perfecto para llevar una vida más rica y más feliz”. El secreto parece estar en aceptar la vida tal y como es, lo cual, según sus palabras, “te liberará del miedo al fracaso y de unas expectativas perfeccionistas”. Según Ben Shahar "no tienes que ser perfecto para llevar una vida más rica y más feliz".El secreto parece estar en aceptar la vida tal y como es, lo cual, según sus palabras, "te liberará del miedo al fracaso y de unas expectativas perfeccionistas". Aunque por su clase de Psicología del Liderazgo (Psychology on Leadership) han pasado más de 1.400 alumnos, aún así cabría hacerse la siguiente pregunta: ¿Alguna vez se tiene suficiente felicidad? "Es precisamente la expectativa de ser perfectamente felices lo que nos hace serlo menos”, explica. Por su amplia experiencia, el profesor de la universidad americana brinda seis consejos principales para sentirse feliz, con la ayuda de otros colaboradores. 1. Perdone sus fracasos. Es más: ¡celébrelos! “Al igual que es inútil quejarse del efecto de la gravedad sobre la Tierra, es imposible tratar de vivir sin emociones negativas, ya que forman parte de la vida, y son tan naturales como la alegría, la felicidad y el bienestar. Aceptando las emociones negativas, conseguiremos abrirnos a disfrutar de la positividad y la alegría”, añade el experto. Se trata de darnos el derecho a ser humanos y de perdonarnos la debilidad. Ya en el año 1992, Mauger y sus colaboradores estudiaron los efectos del perdón, encontrando que los bajos niveles de este hacia uno mismo se relacionaban con la presencia de trastornos como la depresión, la ansiedad y la baja autoestima. 2. Agradecer. Cosas grandes y pequeñas. "Esa manía que tenemos de pensar que las cosas vienen dadas y siempre estarán ahí tiene poco de realista". No dé lo bueno por hecho: agradézcalo. Cosas grandes y pequeñas. "Esa manía que tenemos de pensar que las cosas vienen dadas y siempre estarán ahí tiene poco de realista". 3. Haga deporte. Para que funcione no es necesario machacarse en el gimnasio o correr 10 kilómetros diarios. Basta con practicar un ejercicio suave como caminar a paso rápido durante 30 minutos al día para que el cerebro secrete endorfinas, esas sustancias que nos hacen sentir drogados de felicidad, porque en realidad son unos opiáceos naturales que produce nuestro propio cerebro, que mitigan el dolor y causan placer, según detalla el entrenador de easyrunning y experto corredor Luis Javier González. 4. Simplifique, en el ocio y el trabajo. “Identifiquemos qué es lo verdaderamente importante, y concentrémonos en ello”, propone Tal Ben-Shahar. Ya se sabe que “quien mucho abarca, poco aprieta”, y por ello lo mejor es centrarse en algo y no intentarlo todo a la vez. Y no se refiere solo al trabajo, sino también al área personal y al tiempo de ocio: “Mejor apagar el teléfono y desconectar del trabajo esas dos o tres horas que se pasa con la familia”. 5. Aprenda a meditar. Este sencillo hábito combate el estrés. Miriam Subirana, doctora por la Universidad de Barcelona, escritora y profesora de meditación y mindfulness, asegura que “a largo plazo, la práctica continuada de ejercicios de meditación contribuye a afrontar mejor los baches de la vida, superar las crisis con mayor fortaleza interior y ser más nosotros mismos bajo cualquier circunstancia”. El profesor de Harvard añade que es también un momento idóneo para manejar nuestros pensamientos hacia el lado positivo, aunque no hay consenso en que el optimismo llegue a garantizar el éxito, sí le aportará un grato momento de paz. 6. Resiliencia. Practique una nueva habilidad: la resiliencia. La felicidad depende de nuestro estado mental, no de la cuenta corriente. Concretamente, “nuestro nivel de dicha lo determinará aquello en lo que nos fijemos y en las atribuciones del éxito o el fracaso”. Esto se conoce como locus de control o 'lugar en el que situamos la responsabilidad de los hechos', un término descubierto y definido por el psicólogo Julian Rotter a mediados del siglo XX y muy investigado en torno al carácter de las personas: los pacientes depresivos atribuyen los fracasos a sí mismos, y el éxito, a situaciones externas a su persona; mientras que la gente positiva tiende a colgarse las medallas, y los problemas, “casi mejor que se los quede otro”. Sin embargo, así perdemos la percepción del fracaso como 'oportunidad', que tiene mucho que ver con la resiliencia, un concepto que se ha hecho muy popular con la crisis, y que viene prestado originariamente de la Física y de la Ingeniería, con el que se describe la capacidad de un material para recobrar su forma original después de someterse a una presión deformadora. "En las personas, la resiliencia trata de expresar la capacidad de un individuo para enfrentarse a circunstancias adversas, condiciones de vida difíciles, o situaciones potencialmente traumáticas, y recuperarse saliendo fortalecido y con más recursos”, afirma el médico psiquiatra Roberto Pereira, director de la Escuela Vasco-Navarra de Terapia Familiar.
La economía cada vez más digital y descentralizada del siglo XXI requiere no solo un nuevo enfoque para hacer negocios a un nivel macro, sino también nuevas habilidades para el éxito a un nivel micro. Algunas de estas habilidades siempre han sido útiles para el desarrollo profesional, pero ahora son esenciales. Otros requieren un enfoque completamente nuevo para realizar un trabajo de manera eficaz. Estas cuatro áreas se encuentran entre las competencias fundamentales necesarias para sobresalir en el entorno económico en rápida evolución actual.
Fluidez digital La fluidez digital es la habilidad más crucial para el éxito en la economía moderna. El término "fluidez digital" cubre diferentes competencias en diferentes niveles, pero en esencia se refiere a la capacidad de aprovechar las innumerables herramientas y recursos digitales a nuestra disposición para completar un trabajo específico. Para tener un alto nivel de alfabetización digital, el conocimiento de memoria de las computadoras y sus funciones no es suficiente. En cambio, es más como desarrollar el amor por la lectura. Nada prepara a una persona para el éxito académico o vocacional como ser un lector ávido. El truco, sin embargo, es convertir a un lector poco entusiasta en un ratón de biblioteca. Tener este entusiasmo por la cultura digital y un deseo proactivo de aprender sobre ella es tan esencial para tener una alfabetización digital como aprender los aspectos básicos de la tecnología. Habilidades de comunicación La capacidad de comunicar ideas de manera eficaz parece una habilidad básica que todos los adultos deberían poseer. Desafortunadamente, los comunicadores fuertes están lejos de ser los predeterminados, independientemente de su formación académica o profesional. El éxito en el siglo XXI requiere articular y compartir ideas de manera formal e informal a través de comunicaciones verbales y escritas. Además, diferentes entornos y públicos tienen diferentes expectativas de formalidad y formato. Una persona conocida por sus comunicaciones escritas y verbales claras y concisas, ya sea en un entorno reglamentado como una presentación o un discurso o en un entorno informal a través del correo electrónico, obtendrá rápidamente una ventaja sobre sus pares en cualquier entorno profesional. Habilidades de ventas / marketing En una economía de agentes libres cada vez más descentralizada, todos deben tener la capacidad de venderse a sí mismos además de sus productos o servicios. Un componente de esto es la marca personal, mediante la cual un individuo crea y mantiene una imagen consistente con sus habilidades y valores profesionales. En algún momento, todo el mundo tendrá que darle a un cliente una razón cualitativa por la que debería ser favorecido sobre un profesional competidor. Cuanto antes se pueda desarrollar esta habilidad, mejor, ya que su eficacia aumenta con la repetición. Es comprensible que algunas personas no se sientan cómodas con la idea de tocar su propia bocina, pero la capacidad de hacerlo de alguna manera se ha vuelto crucial para todas las profesiones. La capacidad de asimilar el cambio de forma rápida y segura Los políticos y los principales medios de comunicación pueden hablar de labios para afuera sobre la importancia del cambio, pero es evidente que entienden mal y temen cualquier desviación del status quo. La cantidad de cambios que se han producido en la economía mundial durante los últimos veinte años es asombrosa. Dado que la tasa y la escala del cambio siempre están aumentando, es inevitable que todos en algún momento tengan que lidiar con un grado significativo de cambio profesional. Este cambio puede ser sísmico, en la medida en que la naturaleza misma de una industria o profesión se transforme para siempre. Debido a que es un hecho que el cambio sucederá, la mentalidad adecuada para una persona es aceptarlo y adoptar un enfoque proactivo para navegar por las ondas de choque que puede causar. Luchar contra el cambio económico o cultural (es decir, el alejamiento de la venta minorista tradicional) es contraproducente y está condenado al fracaso. Esto es cierto a nivel macro y micro. Los ganadores de la economía del siglo XXI serán las empresas y las personas que puedan asimilar de forma rápida y segura este tipo de trastornos y utilizarlos como una ventaja competitiva. Fuente: FORBES
¿Qué nuevas habilidades ha tenido que adquirir hasta ahora en su carrera? ¿Qué necesitarás dominar a continuación para alcanzar tus metas? ¿Qué tal dentro de un año o cinco años a partir de ahora?
Esas pueden ser preguntas difíciles de responder. El mundo del trabajo está cambiando tan rápidamente, a medida que las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y la automatización cambian los requisitos laborales. A medida que las tecnologías continúan evolucionando y las condiciones comerciales cambian, los empleados deben permanecer en modo de aprendizaje para que sus habilidades no pierdan vigencia. Una cosa es mantenerse al día con las habilidades a medida que cambian aquí y ahora. Es un desafío completamente diferente prepararse para herramientas y tecnologías que pueden existir solo en la mente de los ingenieros, si es que existen. Mientras tanto, muchos de nosotros descuidamos el desarrollo de habilidades sociales importantes cuando la necesidad de habilidades duras se siente tan urgente, a pesar de que nuestro éxito profesional continuo depende de una combinación saludable de las dos. Introvertido, extrovertido y ambivertido ... ¿Qué trabajo es el adecuado para usted? El 95% de los reclutadores están en LinkedIn buscando candidatos para el trabajo. Cómo impresionarlos. Hay tanta incertidumbre y ambigüedad en torno al futuro del trabajo, no importa su industria o función laboral. Por eso, cuando alguien pregunta cuál será la próxima habilidad "de moda", yo digo que es la misma habilidad que servirá a las personas hoy, mañana y en el futuro: la capacidad de aprender. Incluso si no sabe exactamente lo que necesitará aprender, no puede equivocarse si cultiva una mentalidad de crecimiento y acepta la idea de que tendrá que aprender algo. No importa si te graduaste de la universidad el año pasado o hace 10 años. Su capacidad y voluntad para desarrollar continuamente nuevos conocimientos y habilidades podrían marcar la diferencia entre una trayectoria ascendente continua y una meseta profesional. El aprendizaje impulsa la adaptabilidad Cuando las personas adoptan el aprendizaje permanente, la asimilación de nuevas habilidades no es una fuente de miedo y estrés, es solo otra parte de su trayectoria profesional. Separar el proceso del resultado también lo convertirá en un mejor aprendiz, ya que se obsesionará menos con el dominio inmediato de una habilidad y se sentirá más agradecido por cómo salir de su zona de confort lo ayuda a crecer como persona. Una mentalidad de aprendizaje también hace que sea menos probable que se desvíe o se inmovilice cuando un proyecto cambia de alcance o una función laboral se transforma. Mientras que otros luchan por descubrir a dónde ir a partir de aquí, los aprendices de por vida mantienen el impulso y la productividad. Sin embargo, es fundamental incluir también las habilidades sociales en la ecuación. Como mínimo, proporcionan la base para que las habilidades duras alcancen su máximo potencial. Pero las habilidades sociales también son cosas que no pueden ser reemplazadas por la automatización, como el liderazgo, el juicio y el pensamiento crítico. Ante un cambio rápido y furioso, las habilidades sociales ayudan a los profesionales a trabajar de forma más inteligente. Las empresas quieren ávidos aprendices de por vida Cuando hablamos de la brecha de habilidades, tendemos a enfocarnos en la desconexión entre las habilidades que tienen los graduados universitarios cuando llegan al mercado laboral y las habilidades que los empleadores buscan en las nuevas contrataciones. Eso es un verdadero desafío, sin lugar a dudas, pero ¿qué pasa con los trabajadores que ya llevan algunos años (o más) en sus carreras? Su brecha de habilidades aumentará cada año a menos que continúen aprendiendo activamente nuevas habilidades y tecnologías. Una vez que alguien se gana la reputación de ser un alumno capaz y entusiasta, es mucho más probable que los responsables de la toma de decisiones lo utilicen para oportunidades valiosas, como un proyecto de alto perfil o un puesto de gestión abierta. Y estarán mejor preparados para aprovechar al máximo esas oportunidades. Los líderes corporativos se equivocarían al descartar el aprendizaje y el desarrollo como algo para hacer "felices" a los empleados. Las empresas con una cultura impulsada por el aprendizaje cosechan las recompensas de muchas formas que van directamente al resultado final. Por un lado, pueden cerrar efectivamente sus propias brechas de habilidades al ofrecer oportunidades sólidas de capacitación y desarrollo al personal existente, reduciendo así los costos considerables asociados con el abastecimiento, la contratación y la incorporación de nuevos talentos. También pueden estimular la innovación al permitir que las personas aprendan (y trabajen) en todas las funciones, lo que pone en juego nuevas ideas y puntos de vista. La curiosidad es combustible para la carrera Para mantenerse involucrado en su trabajo y carrera, necesita sacar su cabeza de la rutina diaria. Comprender cómo encajan sus esfuerzos en el panorama general le dará más significado a su trabajo y darle nuevas ideas para aplicar, para que no se agote ni se estanque. Aprender sobre algo por lo que siente curiosidad, incluso si no es aplicable de inmediato a su trabajo, expande su pensamiento y eso es relevante para todo lo que hace. Si "la próxima habilidad de moda" es desconocida, seguir su curiosidad, acerca de su industria, comunidad, mundo, puede darle dirección e inspiración. También es una buena idea escanear las descripciones de trabajos interesantes para ver dónde debería fortalecer sus habilidades o dónde puede haber una brecha. No importa a dónde te imagines yendo en tu vida profesional, tendrás que aprender nuevas habilidades. Esto puede ser aterrador, emocionante, paralizante, motivador o una combinación de ambos. En lugar de pensar en aprender como forzar a la medicina de mal sabor, debería considerar aprender el elixir mágico que facilita todo lo demás que hace. Es la única habilidad que puede llevar todas tus otras habilidades al siguiente nivel y estará ahí para ti en cada etapa de tu carrera, sin importar qué más cambie en nuestro mundo impredecible. Fuente: FORBES
Cada vez es mas común que nos pidan completar el campo “Bio” o “Resumen” en una red social profesional. Este proceso puede demandar un buen tiempo, e incluso puede hacer deslucir nuestro perfil. El 60 por ciento de la gente no completa información en “About Me”, dando ventajas a sus potenciales competidores en búsquedas laborales, o simplemente en ser agregados como contacto profesional.
¿Cómo escribir una Bio? Una biografía no es más que una historia basada en la información que se encuentra incluida en el currículum. El formato es menos formal, y nos da una oportunidad para poner de relieve algunos hechos interesantes acerca nuestro, mientras podemos resaltar matices de nuestra personalidad, mediante el tono aplicado en la redacción. El objetivo fundamental de un bio es dar al lector un sentido exacto de lo somos, lo que hicimos y hacemos, a fin de establecer nuestra experiencia y antecedentes. Todo estos elementos se combinan para desarrollar la confianza en nuestra marca personal, que es la “etiqueta del envase” que el lector está observando. Existen muchas situaciones en las cuales es necesario redactar una Bio para ser incluida en:
¿Qué incluir en el Bio? Una de las mejores características de una biografía es la flexibilidad. Es posible incluir tanta o tan poca información como deseemos. Pero normalmente, la mayoría de las Bios contienen:
También personalizar aún más su biografía con la inclusión de elementos tales como:
Consejos para escribir una Bio Escribirla en 3ra persona. Aunque suene un poco extraño es aconsejable redactarla en tercera persona, utilizando el “él / ella” en lugar de “Yo.”La presentación de su biografía como si alguien lo escribió para usted establece una distinción entre usted y el escritor (incluso si se entiende que es la misma persona). La tercera persona también aumenta el profesionalismo. Apertura con “gancho” Así como los 15 segundos iniciales de un video son determinantes para seguir viéndolo, hacer una apertura para atraer la atención del lector y hacer que quieran aprender más acerca nuestro, se aplica el mismo concepto . Foco en logros La Bio es el relato de nuestra historia laboral. Por lo cual los detalles de fechas y tareas quedan de lado (reflejadas en el Currículum). Nos debemos concentrar en la línea de vida laboral aportando una redacción siempre en tono positivo, haciendo énfasis en los logros, experiencia y aprendizaje. No incluir información extra laboral (como hijos, esposa, padres) ya que el empleador sólo tiene alrededor de 30 segundos en aprender si nosotros somos los calificables a la posición laboral en cuestión. Bio extendida -> Bio resumida En algunos servicios web y redes sociales contamos con un número limitado de caracteres para ingresar nuestra Bio, generalmente menor a los 500 caracteres. Es más, existen sitios en los que nos pueden solicitar completar una Bio resumida (ronda las 200 caracteres) y una extendida. Por lo que tener preparadas ambas versiones nos será de ayuda. Obviamente comenzar con la más extensa es transitar el camino más fácil. Digerible Dividir en párrafos cortos para que sea más fácil de digerir e incluyen información de apoyo en forma de enlaces, siempre que sea posible. Mantenerla actualizada Al igual que el currículum es importante mantener nuestra Bio actualizada en sincronismo con el CV.
El análisis FODA no solo es una herramienta de negocio. Puede utilizarse para otros fines, como el análisis de cualquier tipo de proyecto o decisión. En este artículo nos centramos en el FODA Personal. La conocida frase de Sócrates “conócete a ti mismo” es el mejor punto de partida para lograr los éxitos personales y profesionales que estés buscando. Por ese motivo dedicar tiempo a analizarse y a conocer las fortalezas y debilidades personales se convertirá en un buen paso para tu éxito.
El FODA personal que se presenta aquí busca el trabajo pausado y analítico como método de conocimiento interior y mejora. Irás paso por paso estudiando tus fortalezas y debilidades, para pasar a las oportunidades y amenazas, y terminar con un plan de acción para mejorar tu situación. No estás ante una herramienta para celebrar o preocuparte por tu situación. El objetivo es mirar hacia el futuro con ganas de mejora y con unas metas claras. FODA personal: Autodiagnóstico El punto de partida para realizar un FODA personal es el análisis interno, analizar todo aquello en lo que somos buenos, y también lo que no se nos da bien. Para hacerlo es recomendable disponer de tiempo para pensar y autoanalizarse. Análisis previos que te serán útiles Para ponerte en situación, puedes arrancar por ordenar las inteligencias múltiples, de menor a mayor. Por ejemplo:
Puedes continuar por valorar tu situación personal utilizando diagramas clásicos y sencillos de entender. La pirámide de Maslow es una buena herramienta para hacerlo. Empezando por la base puedes describir tu situación en cuanto a:
Fortalezas y debilidades en el FODA personal Piensa en los análisis realizados, ¿Qué se te da bien? ¿en qué te sientes en una posición segura? Para redactarlo puedes empezar por describir tus fortalezas y debilidades desde los siguientes puntos de vista:
Oportunidades y amenazas en el FODA personal El proceso de autodiagnóstico debe servir de base para analizar los siguientes elementos del FODA personal, las oportunidades y amenazas. Para realizar esta fase del análisis es útil avanzar punto por punto de las fortalezas y debilidades indicadas. En cada uno de los puntos, estudia como mejorar tu situación (oportunidad), y los riesgos de que empeore (amenaza). Por ejemplo: Oportunidades Fortaleza 1: Conocimientos de programación en Python
Debilidad 1: baja empatía (he colocado la inteligencia interpersonal en el último puesto) Oportunidades
Llegados aquí, valorando la situación actual (fortalezas y debilidades) y la visión de futuro (oportunidades y amenazas), estamos preparados para tomar las decisiones sobre el sitio al que queremos ir y preparar un plan de acción aprovechando las oportunidades y protegiéndonos de las amenazas. |
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