En el ámbito empresarial, persuadir a alguien para que te confíe su tiempo y dinero no es poco común. Debes prepararte para estar listo para que tus clientes cuestionen tus intenciones o rechacen tus sugerencias. Esta es la razón por la que es fundamental comprender lo que le importa a tu cliente y tu empresa; a veces, se requieren habilidades de persuasión para que el cliente obtenga la mejor solución que puedes brindar.
Conoce cuán valioso es tener habilidades de persuasión, cómo volverse más persuasivo y qué evitar al persuadir a tus clientes. La importancia de las habilidades de persuasión Ponerte del lado de tu cliente es un beneficio siempre y cuando tengas buenas habilidades de persuasión. Las buenas habilidades de persuasión pueden ayudarte a: Toma medidas en tu beneficio Las personas dudan acerca de lo que no saben o no entienden. Estas reservas pueden impedirles crear mejores procesos o soluciones que quizás no sepan que son opciones. Con una persuasión efectiva, puedes ayudar a que los clientes estén más satisfechos. Gana el respeto de tus clientes y compañeros Ser capaz de influir en los demás es una habilidad que la alta dirección nota. Las habilidades persuasivas reflejan comportamientos de liderazgo vitales, y esa cualidad podría ayudarte en el crecimiento de tu carrera o incluso en las negociaciones. Convence de los productos y servicios que ofreces El rol del CSM (Customer Success Manager – persona encargada de mantener el contacto con los clientes de una empresa) es muy importante para tu empresa porque son buenos comunicadores, y buenos en la persuasión, haciendo posible que los puedas mantener comprometidos con tu empresa y convencerlos de comprar más productos o servicios. En resumen, aprender a persuadir a los clientes es crucial para el éxito de cualquier negocio o emprendimiento. La persuasión de los clientes es una habilidad esencial para cualquier empresario o emprendedor. Si se aprende a persuadir a los clientes de manera efectiva, se puede impulsar las ventas, generar lealtad, diferenciarse de la competencia y adaptarse a los cambios del mercado.
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El trabajo es lo que hace que los negocios funcionen: es la prioridad número uno. Las reuniones deben apoyar el trabajo; cuando no lo hacen, se convierten en una pérdida de tiempo que arruina la productividad. Pero como ha informado Harvard Business Review (entre muchas otras publicaciones), la administración está cada vez más enterrada en las reuniones. Las razones están por todas partes, pero generalmente se centran en que los líderes desean más control o creen (erróneamente) que hablar en grupos aclara y acelera.
Steve Jobs entendió esto. Sabía qué reuniones mantener y cuáles cortar. Y sabía cómo ejecutarlos de manera eficiente. Es hora de que volvamos a eso. Aquí está la Regla de 3, inspirada en el propio enfoque de Jobs para las reuniones de liderazgo (con algunos ajustes inspirados por otros líderes tecnológicos): 1. Mantenga la lista de invitados pequeña, idealmente, de tres a cinco personas ¿Su razonamiento? Cuantas más personas tenga en una reunión, menos productiva será. Demasiadas voces se convierten en un mar de ruido y es menos probable que consigas algo. De hecho, Jobs rechazó una invitación del presidente Obama a una reunión de tecnología porque, bueno, la lista de invitados era demasiado larga. Además, a medida que elabora su lista de invitados, sepa exactamente cuál será la participación o el papel de cada persona en la reunión. Si no pueden o no quieren contribuir, córtelos. Cualquiera que esté allí con fines informativos puede recibir una transcripción o grabación después del hecho. 2. Mantenga la agenda corta, no más de tres puntos El objetivo aquí es concentrarse. Con más de tres elementos en una agenda, es probable que se pierda en una madriguera de temas no relacionados y conversaciones paralelas. Es difícil saber qué conclusiones sacar y qué elementos de acción tiene al final cuando los elementos de la agenda se vuelven locos. Sea breve y asegúrese de que los tres puntos de la agenda estén claramente conectados con el propósito principal de la reunión. 3. Mantenga la duración máxima de 30 minutos Puede pensar que la esencia de una reunión determinada exige un intervalo de tiempo mayor, pero la ciencia nos dice que en gran medida termina siendo una pérdida de tiempo. Nuestra capacidad de atención es más corta que la de un pez dorado y nuestra resistencia mental es incapaz de sostener una discusión analítica significativa por mucho tiempo. Si mantiene las reuniones breves (máximo de 30 minutos) y agrupa la información clave en fragmentos digeribles (segmentos de uno a dos minutos), es más probable que salga de la reunión con una comprensión amplia. Sheryl Sandberg llevó esto un paso más allá, de hecho, mantuvo muchas de sus reuniones en 10 minutos. Cuestiona la necesidad de la reunión También está la cuestión de la necesidad. ¿Realmente necesitas tener una reunión? Hágase las siguientes tres preguntas; si la respuesta es no a todas, no programe una. ¿Esta reunión requiere comentarios de otros o es solo informativa? Si necesito comentarios/sugerencias, ¿una reunión es una forma más eficaz de obtenerlos que un mensaje o un correo electrónico? ¿Una reunión proporcionaría algo que un correo electrónico o mensaje no proporcionaría (como comentarios en el momento sobre problemas que están en constante evolución)? Finalmente, como nota general para los directores ejecutivos que recién están estableciendo una cadencia empresarial, considere la posibilidad de crear una cultura de reuniones minimalista. Siguiendo la Regla de 3, tenga en cuenta esta pauta general: La gerencia debe apuntar a programar no más de un minuto de tiempo de reunión por cada tres minutos de trabajo. En esencia, no se debe dedicar más de un cuarto de día a las reuniones.
Alguna vez te preguntaste si ¿una autoridad es un líder? o si ¿todo líder es autoridad?, de acuerdo a la actitud y la forma en la que se comunique el líder con su equipo puede ser considerado como líder o como jefe, ambos conceptos si bien son muy diferentes, el trabajo diario o las actividades pueden hacer que confundas su significado, unos días puedes portarte más como líder y otras como jefe, al final tus actitudes determinarán la autenticidad de tu liderazgo. Para evitar caer en ambigüedades, a continuación te presentamos 4 conductas que el líder debe mejorar para crecer.
1. Evade el resentimiento Si un integrante del equipo te levantó la voz cuando le llamaste la atención, no guardes resentimientos con él o ella, no guardes rencores y tampoco juzgues, asume el hecho como algo pasajero, no lo tomes personal. Cuando juzgas y guardas resentimientos y asumes lo peor, se nota normalmente cuando hablas o en tus actitudes. Las palabras y las acciones crean impresiones que toman más poder con el tiempo. Cuando ves que tus pensamientos están enterrados por una capa de resentimientos, practica la paciencia y recuerda perdonar, ese es el último antídoto contra el rencor. 2. Se empático Para entender a tu equipo primero debes ponerte en los zapatos de cada uno, entender sus necesidades, expectativas con el proyecto o el trabajo, si no lo haces puedes llegar a adquirir un comportamiento defensivo y asumir un rol más de autoridad que de líder porque ejerces presión sin escuchar a los demás y lo que estarás generando será temor y no amor y compromiso hacia la empresa. Para evitar esto último, respira y gana algo de perspectiva. Después de eso, será posible darte cuenta que tal vez estás reaccionando por instinto. Flexiona tu músculo empático haciendo mejores preguntas para llegar al centro del problema. “¿Cómo puedo ayudar?” es una pregunta simple que puede mover montañas. 3. Pasar de la queja a la acción El experto en coaching y liderazgo, Juan Carlos Vacaflor señala que el verdadero líder sustituye la queja por la acción y es que las quejas se han convertido en una práctica común de nuestro cotidiano que no hacen más que reflejar la negatividad en vez de pasar a la propuesta, “en vez de quejarte del frío, abrígate” afirma Vacaflor. Es así que el verdadero líder tampoco se queja de las personas, no los condena sino más bien da un punto de vista positivo o una solución colaborativa. No es tu papel ser el juez, jurado o ejecutor sino el de apoyar, motivar, orientar. 4. Evita aprovecharte de los demás En los equipos de trabajo hay trabajadores más cumplidos que otros, algunos más productivos que otros; no te aproveches de este grupo solo porque terminaron su tarea con anticipación pues asumirán el trabajo como explotación, más bien felicita y reconoce su esfuerzo. Así también es importante que reflexiones al equipo que el éxito o fracaso de uno es el éxito o fracaso de toda la empresa, para así exigir deponer ciertas actitudes de los que no son tan productivos para salir adelante. Recuerda que un líder debe crecer y mejorar constantemente, aplícalos y cuéntanos osbre tu cambio!
Hablar frente a varias personas es un proceso aterrador para muchas personas, pues el orador es el centro de atención, el público está viéndolo, analizando sus movimientos y escuchando si lo que dice es importante. Sin embargo, como líder o emprendedor deberás enfrentarte constantemente a exposiciones y presentaciones, ya sea ante tu equipo, organización, socios, clientes o posibles inversionistas o público de conferencia. Y debes hacerlo de la forma correcta para conectarte con la audiencia, persuadir, e incluso influir en sus vidas. A continuación presentamos algunos tips de orientación para afrontar estas situaciones:
1. Exprésate de forma dialógica y con un lenguaje sencillo Antes de dar una presentación ante una audiencia, se debe considerar primero que el público está constituido por personas con defectos como todos, entonces se debe asumir una expresión dialógica con ellos, conversar como si se estuviera hablando con amigos o colegas siempre en el marco del respeto y no usando un lenguaje vulgar. Así también para exponer ideas se debe manejar un lenguaje sencillo, reemplazar los términos rebuscados y técnicos por otras palabras que sean familiares para el público. En ese sentido, las ideas deben ser expresadas de forma clara sin ambigüedades. Más vale ir directo al punto que dar vueltas sobre un tema, pues esto provoca confusión. Esto te llevará a entablar mayor confianza con un público e incluso motivará la participación de los asistentes. 2. Organiza tus ideas Sin importar la amplitud del tema, organiza tus ideas en tres partes antes de la presentación. Determina:
3. Ejercita tu speech ¿Cómo vas a ser catalogado como buen conferencista o presentador si nunca lo has dado conferencias?. Una buena forma de ejercitar un speech o discurso es grabándote a ti mismo, luego escucha la grabación y corrige las fallas. Otra forma es invitar a amigos o familiares a que escuchen tu discurso, es mejor cometer errores delante de los amigos que ante más de 50 personas. Luego de las prácticas te sentirás más seguro y cómodo en las charlas o conferencias posteriores. 4. Jamás leas la presentación Se supone, o los demás entienden que tienes dominio del tema. Leer el texto, además de provocar monotonía en la disertación, sugiere que no estás preparado y por ello necesitas leer tus notas o las diapositivas plagadas de texto. En caso de que olvides algun dato, da un breve vistazo a la nota y prosigue con la presentación pero no hagas de ésto una constante en toda tu exposición. 5. Relájate y respira Una buena opción para calmar los nervios es respirar tranquilamente moviendo el diafragma suave y rítmicamente y dando inhalaciones largas y profundas. No inhales forzadamente ni rápido, esto denota mayor nerviosismo ante el público además que te puedes hiperventilar. 6. Sigue la regla “10 20 30” Otra forma de captar la atención y evitar que primeras personas se distraigan con sus celulares o laptops es a través de las imágenes y textos cortos en la presentación. Como señala el dicho “una imagen vale más que mil palabras” y si son imágenes interesantes /o impactantes con respecto al tema que se está tratando, ten por seguro que captarás la atención si no de todos, al menos de la mayoría. Estas imágenes acompañadas de ideas centrales planteadas en bullets, son muy didácticas para que el público las asimile claramente e incluso tome nota de las mismas. Sin embargo, tampoco se debe exagerar en la cantidad de diapositivas, Guy Kawasaki da la regla de oro con su idea de 10 diapositivas, 20 minutos y 30 puntos de fuente. Si el tema a tratar tiene varias aristas o es muy amplio puede incrementarse un poco el número de diapositivas, pero es más conveniente si te limitas a esa regla, así serás más eficaz en transmitir la idea y eficiente en el uso del tiempo. 7. No abuses de las estadísticas, ni de las citas Muchos líderes, conferencistas acuden a citas y estadísticas para respaldar el tema o la información que presentan ante el público; lo cual es correcto y necesario para argumentar algunos aspectos, pero tampoco se debe abusar en su uso pues se provoca confusión, el público ya no distingue qué información es relevante. En este punto, el presentador debe acudir a las ideas propias, éstas incluso pueden ser más interesantes para el público que las presentadas en citas, y son las que generalmente perduran en las notas del público. 8. Transmite energía En este punto, la edad no tiene nada que ver, para aquellos presentadores que ya no se sienten jóvenes y piensan que la energía es característica de los jóvenes solamente. Las charlas o presentaciones deben ser dadas por personas con energìa y actitud positiva. Si el orador se muestra serio, de pie en el podio y con voz fría y monótona se dirige al público estará transmitiendo ese actitud de frialdad, alejamiento, desconfianza, y por ende no se persuadirá en la audiencia. Más si el orador deja el podio para acercarse a su público, expresa una voz enérgica y actitud positiva ante la vida estará transmitiendo confianza, emoción lo que motiva a la participación y genera engagement con el público. 9. Se tú mismo Aunque muchos digan que las personas son como son, la verdad es que cuando uno se expresa en público quiere ser más enfático cuando se tiene voz suave; o trata de ser gracioso cuando en realidad es serio, o más serio porque siempre anda riendo. Al dirigirse a un público, uno se debe mostrar tal cual es, e incluso sacar provecho de ello, por ejemplo: si a alguien le encanta reír y hacer bromas, pues no viene nada mal darle el toque humorístico a la presentación, así de paso contagia la alegría. No se debe forzar las risas del pùblico, si uno no se ríe del propio chiste menos va a hacer reír a los demás. Los demás te recordarán por esa autenticidad, esa naturalidad y la gente dirá: “No he visto a nadie como él o como ella”. 10. Haz participar al público Lo ideal es que una conferencia o charla sea participativa, que la gente pregunte, comente o comparta alguna idea o experiencia; tarea dificil, pero no imposible. Hasta los grandes líderes u oradores se valen de ciertas estrategias para motivar la participación del público. En ciertos públicos, la mayoría se cohíbe de hacer preguntas, porque piensan que son demasiado simples u obvias para el experto, por eso es que al final de la presentación casi nadie levanta la mano para preguntar, pese al mar de dudas o inquietudes internas de la audiencia. El orador debe considerar esta situación y asumir ciertas estrategias para lograr la participación del público, como las fichas donde las personas que temen expresarse en público puedan anotar sus preguntas o comentarios, o por otro lado, el líder puede provocar la participación de su audiencia a través de preguntas, dinámicas y otro tipo de actividades.
Muchas veces a través de los medios de comunicación, se ve y se percibe a los líderes como entes con gran trayectoria, de éxito, con una imagen limpia y sin fallas, “¡No parecen de este mundo!” o “¡no se asemejan a las personas comunes que me rodean !, ¡no son como yo!”. Esa perfección es la que hace sentir a más de uno tan ajeno y tan lejano a ese mundo de los líderes.
Sin embargo, esta imagen que construyen los medios de comunicación y que terminamos creyendo, no es lo que el liderazgo verdaderamente implica. Para entender esto, se debe tomar en cuenta que el líder, no es un ente foráneo, extraño; es persona. Diferentes autores y líderes identificaron los mitos que envuelven a la imagen del líder y quiebran el sentido del verdadero liderazgo, se rescatan algunas recomendaciones del profesor de la Universidad Antonio de Nebrija de España, Francisco Alcaide: 1. Todos los managers/ directores/ autoridades son líderes Liderazgo no es una posición desde la que se ejerce el poder. No sé por qué se llama líder al presidente de un gobierno, al CEO de una empresa, al director de un colegio, al gerente de un hospital. Son cargos, títulos, nada más. De hecho, el drama de muchas instituciones es que son presididas por personas sin ninguna autoridad personal. A menudo ocurre esto con gente con excelentes capacidades técnicas pero escasas dotes de gestión que son encumbrados a posiciones directivas. Los managers son buenos para monitorear y mantener sistemas y procesos. Ellos contratan gente, pero no pueden impulsar el mejor desempeño de las personas y llevar a la organización más allá de donde está. En tanto, el liderazgo siempre involucra cambio, mejora y crecimiento. 2. Hay líderes innatos James M. Kouzer en “El líder del futuro” dice: “el liderazgo no es un gen”. Aunque alguien tenga cierta predisposición a liderar, debe aprender las habilidades de liderazgo. Un joven que mida 1.90 metros podría tener predisposición a jugar basquetbol, pero necesita aprender a jugarlo antes de tener éxito. A bailar se aprende bailando; a cocinar se aprende cocinando; a conducir se aprende conduciendo… y a dirigir se aprende dirigiendo. No hay más: sin sufrimiento no hay crecimiento. El liderazgo puede estar más latente en unos que en otros, pero uno debe enfocarse en desarrollar ciertos comportamientos, y no en los antecedentes biológicos. 3. El líder se hace solo Esa premisa es falsa, el líder necesita de un equipo. Un directivo no es nadie sin su gente. Da orientaciones, pone límites, inyecta ilusión, pero es la suma de voluntades la que hace que las cosas ocurran. Charles C. Manz en “Superliderazgo”, citando a Lao Tse, escribe: “El mejor líder es el que apenas se hace notar, no aquel al que la gente obedece y aclama, ni al que todos desprecian. 4. Un buen líder es el que más habla En realidad el verdadero líder habla poco, y cuando ha concluido su trabajo y alcanzado su propósito, la gente dirá: "lo hicimos nosotros”. Los éxitos son siempre colectivos. Además, muchas veces, en la trastienda de estos éxitos se hallan las personas, las que hacen una labor callada, discreta, poco vistosa, pero enormemente eficaz. El liderazgo abarca a todas las personas. Cada uno en su puesto y en su responsabilidad haciendo lo que tiene que hacer. 5. El líder es imprescindible El verdadero líder desea y trabaja por ser prescindible; porque entonces habrá cumplido su papel con plenitud. El médico anhela que el enfermo se recupere; el padre que su hijo madure; el profesor que el alumno despliegue las alas por sí solo. El líder puede ser puntualmente necesario pero poco a poco debe ir dando pasos al costado. Saber decir adiós y no perpetuarse en el puesto, esa es una de las muestras de mayor sabiduría directiva. Sin embargo, ésta no es una decisión fácil para la mayoría de los mandos que, acostumbrados a los privilegios y reconocimientos del cargo, se resisten con frecuencia a alejarse de su trono y por causas del destino dejan de permanecer al mando sin haber sembrado la semilla del liderazgo en la empresa, sin haber dejado el legado habrá dejado a la empresa en penumbras. 6. El líder está sentado en su "trono" como autoridad mientras los demás trabajan El liderazgo es comunicación. No se puede ser líder desde la distancia, entre cuatro paredes, instalado en el despacho sin contacto con la gente. El líder está permanentemente alrededor de su equipo. Sin comunicación no hay liderazgo. El ex CEO de General Electric, Jack Welch, afirma: “Por encima de todo lo demás, los buenos líderes son abiertos. Van arriba y abajo, y dan vueltas por todos los rincones de sus organizaciones para llegar a la gente. No se quedan en los canales establecidos. Son informales. Son directos con la gente. Hacen que ser accesible se convierta en una religión para ellos”. 7. Los líderes siempre tienen las respuestas correctas En lugar de respuestas, los líderes hacen las preguntas correctas y en su gente encontrarán las mejores respuestas. Si la gente siempre responde es porque se está impulsando su capacidad de pensar. Y si todos en la empresa siguen haciéndose las mismas preguntas, entonces no se está innovando. Sin cuestionarse y sin curiosidad, los líderes simplemente administran usando respuestas familiares. No se trata tanto de saber las respuestas, sino de saber a quién preguntar. 8. El liderazgo se trata de ambición El liderazgo se trata de trabajar para alcanzar un bien mayor no individual sino colectivo. No hay nada de malo con la ambición, pero si lo que haces únicamente sirve a uno, entonces no se está liderando. Cuando todos los demás también se esten beneficiando (clientes, colegas, vendedores, la comunidad), ésa será la señal de un liderazgo efectivo. 9. “Todos pueden liderar" Nadie puede liderar si no tiene el deseo y la voluntad de hacerlo. No puedes obligar a las personas a liderar; la voluntad es la clave del liderazgo efectivo. Este dese debe ser constante para continuar mejorando. Mejorar se trata de dejar atrás el pensamiento común, las mentiras y los mitos para alcanzar la sabiduría. Si se conoce la verdad, entonces será libre y se podrás convertir en mejor líder. 10. El líder dice a los demás lo que deben hacer El liderazgo es acción. La persona debe liderar con la coherencia y el ejemplo. Tú debes ser el cambio que deseas ver en el mundo”, aconseja Mahatma Ghandi. “El ejemplo no es una de las maneras de influir en los demás, es la única”, sentencia Albert Schweitzer. El directivo debe ir siempre abriendo camino con sus actos si quiere que el equipo lo acompañe. Y en este proceso la concordancia entre lo que se piensa, dice y hace afianza y consolida al equipo. Su ausencia, por el contrario, es el comienzo del descrédito que redunda en desánimo y, consecuentemente, en falta de voluntad. Estos mitos deshacen la imagen del líder que se tiene en mente. Esa será la tarea de desmitificar y construir un liderazgo más humano, confiable, humilde que motive la acción.
Si bien es muy difícil ganar de inmediato a una multitud, es también muy fácil para los líderes conferencistas perder al auditorio dentro de los primeros minutos de una presentación.
Para asegurarte de no perder a tu audiencia, Boris Veldhuijzen van Zanten, emprendedor y fundador de TwitterCounter y The Next Web, menciona 10 cosas que nunca deberías decir durante tus presentaciones: 1. Estoy de sueño/ cansado / resaca No es seguro de dónde viene, pero en una de cada cinco presentaciones el líder o conferencista comienza con una excusa: "Sólo me invitaron ayer", o "Estoy muy cansado de mi viaje", o alguna otra excusa poco convincente para la audiencia que realmente no quiere oír. Nosotros, el público, sólo queremos ver que das lo mejor de ti. Si te sientes mal y no puedes dar lo mejor de ti, tal vez deberías haber cancelado la conferencia. Toma una pastilla, toma un café expresso y ¡sale con todo! 2. ¿Puedes oírme? ¡Sí puedes! Esta es la forma en la que muchas personas comienzan sus discursos. Tocan el micrófono tres veces, y gritan: "¿Pueden oírme todos atrás?" y luego sonríen disculpándose cuando esto es evidente, sí, todo el mundo puede oírlos, pero nadie levantó la mano. No es tu responsabilidad verificar el audio. Hay gente para eso. (Y si no hay, mejor probar el volumen antes de la conferencia). Pero si hablas por el micrófono y da la impresión de que no está funcionando, simplemente, relájate, cuenta hasta tres, y vuelve a intentarlo. Si todavía piensas que el sonido no está funcionando, con calma camina hasta el borde del escenario y pide discretamente al moderador para que lo compruebe. En todo momento, sonríe a la audiencia y luce confiado. Supongamos que todo funciona hasta que se demuestre lo contrario, entonces mantén la calma y aguarda una solución. 3. No puedo verte porque las luces son demasiado brillantes Sí, cuando estás en el escenario las luces son brillantes y calientes y es difícil ver a la audiencia. Pero ellos no tienen que saber de todo eso. Sólo mira a la oscuridad, sonríe a menudo, y actúa como si te sintieras en casa. No dudes en entrar en la audiencia si quieres verlos de cerca. Y no te cubras los ojos para ver a la gente, solo pide educadamente a la persona encargada que encienda las luces de la sala para contar las manos o hacer una pregunta a la audiencia. Aún mejor, habla a la gente de las luces con anticipación para que sepan cuando necesites que enciendan las luces. 4. Voy a volver a eso más adelante Si tropiezas con un público ávido de aprender e interactuar, toma esta oportunidad para disfrutar esta situación. Si alguien tiene una pregunta que se dirigirá en una próxima diapositiva salta a ella de inmediato. Si alguien es lo suficientemente valiente como para levantar la mano y hacer una pregunta, felicítalo e invita al resto de la audiencia a hacer lo mismo. Nunca postergues nada. 5. ¿Puedes leer esto? La regla común es hacer que el tamaño de la fuente en las diapositivas sea el doble del promedio de edad de la audiencia. Sí, eso significa que si esperas que la audiencia tenga 40, en promedio, entonces coloca un tamaño de fuente de 80 puntos. No serás capaz de adaptarte a una diapositiva con gran cantidad de texto, lo cual es muy bueno y nos lleva al siguiente punto. 6. Déjenme leer esto en voz alta para ustedes Nunca, nunca, nunca, ni en un millón de años agregues demasiado texto a una diapositiva dado que la gente va a pasar el tiempo leyéndolos. Y si lo haces, siéntete absolutamente seguro de no leerlo en voz alta para ellos. La mejor manera de perder la atención de tu audiencia es agregando texto a una diapositiva. Esto es lo que sucede cuando se tiene más de cuatro palabras en una diapositiva: la gente empieza a leerlo. ¿Y qué pasa cuando la lectura da inicio? Ellos dejan de escucharte. Utiliza únicamente títulos cortos en las diapositivas, y memoriza cualquier texto que desees que la audiencia lea. O, si debes incluir una impresionante cita de tres frases, anuncia a todo el mundo que deberían leer la cita y entonces se tomarán de seis a diez segundos para poder leer. 7. Apaga tu teléfono / ordenador portátil / tablet Hubo un tiempo en el que se pedía a la audiencia apagar sus dispositivos. Ya no más. Ahora la gente tweetea citas impresionantes que produces, o toma notas en sus iPads. O juega al solitario o revisa el Facebook. Tú puedes pedir a la audiencia cambiar sus teléfonos a modo silencioso, pero aparte de eso sólo tienes que asegurarte de que tu discurso sea increíblemente inspirador para que ellos cierren sus laptops, ya que no quieren perder ni un segundo de lo que estás diciendo. Exigir atención no funciona. Gana la atención en vez de ello. 8. "No necesitas apuntar nada o tomar fotos, la presentación estará en línea más tarde" Es genial que subas a la red tu presentación. Pero si se trata de una buena presentación, ésta no contendrá demasiadas palabras (véase el punto 4) y no será de mucha utilidad para el público. Para muchas personas el acto de escribir es una manera fácil de memorizar algo que han escuchado. En definitiva, permite que las personas hagan lo que quieran durante tus presentaciones. 9. "Voy a responder a esa pregunta" Por supuesto, es impresionante si se contesta a una pregunta de inmediato, pero hay que hacer otra cosa primero. A menudo, la pregunta de un miembro del público será clara para ti, pero no para el resto de la audiencia. Así que por favor señala: "Primero, voy a repetir esa pregunta para que todos puedan escucharlo", y luego la responderé. Además, cuando tienes el hábito de repetir las preguntas, te da un poco más de tiempo para pensar en una impresionante respuesta. 10. “Va a ser algo breve” Esta es una promesa que nadie cumple. Pero muchas presentaciones comienzan de esa forma. Al público no le importa si es breve o no. Han invertido su tiempo y sólo quieren estar informados e inspirados. Así que dí: "Esta presentación va a cambiar tu vida", o, "Esta presentación está programada para durar 30 minutos, pero voy a hacerlo en 25 minutos para que puedan salir a tomar un café antes de lo esperado." Entonces todo lo que tienes que hacer es mantener esa promesa, lo que me lleva al último punto. Consejo adicional: "¿Qué, estoy fuera de tiempo, pero tengo 23 slides más?" Si vienes preparado y necesitas más tiempo de lo permitido, lo arruinaste. Debes practicar tu presentación y hacer que encaje dentro del tiempo asignado. Mejor aún, termina cinco minutos antes y pregunta si alguien tiene preguntas. Si no lo hacen, invítalos a tomar un café para hablar personalmente con ellos. Dar cinco minutos a la audiencia ayuda a ganar su respeto y gratitud. Tomar cinco minutos más de su tiempo los enoja y los aleja. Al respecto, un factor muy importante además de sonreír, es expresar Gratitud a la audiencia, porque invirtió su tiempo para escucharte, porque considera importante tu presentación, porque tiene expectativas sobre los temas que vayas a tocar en tu charla, o porque invirtió dinero. Al agradecer a tu audiencia en la apertura de la conferencia y al finalizar, les brindará sensación de valía personal, tendrán una actitud más receptiva para contigo y esto también te permitirá construir vínculos con la audiencia. Conclusión Ven preparado, sé tú mismo y sé profesional. El público te amará por ser claro, por ser serio y por no desperdiciar su tiempo.
Las reuniones deben ser un motor de productividad en el lugar de trabajo. Es decir deben ser eficientes, deben ser un espacio donde las personas reunidas comparten ideas, debaten asuntos, superan obstáculos y se plantean conclusiones. Sin embargo, las actuales reuniones quiebran esta figura, dado que terminan siendo un espacio para charlar, en la cual las ideas se diluyen rápidamente y no se llega a conclusiones. Al final la reunión resulta ser una pérdida de tiempo, de dinero y no se llegan a cumplir los objetivos para los que se convocó a la reunión.
Por estos motivos es que las empresas han optado por prohibir reuniones del equipo de trabajo, pues de acuerdo a los ejecutivos el 67% de las reuniones que se realizan son fallidas. Sin embargo, esto no quiere decir que la solución al problema sea el quitar las reuniones de la jornada laboral y ya, la solución pasa por ser más productivos atacando a las causas del problema. ¿Cuáles son los factores que hacen a las reuniones improductivas? La falta de organización y preparación: generalmente algunos empresarios convocan a reunión por un problema aparente o tema circunstancial, no se analiza si es necesario convocar a reunión y tampoco se prepara con anticipación los materiales ni los temas específicos a tratar en la misma. Es así que en la reunión se tiende a improvisar. Por otro lado, ante la falta de seriedad y de un orden en la reunión, los participantes desvían su atención a otras actividades: revisan el correo electrónico de sus portátiles o móviles, leen sus mensajes y se producen otro tipo de distracciones durante una reunión. ¿Cómo evitar estas falencias en la reunión? Aunque parezca que el problema es la falta de atención de los participantes y lo que acontece en la reunión en sí, en realidad; es la falta de planificación lo que deriva en una reunión improductiva. La formulación de un plan -con anticipación- y su ejecución hará que una reunión exitosa. Para lograr que tus reuniones sean productivas primero planteate las siguientes preguntas: Preguntas previas
Una vez que haz determinado hacer la reunión sigue los siguientes tips:
Las grandes enseñanzas de líderes, empresarios y personajes de la historia están reflejadas en sus palabras y sus acciones. He aquí las 20 mejores frases inspiradoras y motivadoras de liderazgo para alcanzar el éxito. Sigue las frases:
"El liderazgo es una oportunidad de servir; no de lucirse." J.Walters. "La única función real del líder es producir nuevos líderes, no más seguidores:" Ralph Nader. "Una de las pruebas del liderazgo es la capacidad de reconocer un problema antes de que sea una emergencia." Arnold H. Glasow "No se trata de una personalidad magnética, eso puede ser sólo facilidad de palabra. Tampoco de hacer amigos o influir sobre las personas, eso es adulación. El liderazgo es lograr que las miradas apunten más alto, que la actuación de la gente alcance el estándar de su potencial y que la construcción de personalidades supere sus limitaciones personales." Peter Drucker. “El pesimista se queja del viento. El optimista espera que cambie. El líder arregla las velas.” John Maxwell. "Un hombre con ideas es fuerte, pero un hombre con ideales es invencible." "Un líder es mejor cuando la gente apenas sabe que existe, cuando su trabajo está hecho y su meta cumplida, ellos dirán: Lo hicimos nosotros." Lao Tzu, filósofo chino. "Ser poderoso es como ser mujer. Si le tienes que decir a la gente que lo eres, entonces no lo eres." Margaret Thatcher, Primera Ministra de Reino Unido. “Gestión es hacer las cosas bien, liderazgo es hacer las cosas.” Peter Drucker "La innovación es lo que distingue al líder de los seguidores." Steve Jobs "Tomas a la gente por qué tan lejos irá, no por qué tan lejos quiere ir." Jeannette Rankin, primera mujer elegida en el Congreso de Estados Unidos. "Los líderes sobresalientes salen de su camino para potenciar el autoestima de su personal. Si las personas creen en sí mismas, es increíble lo que pueden lograr." Sam Walton, fundador de Walmart y Sam’s Club. "Algunas personas quieren que algo ocurra, otras sueñan con que pasara, otras hacen que suceda." Michael Jordan "Nadie puede hacerte sentir menos sin tu consentimiento." Eleanor Roosevelt, primera dama estadounidense. "El liderazgo es la capacidad de transformar la visión en realidad." Warren Bennis, gurú en los estudios de liderazgo modernos. “En pocas palabras, un líder es un hombre que sabe adónde quiere ir, se ponde de pie y va.” John Erskine “Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y ser mejores, eres un líder.” Jack Welch “Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre.” Anónimo “Los lideres piensan y hablan sobre soluciones. Los seguidores piensan y hablan sobre problemas.” Brian Tracy
Un líder emprendedor no puede alcanzar el éxito trabajando sólo, el verdadero líder se rodea de personas hábiles para que ayuden a jalar el carro hacia adelante, en otros términos, a echar a andar el negocio o el emprendimiento. Pero qué pasa si estas personas dan muestras de cansancio, desinterés, impuntualidad, ineficiencia entre otras cosas. Muchos de esos problemas se deben a la escasa motivación que existe hacia el equipo de trabajo.
El éxito de tu empresa depende de un equipo fuerte y motivado, bajo esa premisa se presentan estos 10 tips para motivar a tu gente, quienes se constituyen en tu segunda familia y es la que sostiene los pilares de tu empresa: 1. Observa a tu equipo Cuando percibas algunas continuas falencias en el proceso de trabajo, como: demoras en la presentación del producto, distracciones de los trabajadores, retrasos en entrega de informes, impuntualidad, y otros; ¡preocúpate! Algo está sucediendo con tu equipo. Asume estas actitudes como síntomas de falta de motivación, una observación a sus actitudes te mostrarán lo que ellos necesitan. Observa cuidadosamente a cada uno de ellos y percibirás que tienen diferentes necesidades. 2. Escucha a tu equipo Luego de observarlos, confirma tus percepciones reuniéndote con cada uno de ellos para escuchar el motivo del problema y pregunta sobre sus necesidades y lo que quieren en la empresa. Algunos expresarán su deseo por mayor salario, por ascenso, o mayor responsabilidad en algún proyecto, otros observarán el sistema de trabajo, los horarios y otros varios factores. Conocer y tomar nota de cada necesidad te revelará las respuestas a esas falencias y las formas para motivarlos. El solo hecho de escucharlos ya es dar un gran paso pues significa que estás dando importancia al individuo que forma parte del equipo, y él/ella se sentirá considerado (a) como un valor en la empresa y no como un empleado más. 3. Plan de acción Ya los escuchaste y tomaste nota de las necesidades de tu equipo sugiérele propuestas motivadoras y juntos planifiquen la mejor forma de mejorar su ambiente laboral en el marco de los objetivos y expectativas de la empresa. Por ejemplo, una mujer que tiene hijos pequeños aguardará la hora de salida para ir al encuentro de sus hijos y atenderlos, esto no significa que haya irresponsabilidad o carencia de compromiso para con la empresa, sino para los empleados -especialmente para las trabajadoras madres el motivo familiar es más fuerte. Para el caso el gerente deberá ser más tolerante e incluso hallar formas para que los hijos de la madre estén más seguros. Ante esta situación, varias instituciones y grandes empresas han optado por abrir guarderías o centros de cuidado infantil para los niños, ésta puede ser una opción para estos casos. 4. Brinda información completa de la empresa Para los gerentes de empresas grandes que cuentan con más de 100 empleados, tal vez sea algo difícil brindar información completa de la empresa a cada uno sus trabajadores. Sin embargo esta tarea es necesaria, ¿cómo se piensa generar ese compromiso de los trabajadores con la empresa si se les otorga información limitada o nula sobre la misma? Es importante que los trabajadores tengan información sobre la visión, misión, principios, la estructura, el cómo funciona, y cuál su rol dentro de la empresa; mejor si es previo al inicio de sus funciones. Esto contribuirá a que los trabajadores se sientan más vinculados a ella y poco a poco se genere un sentimiento de pertenencia con la entidad y con la marca que vende la empresa. 5. Da el ejemplo ¿Cómo puedes exigir mayor puntualidad, más responsabilidad, más eficiencia si como jefe de la empresa incumples alguno de estos valores? Muchas veces, las palabras salen sobrando y la mejor forma de exigir estas actitudes y valores a tu equipo de trabajo es con el ejemplo. Cómo líder empresarial tus actos tienen una mayor influencia motivacional sobre tu equipo. Si muestras responsabilidad, compromiso, respeto hacia los demás acompañado de una actitud positiva te constituirás en un agente motivacional para los demás. 6. Estimula a tu equipo Muchas veces unas cortas frases de reconocimiento al esfuerzo de tus trabajadores significa mucho para cada uno de ellos. Las Frases: ¡Bien hecho!, ¡felicidades por tu análisis!, ¡gracias por la propuesta! Alientan a tu equipo a dar más de sí y más aún si esto se hace en público. Ahora en caso de hallar alguna falencia, o error en el trabajo de uno de ellos lo justo es conversar con él de forma privada y si la situación amerita llamarle la atención por sus actos. Esto forma parte de un ambiente cálido, y para fortalecerlo demuestra normas de cortesía, se amable y respetuoso con todo el mundo. Saluda a las personas por su nombre y sea agradecido siempre. 7. Delegar Delegar algunas responsabilidades a ciertas personas del equipo demuestra que tienes una gran confianza en él/ella para lograr que el trabajo se haga. Cuando delegas estimulas a que los trabajadores generen nuevas habilidades, más responsabilidad, más empatía hacia el anterioir responsable de esa área de trabajo y el empleado está más direccionado a solucionar problemas, crear procedimientos más eficientes y desarrollar nuevos productos. Esto motivará a que rinda más en el trabajo. 8. Estimula el desarrollo de conocimiento Si alguien estuvo llegando tarde por razones de estudio, en vez de llamarle la atención muestra interés y apoya la iniciativa de tu trabajador por superarse. Dale mayor tolerancia, recomienda a tu trabajador a universidades o programas, algunos gerentes incluso brindan cierto apoyo financiero o becas a los empleados. Entonces es importante que como gerente brindes oportunidades de aumentar los conocimientos y habilidades para contar con un equipo capacitado. Verás que les gustará trabajar para ti porque estás brindando las condiciones para hacer realidad sus sueños. Esto también te beneficia a ti por la experticia que gana tu equipo para hacer la empresa más productiva. 9. Mantén a tu equipo actualizado Una de las formas de que tu negocio o emprendimiento crezca es aplicando propuestas innovadoras ya sea en el productos/servicio, en el proceso de producción o en la distribución, si tu empresa sigue haciendo lo que hace 5 o 10 años no está innovando. Asume que las ideas frescas también vienen de tu equipo y para motivarlas necesitas aun equipo actualizado en las últimas tendencias, última tecnología, nuevos procesos o herramientas. Dotarlos de conocimiento nuevo hará que su trabajo sea más eficiente. Entones capacita a tu equipo en la aplicación de esas herramientas o sistemas. Invierte en cursos de capacitación y dota de nuevos equipos o maquinaria, esto a mediano y largo plazo traerá grandes frutos. 10. Evalúa el desempeño Una vez aplicado el plan motivacional en tu equipo, es momento de evaluar su desempeño en base a las expectativas y objetivos de la empresa que diste a conocer con anterioridad de acuerdo al punto 3 del Plan de acción. La evaluación demostrará si el trabajador ha cumplido o no las expectativas, si el resultado es positivo recompensa el trabajo realizado y fija nuevas metas realistas con él. Por otro lado, si pese a la motivación el trabajador no ha respondido a los objetivos de la empresa, las deficiencias obedecen a la irresponsabilidad del empleado y el gerente puede prescindir de él. Dar término a una relación laboral es la última vía cuando todos los otros esfuerzos no hayan satisfecho al trabajador. Estos son algunos pasos prácticos y sencillos para aumentar la motivación de tu personal. De ti depende llevarlos a la práctica y mejorar tanto el ambiente de trabajo como el rendimiento de los empleados.
Si la confianza podría ser embotellada, sería una sensación nocturna. La confianza es un rasgo que admiramos en los demás y lamentamos la ausencia de no tenerla nosotros mismos. Pero mientras algunas personas podrían solo haber nacido con confianza, ésta es una habilidad que el resto de nosotros puede adquirir fácilmente.
Como todos los mejores artistas y oradores públicos saben, la confianza se relaciona con la apariencia y la sensación que provoca una persona. Así que donde mejor empezar a perfeccionar su confianza es en su voz, una de las herramientas más importantes que tienes que dar a los demás una impresión favorable. Como psicóloga y autora Larina Kase dice: "La verdadera confianza no es pensar que se obtendrá un gran resultado. Es saber que tú puedes manejar cualquier resultado". Es así que presentamos 10 secretos para sonar confiado, consejos de expertos que hacen que estés preparado para el éxito en cualquier situación profesional o te sientas seguro y capaz de hablar en público. 1. Práctica La clave para hacer algo bien es hacerlo frecuentemente y el discurso o presentación no es la excepción. Cuando estás nervioso acerca de una conversación difícil, como captar la atención de tu jefe para un aumento de sueldo, o una charla programada en frente de una audiencia, practica de antemano lo que vas a decir. Un Experto en hablar en público de Dale Carnegie recomienda el uso de un micrófono real o suplente, si usted va a utilizar uno durante el evento real. Grábese a sí mismo, esa es también una buena manera de saber si usted está utilizando el mejor ritmo y pausas. También le permite evaluar su voz para una mayor claridad y volumen. 2. No articules una declaración en forma de pregunta La gente se hace preguntas cuando les falta información o quieren la aprobación de una idea o decisión. Mientras no haya nada inherentemente equivocado con cualquiera de esas situaciones, ambas cuestiones pueden hacerte parecer vulnerable. Para proyectar sus ideas con confianza, no deje que su voz se vaya hacia arriba al final de una oración. Mantenga un tono uniforme de la voz y termine sus declaraciones con puntos, no signos de interrogación. 3. Reduce la velocidad Carmine Gallo, autor de Charla como TED, expresa que 190 palabras por minuto es la tasa ideal de voz para hablar en público. A esta velocidad, su audiencia sentirá como si estuvieras hablando menos con ellos y más como usted en una conversación durante el almuerzo. Por otro lado, si usted habla demasiado lento se corre el riesgo de poner a su audiencia a dormir. Y si hablas demasiado rápido puede sonar poco profesional o nervioso, como si estuviera tratando de acabar de una vez lo más rápido que pueda. Es por eso que 190 palabras por minuto es el punto dulce se debe aspirar. 4. Utiliza las manos El lenguaje corporal que acompaña su mensaje es tan importante como las palabras que salen de tu boca. El público percibe a los presentadores para tener rasgos más positivos tales como el calor y la energía cuando utilizan una variedad de gestos, de acuerdo a Carol Kinsey Gorman, Ph.D. , una coach ejecutiva y consultora en comunicación no verbal. Mientras que algunos gestos físicos, como juguetear con la ropa o con el cabello, puede distraer o transmitir una falta de confianza, usar las manos cuando se habla es una gran manera de comunicar tu entusiasmo y conocimiento sobre el tema, pero tampoco se debe exagerar en ello. 5. Tira a la basura advertencias y frases de relleno ¿Alguna vez comenzaste tu discurso con frases como "Esto es sólo mi opinión", "Lo siento", "Todavía estoy trabajando en esto", "Bueno", "quiero decir", o cualquier número de otros prefacios negativos o inútiles. La mayoría de las personas lo hacen por una cuestión de hábito o nerviosismo, pero salvedades y cargas pueden dañar el tono confiado que estás tratando de expresar. En lugar de ello, di lo que quieres decir y nada más. Por ejemplo, "Debemos llevar esta presentación a una dirección diferente", es mucho más persuasivo que, "Bueno, creo que deberíamos llevar este terreno de juego en una dirección diferente, pero todavía estoy tratando de encontrar la mejor ruta a tomar". 6. Mantente hidratado Cantantes profesionales tienen a disposición sus bebidas favoritas previas al show para calmar y preparar sus cuerdas vocales. Y mientras tú no necesites alcanzar una octava durante tu próxima conferencia telefónica, la hidratación es igualmente importante para los líderes que van a dar un discurso. Los estudios muestran los efectos positivos de la hidratación en las cuerdas vocales; básicamente, las mantiene hidratada y mejora el sonido de tu voz. Beba agua con regularidad durante todo el día para contar con los mejores resultados. 7. Expresa gratitud El Dr. Ramiro Zúñiga explica el vínculo entre la gratitud y la confianza: "Cuando un líder muestra gratitud, ayuda a crear una atmósfera positiva. La pantalla de gratitud transmite el mensaje de que todo está bien y yendo para adelante". Por lo tanto, agradecer a tus compañeros de trabajo por sus informes directos, por sus contribuciones y logros es otra manera de decir que la empresa está creciendo y va en camino de hacerlo aún mejor en el futuro. Inicie la conversación con un poco de gratitud, incluso un "Gracias por venir", y transmitirás confianza desde el principio. 8. Inserta sonrisas en su discurso ¿Has oído el dicho de que las sonrisas son contagiosas? Christine Clapp, un experto de habla pública de la Universidad de George Washington, explica los beneficios de la sonrisa tanto para el líder que habla como para el público: "sonreír, no sólo hace a tu voz más agradable de escuchar, sino que también transmite confianza… parecerás amigable , accesible, y compuesto". Esa es razón más que suficiente para sonreír la próxima vez que des una charla importante. 9. Utiliza el silencio como ventaja ¿Cuál es tu miedo más grande de hablar en público? Para muchas personas, es el silencio. Se preocupan por olvidar una idea importante o perder su tren de pensamiento a mitad de una frase. Los oradores que tratan de involucrar a sus audiencias con preguntas se preocupan de que nadie va a responderles. Pero el silencio no es su enemigo; de hecho, puede ser una poderosa herramienta de confianza y de proyección. El coach en discurso Profesional, Gary Genard señala que las audiencias necesitan pausas estratégicas con el fin de retener y comprender puntos importantes. Además, la capacidad de vivir con silencios, ya sea de su propia creación o de la audiencia, hace parecer confiado. 10. Mantén una buena postura Mantener la cabeza en alto y girar los hombros hacia atrás no sólo va a hacerte lucir confiado; sino que mejorará también el sonido de tu voz. Una buena postura le permite respirar profundamente y que el aire salga a través de tu abdomen, es así como actores y otros oradores públicos proyectan sus voces para que resuenen claramente en todo el espacio. Así que para maximizar la potencia de su voz, siéntese o póngase de pie y tome una respiración profunda. |
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