¿Por qué debe capacitarse un emprendedor para ser exitoso?
El dicho popular afirma que “emprender no es un arte ni una ciencia, es una práctica”. Sin embargo, esto no significa que debas lanzarte al mercado sin una base sólida de conocimientos. Muchos emprendedores creen que, porque lograron iniciar sus negocios con éxito, no necesitan capacitarse. Pero, alcanzar el éxito sin una adecuada preparación es solo un éxito temporal. Sin una formación continua, es difícil recuperarse de las caídas inevitables. Empresarios destacados como Steve Jobs, Donald Trump y Bill Gates, pese al éxito innegable de sus empresas, nunca dejaron de aprender, crecer e innovar. Emprender implica estar en constante crecimiento, aprendizaje, reinvención y superación. El entorno empresarial es extremadamente dinámico y cambiante, lo que exige a los emprendedores adaptarse continuamente. Lo que hoy funciona, mañana puede no ser efectivo. ¿En qué debe capacitarse un emprendedor? 1. Administración, contabilidad y finanzas Muchos emprendedores comienzan sus negocios sin una educación financiera adecuada. No comprenden la importancia de la planificación financiera, el ahorro, las fuentes de financiamiento y la gestión de créditos. A menudo elaboran planes de negocio con estrategias detalladas en áreas como ventas y marketing, pero descuidan la parte financiera, resultando en valuaciones y proyecciones incorrectas. Es fundamental que los emprendedores comprendan y gestionen sus finanzas para tomar decisiones informadas y expansivas. 2. Ventas y marketing Hoy en día, los mercados se han expandido más allá de lo local. Los emprendedores pueden vender tanto a nivel nacional como internacional gracias a plataformas web y otras herramientas. Conocer cómo vender y cómo llegar a los clientes es la base de cualquier negocio, incluso si el producto es uno mismo. 3. Tecnología La tecnología avanza rápidamente, y ignorarla es retrasar el desarrollo de tu negocio. Internet y otras herramientas tecnológicas optimizan procesos y tiempos, haciéndote más competitivo. Usar tecnologías de información y comunicación (TIC) ofrece múltiples herramientas, desde ERP o CRM gratuitos hasta plataformas de crowdsourcing, mejorando la colaboración y la internacionalización. 4. Innovación La innovación es crucial para destacar en un mercado saturado. Crear y aplicar nuevas ideas en la presentación, atención y distribución de productos o servicios es vital. Desarrollar la capacidad creativa e innovadora desde la etapa inicial permite satisfacer las necesidades únicas de los clientes. 5. Habilidades personales (Soft skills) Los emprendedores enfrentan numerosos desafíos diariamente, lo que requiere habilidades blandas como la inteligencia emocional, el autoconocimiento, la automotivación y el liderazgo. Desarrollar habilidades como hablar en público, venderse a uno mismo, la productividad y el análisis del negocio es esencial para el éxito. Conclusión La capacitación continua es esencial para adaptarse y prosperar en un mundo empresarial en constante cambio. La formación adecuada no solo mejora la competitividad de la empresa, sino que también prepara a los emprendedores para enfrentar y superar los desafíos, asegurando un crecimiento sostenible y exitoso.
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Iniciar un negocio exitoso no solo depende de tener conocimientos técnicos y específicos del sector, sino también de desarrollar un conjunto sólido de habilidades blandas. Estas habilidades son fundamentales para enfrentar los desafíos empresariales, construir relaciones sólidas y liderar con eficacia. A continuación, te presentamos 10 habilidades blandas que necesitas para iniciar y hacer crecer tu negocio:
Comunicación efectiva: La capacidad de comunicarte claramente y persuasivamente es crucial para atraer inversores, negociar con proveedores y liderar a tu equipo. Una comunicación efectiva facilita la comprensión y la colaboración en todos los niveles de la empresa. Liderazgo: Ser capaz de inspirar y motivar a otros, tomar decisiones difíciles y guiar a tu equipo hacia la consecución de los objetivos del negocio es vital. Un buen líder sabe cómo aprovechar las fortalezas de cada miembro del equipo. Gestión del tiempo: Priorizar tareas y gestionar tu tiempo eficientemente te permitirá cumplir con los plazos y mantener una alta productividad. Esta habilidad es esencial para equilibrar las múltiples responsabilidades que conlleva la gestión de un negocio. Resolución de problemas: La habilidad para identificar problemas, analizar situaciones y encontrar soluciones creativas es fundamental en el entorno empresarial. Los problemas surgirán inevitablemente, y tu capacidad para resolverlos de manera eficaz marcará la diferencia. Adaptabilidad: Los negocios están en constante cambio, y ser capaz de adaptarte rápidamente a nuevas circunstancias y desafíos es clave para el éxito. La adaptabilidad te permite aprovechar nuevas oportunidades y responder a los cambios del mercado. Trabajo en equipo: Colaborar de manera efectiva con otros, aprovechando las fortalezas de cada miembro del equipo para alcanzar objetivos comunes, es crucial. Un equipo cohesionado y bien coordinado puede lograr mucho más que individuos trabajando por separado. Empatía: Entender y relacionarte con las emociones y necesidades de tus empleados, clientes y socios mejora las relaciones y el ambiente de trabajo. La empatía fomenta un entorno de confianza y colaboración. Negociación: Ser capaz de negociar contratos, precios y otros aspectos del negocio de manera eficaz puede ahorrar costos y mejorar las condiciones para tu empresa. La negociación efectiva es una herramienta poderosa para obtener mejores acuerdos. Pensamiento crítico: Evaluar información y argumentos de manera lógica y objetiva te permitirá tomar decisiones más informadas y estratégicas. El pensamiento crítico te ayuda a identificar riesgos y oportunidades con mayor precisión. Gestión del estrés: Manejar el estrés de manera saludable y mantener la calma bajo presión es esencial para tomar decisiones efectivas y mantener un entorno de trabajo positivo. La gestión del estrés contribuye a la resiliencia personal y empresarial. Desarrollar y fortalecer estas habilidades blandas puede marcar una gran diferencia en tu capacidad para iniciar y hacer crecer un negocio exitoso. Como pequeña o mediana empresa, invertir en estas habilidades no solo beneficiará tu desempeño personal, sino también el de tu equipo y, en última instancia, el éxito de tu negocio.
¿Qué es monetizar?
Monetizar es transformar en dinero tus conocimientos, habilidades y destrezas de forma simple, clara y ordenada. Es construir un negocio rentable respaldado por una comunidad de clientes que te valora y que paga de forma recurrente por el servicio que les brindas. Las formas de crear un negocio digital parten de diseñar una página web, una tienda en línea, un blog o un directorio, y de convertir las redes sociales en vitrinas de tu emprendimiento. En todos ellos empleas estrategias de aumento y fidelización del tráfico para convertir a los visitantes en compradores leales. Algunas personas piensan que el inicio de un emprendimiento está en tener una idea genial donde se juntan sus pasiones personales y se consiguen muchos seguidores en las redes sociales para luego averiguar cómo obtener ingresos a partir de ese sueño. Establecer un modelo de negocios online desde esa premisa es un modo probable de llegar al fracaso. Por el contrario, si quieres tener éxito al emprender debes tener muy claro el modelo de negocios desde el principio y saber ubicar las fuentes de ingresos. Entretenernos y enfocarnos en nuestros gustos y pasiones no significa que los mismos vayan a ser monetizables. En el caso de Internet, las fuentes de ingresos suelen estar en: La publicidad. Al estilo del sistema tradicional de publicidad y mercadeo, las empresas pagan por alojar sus anuncios en tu web y aprovechar el tráfico que has alcanzado. Los ingresos por este medio son constantes siempre que tu página consiga visitas, pero hay límites en las ganancias y en términos generales suelen ser bastante modestas. La afiliación. Vender o mercadear en línea productos de terceros a cambio de una comisión. Esta opción las ganancias también dependen de factores externos. La comercialización de creaciones propias. Aquí es donde la vía online supera el alcance de un establecimiento comercial tradicional ya que tu producto físico (ropa, libros…) o digital (infoproducto) puede ser visualizado y adquirido por clientes en cualquier parte del mundo. La venta de servicios. Las dos últimas fuentes de ingreso son las más interesantes ya que al vender un servicio o un infoproducto, lo que se ofrece está relacionado con el propio talento y conocimientos del emprendedor. Aplicación del talento y conocimiento en la era digital Sabemos que el talento es todo aquello que dominas y puedes hacer sin dificultad. Es la capacidad para resolver algo, mediante las habilidades, saberes y experiencias que has adquirido a lo largo de tu vida. Por lo tanto, el talento guarda relación con aspectos como la creatividad, la inteligencia, la actitud, la motivación, la autopercepción y el conocimiento. El conocimiento, por su parte, es la sabiduría obtenida sobre determinada materia, bien a través de estudios académicos, bien por intereses personales y prácticas empíricas. Es aquello que sabes, pero también es la información que tienes y puedes poner en práctica. Tus saberes surgen de:
La importancia de todos estos conocimientos tiene dos vertientes. La ética, consistente en usarlo y compartirlo con quien lo necesite (tus familiares, amigos, conocidos), y la económica, al convertirlos en una forma de ganar dinero. En resumen, todos sabemos cosas, podemos transmitir información, resolver problemas y ayudar a otros. Y también podemos ganar dinero al vender lo que conocemos y sabemos comunicar. ¿Qué falta? Aprender a gestionar esos conocimientos. Monetización de conocimiento Gestionar el conocimiento significa hacer algo con él para que nos produzca beneficios. Es la manera en que puedes ganar dinero con lo que hagas de tu conocimiento. Por ejemplo: Entregar ese conocimiento a terceros a través de un trabajo remunerado. Este modo es por el que se deciden la mayoría de las personas, a pesar de sus desventajas. Así no sólo están entregando su saber, sino también sus energías y tiempo, por una cantidad de dinero limitada, a un jefe que se lucrará de ese valor añadido. Emplearlo para emprender en un negocio propio. Es decir, utilizar tus saberes para tu beneficio económico. Puedes crear productos y servicios a partir de tus conocimientos y venderlos a terceros. Pero recuerda que la gente no compra cosas, sino que busca solucionar sus problemas o experimentar bienestar o mejoría en su calidad de vida mediante esa compra. En el caso de crear un servicio a partir de lo que sabes, este puede ser de dos tipos: el ejercicio de tu profesión u oficio (como abogado, electricista…) o la comunicación de tu saber mediante la enseñanza. En el mundo digital existen plataformas digitales para clases virtuales, consultorías, talleres online, servicios de coach a distancia…). Usarlo para concebir productos tangibles o infoproductos. Los infoproductos son la manera más sencilla y lucrativa de utilizar tus conocimientos para aumentar tu patrimonio en la era digital. Se trata esencialmente de productos (en formato digital) que creas a partir de tus saberes para enseñar a personas interesadas en esa materia. Los formatos y soportes son diversos: textos en Pdf, ebooks, podcasts, videos, tutoriales, cursos, guías o plantillas, entre muchas otras, que ofrecen una solución a un problema, explican cómo hacer algo, ofrecen una compilación informativa sobre un tema, o muestran cómo mejorar habilidades ya existentes. Otra de las ventajas de concebir un infoproducto es que produce ingresos de tipo pasivo. Los ingresos pasivos son los que siguen generando ganancias constantes por algo ya creado en lo que no se requiere más inversión, o apenas una inversión mínima. Obviamente, demanda un esfuerzo inicial y es probable que pase un tiempo antes de producir resultados, pero es la forma más conveniente para aumentar el patrimonio y alcanzar la libertad económica. Estrategia ganadora para facturar Finalmente, te ofrecemos los pasos para crear una estrategia ganadora de gestión del conocimiento:
Finalmente, recuerda que no hay excusas para no concebir y vender tus creaciones. Los conocimientos están ahí, sólo hay que gestionarlos y comercializarlos para tu beneficio y el de tus clientes.
En este post te presentamos 20 frases motivadoras para emprendedores de grandes líderes mundiales, personalidades y empresarios que perseveraron y alcanzaron el éxito.
Cada frase está marcada por lecciones aprendidas y desaciertos, pero también están marcadas por logros y satisfacciones que han convertido sus vidas en historias de éxito. ¡Inspírate, sigue estos consejos y lucha!
En esta ocasión nos ha parecido interesante traer al blog un artículo de Giff Constable sobre las dificultades en la aplicación del modelo Lean Startup. Como indicamos habitualmente en estos casos la traducción no es literal sino adaptada a las circunstancias que vivimos habitualmente al crear nuevos proyectos de negocio.
Cuando “Lean Startup” salió a la luz se le recibió con dos posturas erróneas (y ahora que ha llegado a nuestros países latinos esos errores se repiten):
Sin embargo, por desconocimiento, por falta de experiencia, o por lo que sea, resulta que quienes adoptan una de esas dos posturas creen que Lean Startup se reduce a:
En pocas palabras, y siguiendo a Giff, ¿qué significa Lean Startup, especialmente en las primeras etapas?
Todas son tácticas pensadas para minimizar el riesgo de innovar (que para Lean Startup supone crear o renovar un modelo de negocio) de la forma más eficiente posible. Pero, ¿por qué algo que está tan definido, tan controlado, es tan difícil de llevar a cabo? 1. Problemas de personalidad múltiple. Es muy difícil equilibrar el campo de distorsión de la realidad (la particular visión del creador de un negocio, como la llamaba Steve Jobs) con cuestionarse sin piedad esa forma de ver las cosas. Se necesitas un montón de confianza para atraer a otros para formar un equipo creador de un negocio y para atraer financiación y a la vez hay que ser muy humilde y ponerse en cuestión un@ mism@ frecuentemente. 2. “No me quites mi fantasía”. La visión es ilusionante y es lo que nos impulsa como fundadores y como innovadores. A nadie le gusta enterarse de que está equivocado. Es humana posponer e incluso olvidar las malas noticias. Cuando se está feliz diseñando y construyendo productos en la torre de marfil la visión es perfecta al 100%, los clientes están contentos el 100% del tiempo (vale, no hay ninguno pero eso es irrelevante) y el potencial del negocio es inimaginable. E incluso, a veces (a alguien seguro que le suena), se puede obtener una valoración interesante de algunos inversores incluso sin haber pisado el mercado (es cierto que esto sólo les pasa a empresarios que intentan su segunda aventura). Y, por supuesto, también está la fantasía de ser Steve Jobs, y escuchar sólo a la vocecita dentro de la cabeza (eso sí, sin tener en cuenta la increíble cantidad de recursos y el talento que Jobs podía poner en juego para resolver un problema). 3. “Yo ya soy un experto”. Este es un asunto traicionero. La experiencia en un sector puede ser una ventaja decisiva para un nuevo negocio. Desafortunadamente muchos expertos consideran que su conocimiento y experiencia son hechos probados, no hipótesis. Primero, si lo que se quiere es innovar parece lógico que se debe estar dispuesto a cuestionar esa experiencia porque se pretende crear un nuevo contexto (es lo que tiene querer innovar). Y segundo, resulta que la mayoría de los expertos lo son en un campo concreto. Y habitualmente ese conocimiento NO tiene nada que ver con construir un negocio viable que utilice esa experiencia (el ingeniero sabe de ingeniería, no de ganar dinero con la ingeniería). Por otro lado, es difícil admitir que la experiencia pueda ser una desventaja (algo así como un corsé que impida llegar a conocer lo que realmente necesitan los clientes). Es muy importante relacionar innovación con suposición (sin pruebas). A partir de ahí, todo es más fácil. 4. Lean no tiene relación con financiación o con crecer. En casi todos los sectores conseguir financiación es un logro muy importante. En nuestro entorno latino hay variantes: Conseguir financiación de una entidad pública o de un banco en España es un hecho principal en la vida de un nuevo negocio; conseguir convencer a unos inversores privados o corporativos es un éxito en Colombia o en México. Ese éxito puede dar conceder estatus de estrella del rock al que lo consiga por lo menos durante un tiempo. En realidad es un arma de doble filo dependiendo del aprovechamiento que se haga de esa financiación o de la distracción que suponga. La CLAVE es pensar que la financiación proporciona oxígeno pero no es lo mismo que tener éxito. Dicho de otra forma, aunque los 2 proporcionan dinero fresco, conseguir financiación no es lo mismo que vender y mucho menos que tener un modelo de negocio viable. En relación al crecimiento, los VCs (inversores) quieren ver crecimiento pero no siempre se preocupan de si es sostenible o de si es significativo, especialmente en las primeras etapas (saben que con conseguir un mínimo les vale para salir y colocar su posición a un tercero). Y claro, no es lo mismo fabricar crecimiento a base de talonario que utilizar Lean para asentar el crecimiento recorriendo rápidamente los pasos del desarrollo de clientes intentando consolidar ese crecimiento sobre segmentos de clientes predecibles y medibles. El tiempo en el que se consiga el crecimiento puede ser el mismo. Pero en el caso Lean se consigue a base de sudor y se recompensa con solidez. 5. No nos “concentramos” en el desarrollo del producto / servicio. Con demasiada frecuencia el creador del negocio exige: “¡Quiero crear mi Tessssoro!”. Y claro, Lean prioriza aprender antes que tener el producto. Y es normal aspirar a cumplir la visión, a crear la solución, cuanto antes. En muchos momentos Lean recomienda: “Se paciente, ve paso a paso, mantén los pies en la tierra”. Pero ser paciente es duro. Y en casi todos los sectores se pueden producir espejismos: Para el desarrollador de software, la fecha de lanzamiento puede parecer un logro, pero todos sabemos que no lo es. Para el que quiere tener un restaurante el momento de la apertura es principal, pero tampoco lo es. Contratar empleados para cubrir un servicio puede parecer un avance, aunque nada más lejos (sobre todo con legislaciones laborales como la española). Este punto 5 es para Giff el más peligroso pero también para todos los que seais creadores por naturaleza. A los que os guste diseñar y construir cosas, y cuanto más grande sea vuestra visión (cuantas más cosas se quiera alcanzar con el negocio), más necesario se hace tener un método que os baje al suelo. Si tienes capacidad para crear, genial. Apóyate en Lean para confirmar qué y cómo. Para ser disciplinado. 6. El miedo a un falso negativo. ¿Es posible que Lean descarte negocios que podrían ser interesantes por seguir un método determinado? Pues se han dado casos. La leyenda de la creación de negocios se nutre de la “paradoja de los supervivientes” (Giff la llama “Survivor bias“). Realmente la creación de negocios es como un iceberg y tan peligrosa como ellos. Algunos éxitos sobresalen por encima del agua y la gente se deja hipnotizar por sus acciones, su insistencia y por su éxito. Pero ignoramos la gran cantidad de nuevas empresas que hay bajo el agua que no lo han conseguido, independientemente de su insistencia y visión. Por tanto, sí. Quizás habría que insistir. Pero ¿cuándo empieza el espejismo? Es donde intervienen las métricas que sirven para algo. Por otro lado, las personas a menudo son víctimas de la fórmula “todo o nada” al diseñar sus productos y servicios. En otras palabras, ¿por qué molestarse en probar algo que no está completo si se sabe que fracasará inevitablemente? La respuesta, por supuesto, porque ayuda a aprender (paciencia, ¿recuerdas?). La segunda cuestión a recordar es que si es necesario que todas las piezas del rompecabezas que es un modelo de negocio encajen perfectamente con el fin de alcanzar el éxito entonces las probabilidades de alcanzarlo realmente son pocas ciertamente (incluso menos de lo normal). Aquí se puede percibir una contradicción. Por un lado Lean pide paciencia, seguir paso a paso el proceso de aprendizaje y por otro salir a la calle a validar hipótesis con la mayor velocidad posible, hasta el punto de salir con productos sin terminar (los famosos PMVs). Contradicción o no, hay un complemento evidente entre ambos. El proceso de aprendizaje es eso. Un proceso. Y en un momento determinado del proceso es necesario un producto. ¿Tiene que estar terminado para aprender? No. ¿Tiene que estar terminado para vender? Tampoco. ¿Tiene que estar terminado para salir a Bolsa? Quizá, sólo quizá, tampoco. 7. Es un método complejo. Ahí van unas cuantas excusas. Lean Startup parece un método científico, pero no lo es realmente. Las variables serán difíciles de aislar. Los resultados no serán concluyentes. El tamaño de las muestras será pequeño. Es muy fácil creer que: “Puesto que al final tendré que usar mi instinto ¿por qué hay que hacer todas estas pruebas?”. Son sólo ejemplos. Hay muchas más. La realidad es que Lean es un método. Y como todo método tiene sus pasos. En este caso, más que complejos, los pasos requieren mucho trabajo. Pero mucho, mucho. Y para muchos crear un nuevo negocio debería ser un camino de rosas (sin espinas, por favor). 8. Es incómodo. Con Lean cualquiera pone sus ideas, su reputación y su experiencia en un limbo. Realmente, Lean obliga a ponerse delante de los clientes con grandes posibilidades de fracasar. En última instancia y si se está siendo riguroso, no hay posibilidad de esconderse. De hecho, la fórmula se basa en el fracaso, la identificación de lo que condujo al fracaso, recomponerse, volver a ponerse delante del cliente y empezar de nuevo. La incomodidad por tanto viene de: 1) Hay que poner en entredicho la experiencia. 2) Hay que estar dispuesto a fracasar repetitivamente y aprender retrocediendo. 3) Hay que asumir una carga de trabajo tremenda en las primeras fases. 9. No hay manual de referencia para cada caso. Lean startup defiende que toda innovación (creación de un nuevo modelo de negocio) tiene su propio contexto. Las prioridades y tácticas difieren enormemente en cada caso. Pero es la misma realidad a la que tiene que enfrentarse el modelo tradicional. Pero en Lean se indica desde el principio. Eso sí. Lean presenta un único camino a seguir en la búsqueda de esas prioridades, tácticas e identidad. Giff termina concluyendo que hay una lucha en la cabeza de los emprendedores y de los desarrolladores de negocios nuevos por aceptar Lean Startup. En nuestros países latinos esa lucha es evidente por el cambio de rutinas, de enseñanzas (¿cómo es posible que lo que se nos dijo durante tanto tiempo, como por ejemplo, las bondades del plan de negocio, de un buen plan comercial, etc., realmente estén hundiendo más negocios que salvándolos?), de fuerzas en un nuevo proyecto (las ideas geniales ya no son las que marcan las prioridades), etc. Y hay miedo (a perder el tiempo, a encontrarse de verdad con lo que supone crear un negocio, a lo que supone desarrollar una nueva línea de negocio, a asumir que no existe un modelo de negocio ni siquiera en una empresa consolidada, etc.). Es más, Giff, Steve, Eric y cualquiera que estamos en este lado de la película tenemos confirmado que el mensaje Lean sólo es creíble cuando el emprendedor o el intraemprendedor se ha enfrentado ya un par de veces al fracaso siguiendo el modelo tradicional. Y parece que no hay forma de evitarlo. Lecciones aprendidas. 1) Parece que los españoles y los latinoamericanos estamos repitiendo errores de interpretación que ya cometieron nuestros predecesores norteamericanos en cuanto a Lean Startup se refiere. 2) Lean Startup sugiere varias tácticas para minimizar el riesgo de fracaso al innovar, al crear un nuevo negocio.3) Lean Startup está compitiendo en la cabeza de quienes crean empresa por las rutinas, enseñanzas y miedos alojados ahí por el método tradicional de crear empresas que ha demostrado su eficiencia hundiendo nuevas empresas y líneas de negocio.
A la hora de hacer contactos el tiempo es un factor fundamental, por ello debes ser capaz de transmitir la idea de tu proyecto en el menor tiempo posible. Así que si estás desarrollando una idea en estos mismos instantes deberías estar preguntándote ¿qué es un elevator pitch? Si quieres emprender y aprovechar el networking para impulsar tu proyecto, es importante que lo tengas bien preparado.
El elevator pitch toma su nombre de una supuesta situación en la que, en lo que dura un viaje en ascensor (menos de 2 minutos), debes despertar el interés de tu interlocutor por tu proyecto; ya sea un inversor, un cliente potencial o un posible colaborador. Debes tener claro que la finalidad no es vender sino generar interés sobre tu proyecto, lograr una entrevista o reunión para más adelante. Jordi Argente, Presidente Fundador de la California – Spain Chamber of Commerce, y emprendedor en serie en Silicon Valley, nos explica qué es un elevator pitch en este vídeo de 30 segundos: ¿Cómo preparar un Elevator Pitch en 4 pasos? El elevator pitch es una herramienta fundamental para realizar contactos para tu empresa o proyecto. Como vimos en el post de Qué es un elevator pitch, consiste en transmitir la idea de nuestro proyecto en lo que dura un viaje de ascensor, en menos de 2 minutos. Pero, ¿Cómo preparar un elevator pitch? Te presentamos cómo preparar un elevator pitch en 4 pasos:
Una vez tengas tu elevator pitch preparado llega la hora de ponerlo en práctica, aquí tienes algunos consejos para hacer un elevator pitch de éxito. Es fundamental que no te extiendas demasiado, así que ensáyalo tantas veces como te haga falta para controlar el tiempo. Asegúrate de dar la información fundamental y despertar el interés. Prepara tu elevator pitch pero no lo memorices. No se trata de repetir un discurso escrito, sino de explicar tu proyecto y convencer, así que ten claras las ideas claves y la estructura, pero deja un pequeño margen para mostrar neutralidad. No insistas demasiado ni seas pesado. Muchas veces los inversores no te darán un sí a la primera. Ten paciencia y si la respuesta es un no, busca otras opciones, analiza tu elevator pitch e intenta averiguar el por qué: ¿qué ha fallado? ¿has hecho bien tu presentación? ¿era el inversor adecuado para tu proyecto? También es importante que tengas en cuenta qué cosas no hacer cuando presentas tu elevator pitch. Para empezar no intentes abrumar con cifras. No es el momento de entrar en detalles así que puedes dar alguna pincelada que consideres interesante pero sin abusar. Y por supuesto, no intentes adornar tu proyecto con cifras exageradas, ya que no parecerá creíble. Fuente: Unimooc
La importancia de elaborar un plan de negocio o plan de empresa
El plan de empresa es un documento escrito en el que se detalla el proyecto empresarial. En dicho documento:
El plan de empresa es un proyecto integrador, global, de todas las áreas de la empresa, en el que se realiza un proceso de análisis y planificación para:
El plan de empresa supone un periodo de maduración de la idea de duración variable, que, en general podríamos considerar de tres meses, con una alta dedicación al mismo. Si el resultado es positivo, es decir, los beneficios de todo tipo compensan los riesgos, el emprendedor transformará el proyecto en una realidad, lo convertirá en empresa. Nunca existe la completa certeza del éxito, pero un buen plan, en el que se ha trabajado bien el proyecto empresarial, ayuda a conseguir una buena realidad. Con lo cual el plan de empresa se convertirá en una “guía” u “hoja de ruta”. Consideraciones previas a la elaboración de un plan de empresa La calidad y consistencia de un plan es proporcional al oficio del emprendedor y al esfuerzo aplicado a su desarrollo. Es un ejercicio de “inspiración” (ideas creativas) y de “transpiración” (trabajo en su elaboración). A la hora de elaborarlo hay una serie de aspectos a considerar:
Fuente: EOI
Causas de fracaso, éxito y riesgos habituales
El tener una idea de negocio no significa un éxito seguro, hay factores que pueden corroborarlo, pero hay otros que pueden empujar al fracaso. Factores que pueden inducir al fracaso de una idea de negocio:
Por lo que antes de poner en marcha una idea de negocio, hay riesgos que los emprendedores deben valorar, gestionar e intentar minimizar. Por ejemplo:
Fuente: EOI
Todo proyecto parte de una idea empresarial que ha de estar basada en una oportunidad procedente del mercado.
A la hora de identificar una oportunidad y, por lo tanto, desarrollar una buena idea, el emprendedor tiene que tener en cuenta sus capacidades creativas e innovadoras, motivaciones, experiencia acumulada sobre el área o sector. Para lo cual requiere tener un profundo conocimiento del entorno (de la situación socioeconómica, del mercado, de los clientes, de los competidores), pues tiene que valorar las necesidades que puede satisfacer, los huecos de mercado que puede cubrir y la ventaja competitiva respecto a la competencia. La idea de negocio debe reunir las siguientes consideraciones:
¿Dónde buscar ideas de negocio? El problema que se le plantea generalmente al emprendedor reside en cómo generar o encontrar una buena idea de negocio. En este sentido podríamos señalar algunos hábitos que se podrían convertir en fuente de generación de ideas, como los siguientes:
La creatividad e innovación como factor clave en la búsqueda de nuevas ideas Toda idea de negocio debe estar diferenciada y debe poseer un elevado componente innovador, que no debe limitarse al instante original del negocio sino que debe mantenerse a lo largo de toda la vida de la empresa. La creatividad puede contribuir a la generación de ideas que originen nuevos productos, servicios o procesos innovadores, pero no debe confundirse creatividad con innovación.
Ser creativo no tiene porqué implicar, necesariamente, ser innovador. Aunque sí hay que tener en cuenta que hace falta un proceso creativo para generar un número elevado de ideas de modelos de negocios nuevos e innovadores, e identificar las mejores; proceso éste al que se le suele denominar como ideación. La innovación es la introducción de ideas novedosas y útiles que permiten crear nuevos productos y/o servicios o mejorar los ya existentes, y aplicar nuevos procesos en la producción o en la organización, de manera continua y orientada al cliente. La innovación consiste en desafiar las normas para diseñar modelos de negocio originales que satisfagan las necesidades desatendidas, nuevas u ocultas de los clientes. La innovación no sólo tiene que estar asociada al producto y/o servicio en sí, puede germinar en cualquiera de las partes de la empresa. La innovación puede estar asociada:
El papel de la innovación es uno de los factores críticos de éxito en una empresa, por lo que el emprendedor-empresario, debe tener en cuenta una serie de principios básicos en relación a la misma:
La innovación en modelos de negocio no es algo nuevo La innovación en los modelos de negocio no es algo nuevo, por ejemplo:
La innovación en modelos de negocio consiste en generar valor para las empresas, para los clientes y para la sociedad, y así lo entendieron los creadores de los siguientes modelos de negocio:
Pero el desarrollo que aporta la innovación no sólo debe entenderse en términos puramente económicos, sino en términos más amplios, de economía sostenible. El papel de la innovación, además de ser un factor crítico de éxito para una empresa, es un factor clave de desarrollo económico, social y medioambiental. Las empresas como miembros de la comunidad deben comportarse como “buenos ciudadanos corporativos”, por lo que deben tener un comportamiento ético, enfocado a la calidad de vida de las personas que conviven en el territorio donde se ubican y al respecto con el medio ambiente. Y la innovación debe ayudar a este desarrollo integrado: al económico, al de bienestar social (desarrollo social) y al de sostenibilidad ambiental. La innovación debe contribuir a ese triple resultado, a lo que en inglés se denomina la triple bottom line. Según Wikipedia: "El triple resultado, es un término de negocio sostenible que hace referencia al desempeño de una empresa expresado en tres dimensiones: económica, ambiental y social." Generación y valoración de ideas El éxito de un proyecto empresarial dependerá de la originalidad de la idea, de la capacidad creativa e innovadora del emprendedor, de las necesidades que pueda satisfacer y de los huecos de mercado que pueda cubrir. El hacer una valoración inicial de la idea, teniendo en cuenta que esta debe satisfacer las necesidades y deseos de los clientes, va a ser fundamental para decidir o no el inicio de la aventura empresarial.
A veces la dificultad para concebir una idea de negocio innovadora viene simplemente de que nuestro pensamiento se ve reprimido por las circunstancias que nos rodean y que nos nublan la imaginación. Un método disponible que nos puede liberar de estas ataduras impuestas por los modelos actuales y que nos retan a propuestas nuevas, puede ser el de realizarse preguntas del tipo “¿Y si…?”. Como por ejemplo las que se podrían haber hecho empresas como IKEA o SKYPE: ¿Y si las personas que compran muebles recogiesen los diferentes componentes, embalados en cajas planas, en un gran almacén y montasen los productos ellos mismos en su casa?. Lo que ahora es habitual era impensable hasta que IKEA introdujo el concepto en la década de 1960. ¿Y si las llamadas de voz fuesen gratuitas en todo el mundo?. En el 2003 Skype lanzó un servicio de llamadas de voz gratuitas a través de internet. Fuente: EOI
En las pymes, el papel de emprendedor, socio capitalista y trabajador puede solaparse hasta fusionarse en una sola persona. Hay pequeñas empresas que a veces sólo tienen un trabajador, el propio emprendedor, que probablemente ha puesto todos los recursos propios de la empresa.
Antes se pensaba que el hecho de poseer recursos naturales, financieros, humanos, permitía el desarrollo de empresas y de naciones. Hoy hacemos mucho énfasis en que una correcta gestión es tan importante o más que poseer recursos. La capacidad de dirigir, de gestionar, es el motor impulsor para el desarrollo de un país, de una empresa o de una economía familiar. La empresa, a través de su gestor o gestores, realiza la gestión de los recursos (que por definición son limitados) en todos sus aspectos (comercial, personal, producción, finanzas, administración, desarrollo de productos, etc.), en un entorno en permanente proceso de cambio. Este escenario dinámico, a veces turbulento, de difícil previsión, obliga a adoptar nuevas decisiones, a adaptar el sistema empresa a las modificaciones que surgen en clientes, competencia, sociedad, etc. El emprendedor deberá actuar como un empresario-gestor y tendrá que adaptar su empresa a los cambios de entorno en el ámbito en que actúa, sea local, nacional o internacional. Es decir, tiene que se un gestor del cambio. El emprendedor como gestor de un sistema de equilibrio El emprendedor es la persona que realiza la gestión directiva de los diferentes recursos que se ponen en juego para crear la empresa, es el protagonista en el proceso de creación de empresas. Su iniciativa, su creatividad, su eficacia y su esfuerzo hacen posible la empresa, que ofrece productos y servicios, trabajo, retribución al capital, etc. Crea valor para todos los interesados en ella. La capacidad directiva o de gestión en una gran empresa es una profesión independiente de la propiedad, directivo profesional. En la pyme la figura del gestor, del propietario y del trabajador, tienden a unirse en una sola persona, que representa, total o parcialmente, los tres papeles. La gestión supone:
Y este triángulo se traducirá en decisiones (planes) y en conductas (realización) El emprendedor es el punto de partida básico de la nueva empresa. Es condición necesaria de la empresa, aunque puede no ser suficiente si no posee los conocimientos, la voluntad o los recursos necesarios. El emprendedor tiene que equilibrar un sistema complejo, donde confluyen diferentes intereses, a veces contrapuestos. Como gestor debe captar los recursos necesarios, transformarlos en productos y servicios - respetuosos con el medio ambiente - que ofrece a los clientes dando respuesta a sus expectativas y demandas, generar satisfacción entre los empleados, conseguir una contrapartida económica que consiga cubrir todos los costes directos y gastos generales de la empresa, que le permita obtener un margen de beneficio suficiente para poderlo reinvertir y desarrollar el negocio y así contribuir al crecimiento económico y bienestar social. El perfil del emprendedor incluye:
Además, deberá tener conocimientos de dos tipos: Formación profesional: Su formación como gestor estará dirigida a la empresa en su conjunto. Es un “hombre orquesta”, capaz de elaborar un proyecto de empresa y ponerlo en marcha. No es necesario que sea un gran experto en todas las áreas de la empresa, pero si con criterios para tomar decisiones de marketing, legales, recursos humanos, tecnología, finanzas, etc. Esta formación conviene que la adquiera antes de iniciar la actividad y después se preocupe de estar actualizado. Oficio del sector: El conocimiento del sector o del “oficio” es necesario para entrar en un sector específico. Lo ideal es que tenga experiencia profesional en él, pero si no es así deberá aprenderlo o conseguir la colaboración de un especialista, como socio o profesional. Este conocimiento del sector supondrá múltiples contactos con: organizaciones empresariales, clientes potenciales, entidades financieras, asesores y consultores, administradores públicos, cámaras de comercio, etc. El objetivo es conocer los clientes, los competidores, las reglas de juego en el sector, las posibles estrategias de diferenciación, de posicionamiento inicial y las ventajas sostenibles de la empresa frente a su competencia. El éxito profesional del emprendedor requiere:
La idea de negocio es importante, pero la persona que aplica e implementa esa idea de negocio lo es más. De emprendedor a empresario. Sus funciones como directivo o gestor Un emprendedor es capaz de identificar una necesidad, materializarla en idea, reunir los recursos necesarios y llevarla a la práctica, transformando esa idea en productos y/o servicios que comercializará a través de una empresa. Pero, ¿Cuándo dicho emprendedor se convierte en empresario?. En el momento en que dicha empresa comienza a desarrollar su actividad y aborda el camino de la consolidación, alcanzando los objetivos inicialmente establecidos, el emprendedor comienza la senda de la “profesionalización”, transformándose en empresario. Es la etapa en que el emprendedor comienza a ejercer con eficacia las funciones de directivo o gestor. Y, ¿Cuáles son esas funciones que ejerce como directivo o gestor?: Aunque las funciones que se relacionan a continuación están enfocadas a las que ejerce el emprendedor como empresario, pueden aplicarse al responsable de cualquier grupo humano, teniendo en cuenta que en cada caso habría que adaptar su aplicación al grupo concreto. La gestión directiva es una combinación de ciencia y arte. Las principales funciones del gestor son:
Fuente: EOI |
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