El objetivo de este tema es interpretar el desarrollo sustentable desde una visión sistémica, entendiéndolo en un sentido dinámico y evolutivo. Del mismo modo se habla de las propiedades que deben estar presentes. Y por último se indica los factores para garantizar la sustentabilidad ambiental.
El Sentido dinámico y evolutivo El crecimiento, considerado como el predominio del factor intensivo (cantidad/tiempo) de carácter cuantitativo, se contrapone a la noción de desarrollo, en el que predomina el factor extensivo (difusión) de carácter cualitativo (Hernández Álvarez, 2005). El desarrollo del sistema hay que entenderlo en un sentido dinámico y evolutivo, propio de la epistemología de la naturaleza y de la complejidad, por el que metafóricamente se puede interpretar como desenvolvimiento, despliegue o revelado, en suma como la forma de hacer visible una imagen latente, siendo así la explicación en suma del proceso natural del modelo moderno de todo sistema complejo. (Bueno Campos, 2005). Se define así como la adquisición de una mayor complejidad y mejores instrumentos especializados para lograr mejor eficiencia. Mediante el desarrollo el objeto o la organización se hace competente para cumplir objetivos más ambiciosos, más sofisticados y numerosos. El desarrollo es así la facultad del sistema para generar una red de constituyentes más compleja, en la cual se definan, diferencien y especialicen las funciones, de un modo más eficaz y eficiente, para la cohesión, la adaptabilidad y la subsistencia del conjunto. Al aplicar esta concepción sistémica al desarrollo económico y social, se considera, que aparte de incluir satisfacciones inmateriales, incluso emocionales, tiene más que ver con la calidad el conjunto de bienes y servicios, considerándose como meta o estado ideal, y también como un proceso dirigido hacia una meta y objetivo. Propiedades -emergentes- Para que el sistema funcione como un todo existen propiedades que deben estar presentes. Estas se conocen como propiedades -emergentes- que significan aquellas distintas de las partes que los componen y que solo emergen por la acción del sistema. El desarrollo, al igual que la inteligencia, son considerados propiedades emergentes de sistemas regionales complejos y altamente organizados. El desarrollo no se encuentra en ninguno de los componentes que le dan vida (llámese infraestructura, capital financiero o nivel educacional) Quizás una de las mayores contribuciones y dificultades de la concepción de Desarrollo Sostenible haya sido introducir una visión sistémica y orgánica del mundo en pleno momento de reinado del cartesianismo en las ciencias. El territorio es un espacio de articulación estructurado y sistémico del desarrollo sostenible y de sus componentes: crecimiento económico, equidad y sustentabilidad. (Vergara, 2004) Asumir el paradigma sostenibilista implicó un cambio de percepción configurándose una concepción correspondiente a un mundo interconectado, un mundo orgánico continuo, fluido, total (Briggs y Peat, 2000) En este nuevo contexto cognitivo puede entenderse el desarrollo territorial como una propiedad emergente de un sistema territorial complejo, altamente sinergizado (Boisier, 2000). El desarrollo sería entonces un fenómeno propio de la simultaneidad y no de la secuencialidad. Si esto es así, no importan tanto los capitales o variables del desarrollo (como el capital social o el capital humano) sino el capital sinergético, articulador de las demás formas de capital, capaz de generar un aumento de la densidad de la sinapsis es decir la transmisión de información entre los componentes sistémicos y la energía del sistema. Con la comprensión de la estabilidad de los sistemas complejos la sustentabilidad ambiental de los sistemas naturales complejos, gana una nueva dimensión. El esqueleto conceptual establecido por la dinámica de los sistemas complejos abre nuevas perspectivas de actuación y permite comprender que en la naturaleza, la sustentabilidad no es una utopía. La sustentabilidad ambiental no puede ser una utopía porque existe en los sistemas naturales y en nuestro cotidiano. Es el resultado de la tendencia a la auto regulación y a la auto organización, es el producto de la no linealidad y de los procesos de retroalimentación. Exige esfuerzos de mantenimiento, de sinergia, y al mismo tiempo de flexibilidad para adaptarse a las diversas situaciones del momento. Las leyes de la naturaleza son las que rigen la sustentabilidad de los sistemas complejos. De hecho, la sustentabilidad ambiental está al alcance en este mecanismo. (Jair Gómez, 1998). Los factores de la sustentabilidad ambiental. Cuando, en los sistemas complejos intervienen las acciones humanas, de lo que se trata es de conscientemente entender los mecanismos de formación de la sustentabilidad ambiental. Los factores para garantizar la sustentabilidad ambiental son los siguientes: reducir la producción de entropía del sistema, reducir los conflictos y los grandes impactos, trabajar con acciones sutiles y con acciones amigables siempre en el sentido de armonizar, crear un eficiente sistema de comunicación y de información reduciendo el número de las variables independientes, contribuir para reducir la complejidad del sistema. ¿Quién puede garantizar la inducción de este proceso? La respuesta es múltiple, lo que puede variar es el tiempo necesario para constituir una organización que trabaje en el sentido de incorporar sustentabilidad ambiental al proceso de desarrollo. El órgano gestor puede asumir ese papel inductor, trabajando en el sentido de evitar y solucionar los conflictos y de promover esa organización. Para permitir que perduren las intervenciones adecuadas, es necesario dar condiciones de sustentabilidad al sistema, o sea, garantizar la permanencia del sistema en un determinado nivel de estabilidad, establecer un estado de baja producción de entropía, mantener bajo control los eventos y las fluctuaciones que coloquen en riesgo al sistema.
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El desarrollo sustentable, para serlo y diferenciarse del simple crecimiento, tecnificación, industrialización, urbanización, o aceleración de los ritmos, debe satisfacer ciertas condiciones, además de ser endógeno, es decir nacido y adecuado a la especificidad local, y autogestionado, es decir, planificado ejecutado y administrado por los propios sujetos del desarrollo.
Dentro de las dimensiones de la sustentabilidad podemos encontrar:
Subtemas Escenario económico Continuar con el desarrollo y el crecimiento económico, a la vez de tomar los recaudos necesarios para la protección del medio ambiente, y de sus recursos no renovables, nos plantea el desafío de un futuro tecnológico que se verá condicionado por estas nuevas limitaciones ambientales. Nuestra forma de vida actual debe, entonces, reconciliarse con la preservación de la naturaleza, y esto se ha de lograr a través de lo que llamamos desarrollo sustentable. Las áreas de mayor preocupación son:
Así, este crecimiento económico logrado en este siglo, debe continuar satisfaciendo las necesidades presentes, pero sin comprometer los recursos naturales suficientes para las futuras generaciones. Esto dicho de otra manera, volvemos al concepto original de desarrollo sustentable. El impacto de las políticas económicas causa efectos primarios y secundarios sobre el medio ambiente, como los cambios en las tasas de interés (periodo de maduración de inversiones), reasignación del presupuesto fiscal (estructura de incentivos), las devaluaciones de la moneda (tasa de extracción de los recursos naturales no renovables). Las políticas ambientales tienen como objetivo la disminución de tasa de uso de recursos ambientales, debe de incorporar la dimensión ambiental a la económica la planificación a través de programas de ajuste estructural, programas de inversión, gasto público, políticas de educación y comunicación social. Las políticas de inversión promueven la generación de inversión privada y pública, los recursos naturales y ambientales son formas de capital que son objeto de inversión. La relación entre las políticas económicas y el medio ambiente se manifiesta a través de la disponibilidad de un recurso, beneficios del recurso, distribución de actividades económicas y sociales, asignación y uso de tierra, ventajas del comercio internacional, redistribución del problema ambiental, eficacia de instrumentos económicas y ambientales, disponibilidad de recursos internos, incentivos para invertir y reinvertir en un recurso (la mayoría de los enfoques conciben los recursos naturales y ambientales como bienes de consumo y no de inversión. Escenario socio-cultural La dimensión socio-cultural, del desarrollo sustentable consiste en reconocer el derecho a un acceso equitativo a los bienes comunes para todos los seres humanos en términos intrageneracional e intergeneracionales, tanto entre géneros como entre culturas. Esta dimensión no sólo se refiere a la distribución espacial y etaria (por edades) de la población, sino que remite, de manera especial, al conjunto de relaciones sociales y económicas que se establecen en cualquier sociedad y que tienen como base la religión, la ética y la propia cultura. Asimismo, esta dimensión tiene como referente obligatorio a la población y presta especial atención a sus formas de organización y de participación en la toma de decisiones. También se refiere a las interacciones entre la sociedad civil y el sector público. Escenario natural Los indicadores ambientales son aquellos que evalúan el estado y la evolución de determinados factores medioambientales como pueden ser el agua, el aire, el suelo, etc. Muchos indicadores ambientales expresan simplemente parámetros puntuales, otros pueden obtenerse a partir de un conjunto de parámetros relacionados por cálculos complejos. Estos indicadores independientemente de los otros tipos que componen un sistema, tampoco pueden medir la sostenibilidad de un municipio. Este estilo de desarrollo representan el estado natural (físico) de los ecosistemas, los que no deben ser degradados sino mantener sus características principales, las cuales son esenciales para su supervivencia a largo plazo. Esta dimensión surge del postulado que afirma que el futuro del desarrollo depende de la capacidad que tengan los actores institucionales y los agentes económicos para conocer y manejar, según una perspectiva a largo plazo. Los recursos naturales renovables y su medio ambiente. En esta dimensión se presta especial atención a la biodiversidad y principalmente, a los recursos como el suelo, el agua, y la cobertura vegetal (bosque), que son los factores que en un plazo menor determinan la capacidad productiva de determinados especies. En términos ecológicos, el desarrollo sustentable supone que la economía sea circular, que se produzca un cierre de los ciclos, tratando de imitar a la naturaleza. Es decir los sistemas productivos son diseñados para utilizar únicamente recursos y energías renovables, para no producir residuos, ya que estos vuelven a la naturaleza o se convierten en entrada (input) de otro producto manufacturado. Este modelo opera considerando el ciclo vital del producto completo, desde su extracción hasta la disposición final del residuo cuando su vida útil termina. Este intervalo se divide en tres etapas: la primera consiste en aplicar el principio de -quien contamina paga- a la hora de fijar los precios. La segunda es la elección informada del consumidor mediante el etiquetado, y la tercera se refiere al diseño ecológico del producto, para lo cual se aplican las herramientas: inventario del ciclo de vida (ICV) y el Análisis del Ciclo de Vida (ACV).
El desarrollo sustentable o sostenible es aquél que promueve el mantenimiento de los procesos ecológicos y la diversidad de recursos biológicos; es compatible con la cultura y los valores de las personas y permite eficiencia económica y equidad en la misma generación y entre distintas generaciones.
El desarrollo sustentable significa la aplicación de un modelo socialmente equitativo que minimice la degradación o destrucción de su base ambiental de producción y habitabilidad, y permita el desarrollo de las futuras poblaciones. Algunas definiciones de desarrollo sustentable son: 1) El desarrollo es sustentable cuando satisface las necesidades de la presente generación sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para que satisfagan sus propias necesidades. Gro Bruntland, 1987. 2) Desarrollo agropecuario y rural sustentable es la administración y conservación de la base de recursos naturales y la orientación de los cambios tecnológicos e institucionales de tal forma que aseguren el logro y la satisfacción permanentes de las necesidades humanas para el presente y las futuras generaciones. Dicho desarrollo sustentable (en los sectores agropecuario, forestal y pesquero) conserva la tierra, el agua, los recursos genéticos de los reinos animal y vegetal, no degrada el medio ambiente, es tecnológicamente apropiado, económicamente viable y socialmente aceptable. FAO, 1992. 3) Desarrollo es un proceso dinámico, en permanente desequilibrio, que tiende al incremento de las condiciones de vida de toda la población del mundo, en los términos que las personas deben definir disponiendo de la información necesaria para analizar las consecuencias de la definición acordada. El desarrollo debe ser endógeno, autogestionado y sustentable, sin agredir a otros grupos humanos para lograr los objetivos propios. 4) El proceso evaluable mediante criterios e indicadores del carácter ambiental, económico y social que tiende a mejorar la calidad de vida y la productividad de las personas, que se funda en medidas apropiadas de preservación del equilibrio ecológico, protección del ambiente y aprovechamiento de recursos naturales, de manera que no se comprometa la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras.
Dentro de los antecedentes del desarrollo sustentable tenemos que en América se encuentra una transformación productiva que aumenta la participación de la sociedad a través de un ambiente más democrático que buscan explotar recursos naturales y así mejorar los niveles y condiciones de vida. A partir de aquí concluimos que la base del desarrollo sustentable la constituyen estructura de incentivos, legislación, gestión y organización de actividades productivas.
Desde ya hace varios años el gobierno ha tratado este tema como punto de partida para mejorar la situación económica del país y ha introducido una sistema económico que consiste en políticas ambientales que tienen como objetivo la disminución de tasa de uso de recursos ambientales, deben de incorporar la dimensión ambiental a la económica la planificación a través de programas de ajuste estructural, programas de inversión, gasto público, políticas de educación y comunicación social. Las políticas de inversión promueven la generación de inversión privada y pública, los recursos naturales y ambientales son formas de capital que son objeto de inversión. El deterioro ambiental y el agotamiento de los recursos naturales impactan persistentemente en la calidad de vida de las personas. La respuesta que se está dando desde la ONU a esta problemática es a través del Desarrollo Sustentable. Para esto se han creado programas que han servido para mejorar estos aspectos, así como también el poder legislativo ha tomado cartas en el asunto y ha creado medidas para no dejar que le país sea afectado por este tipo de sucesos. Este tema es amplio y cada quien puede tener puntos de vista diferentes, se tratará de abarcarlo de la mejor manera, y se expondrá más a fondo las acciones y medidas que le gobierno ha llevado a cabo. El concepto de Desarrollo Sustentable fue Utilizado por primera vez en el reporte, denominado -Nuestro Futuro Común-, publicado en 1987 por la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, también conocida como Comisión Brundtland. En este documento se identifican los elementos de la interrelación entre ambiente y desarrollo y, se define que -el Desarrollo Sustentable es aquel que puede lograr satisfacer las necesidades y las aspiraciones del presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades y aspiraciones-. A su vez, se hace un llamado a todas las naciones del mundo a adoptarlo como el principal objetivo de las políticas nacionales y de la cooperación internacional. A raíz de ello, se desarrolló la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, más conocida como la Cumbre de la Tierra, realizada en Río de Janeiro, Brasil, en 1992. El primer principio de la Declaración de Río coloca a los seres humanos al centro de las preocupaciones relacionadas con el Desarrollo Sustentable, reconociendo el derecho de una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza. A su vez, define a la Agenda 21 como un programa de acción en todas las esferas que competen al Desarrollo Sustentable, considerando las dimensiones sociales y económicas, la conservación y gestión de los recursos naturales para el desarrollo, el fortalecimiento de los grupos principales (mujeres, jóvenes, pueblos indígenas) y los modos de ejecución. En este contexto, se propone que cada país elabore, anualmente, un informe nacional respecto a sus avances relativo a este programa de acción, así como, constituir un ente representativo denominado Consejo de Desarrollo Sustentable, con el objeto de asegurar la participación de los grupos principales de la sociedad en los procesos de decisión relativos al desarrollo sustentable. A partir de la publicación del informe del Club de Roma bajo el título de -Los Limites del Crecimiento-, se ha desatado una serie de polémicas en relación a la función de los recursos naturales.
Una empresa sostenible es aquella que crea valor económico, medioambiental y social a corto y largo plazo, contribuyendo de esa forma al aumento del bienestar y al auténtico progreso de las generaciones presentes y futuras, en su entorno general.
En las Estrategias sobre sostenibilidad en la empresa, la sostenibilidad figura como como sinónimo de “gestión (del riesgo) ambiental” , lo que regula la identificación de los aspectos medioambientales como los principales representantes de la gestión sostenible en la empresa, de lo que se deriva la Responsabilidad social de las empresas, siendo esta una integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores”. Las Empresas Socialmente Responsables derivan las distintas escalas de valores sociales, morales o ambientales en diferentes ámbitos formando así la sociedad global. En un mismo entorno, las prioridades en relación con estos aspectos cambian a través del tiempo, es por ello que los recursos naturales se protegen con más énfasis en la actualidad que antes. La sostenibilidad aplicada a la estrategia empresarial, va más allá del cumplimiento de las obligaciones jurídicas, fiscales o laborales, siendo de vital importancia el aumento en la inversión del capital humano, el entorno y las relaciones con los interlocutores. La experiencia adquirida con la inversión en tecnologías y prácticas comerciales respetuosas con el medio ambiente sugiere, aparte de cumplir con todas las leyes, aumentar la competitividad de las empresas. Por encima de una consideración de la sostenibilidad, las organizaciones que integran este concepto en su estrategia y toma de decisiones discurren que la obtención de beneficios es el principal objetivo de las empresas, pero no su única razón de ser, y optan por una reflexión a largo plazo sobre las decisiones y las inversiones estratégicas. Contribuyen, por tanto, a crear un marco donde las empresas puedan gestionar sus operaciones de modo que se fomente el crecimiento económico y la competitividad, al tiempo que se garantice la protección del medio ambiente y se ponga en valor el impacto social de la actividad empresarial. El Desarrollo Sostenible en la empresa es, esencialmente, la sostenibilidad económica del negocio, a largo y medio plazo, y para mantener la rentabilidad económica de sus actividades productivas, es necesario contemplar nuevos conceptos de riesgo y de oportunidad, asociados a los aspectos medioambientales y al impacto social de la producción o a la calidad de las relaciones laborales. Para defender la gestión sostenible de la empresa es indispensable razonar el fenotipo de la empresa sostenible y mostrarlo, aclarando cualquier duda que se tenga al respecto. La dirección de la empresa debe tratar de satisfacer no sólo las expectativas de los inversores, sino que también a todos los agentes implicados (personas y organizaciones que tengan algún tipo de interés en sus actividades). Una empresa que quiera moverse hacia la sostenibilidad debe comenzar con un compromiso de la alta Dirección que deberá asumir determinados valores. Todas las actividades de la empresa respetarán las pautas marcadas por dichos valores. Para dar el paso hacia la sostenibilidad tiene que tener una base sólida, ya que hacia lo que nos encaminamos es un proceso de diferenciación y distinción. Una empresa antes de embarcarse en este proceso tiene que tener cubiertos otros requerimientos básicos, como es el cumplimiento de la legislación. A partir de este punto con la incorporación de sistemas de gestión que nos impliquen un ánimo de superación a través de la mejora continua y de planificación de actividades, estableciendo objetivos de mejora medioambiental. También es importante la evaluación de la situación de la empresa, sus puntos fuertes y sus puntos débiles. La preocupación por el medio ambiente está influenciando y condicionando los procesos de toma de decisiones financieras de empresas, inversores e instituciones financieras. Los mercados valoran positivamente enfoques de gobierno corporativo, empresas en las que la gestión se lleve a cabo de una manera solidaria y comprometida con el medio ambiente. Aunque tradicionalmente la respuesta empresarial a las nuevas exigencias de responsabilidad ambiental se ha caracterizado por considerarlas como gastos, se empieza a poner de manifiesto la posibilidad de que una gestión ambiental responsable puede derivar en impactos financieros positivos y, por tanto, encerrar oportunidades de generación de valor. Se pueden considerar dos medios, fundamentalmente, en los que se reflejan estas nuevas oportunidades: una mayor facilidad para encontrar financiación externa y el mercado bursátil. Finalmente la respuesta empresarial a las nuevas exigencias de responsabilidad ambiental se ha caracterizado por considerarlas como gastos, se empieza a poner de manifiesto la posibilidad de que una gestión ambiental responsable puede derivar en impactos financieros positivos y, por tanto, encerrar oportunidades de generación de valor. Se pueden considerar dos medios, fundamentalmente, en los que se reflejan estas nuevas oportunidades: una mayor facilidad para encontrar financiación externa y el mercado bursátil. La sostenibilidad se identifica como una fuente de reducción de costes y aumento de ingresos. Además, muchas compañías consideran la sostenibilidad como un factor clave para fomentar el crecimiento en nuevos mercados con la vista puesta en la recuperación económica.
Un emprendimiento sostenible es un proyecto productivo que en el corazón de su modelo de negocios combina el objetivo de generar retorno económico y, a la vez y con la misma importancia, impacto positivo en el ambiente y la sociedad.
Los mismos se estructuran y manejan como cualquier negocio, generando ingresos de la comercialización del producto o servicio y un retorno, que se puede reinvertir parcial o totalmente en generar un mayor beneficio, alentando de esta manera un crecimiento con impacto positivo en el ambiente y la sociedad en el largo plazo. El foco entonces, está en la optimización de ese retorno y no en la maximización del mismo (como lo hacen las empresas tradicionales). El impacto de los emprendimientos sustentables puede darse en los siguientes aspectos, de manera específica o combinada: - Hacia adentro de la empresa, en sus vínculos con el personal. - En la cadena de valor y producción: en su relación con el ambiente y los insumos que utiliza, los proveedores y su personal. - Hacia el consumidor, el cliente y/o a la población destinataria, por el tipo de producto y servicio que ofrece. - Hacia la comunidad, a través de la generación de empleo y atención a comunidades vulnerables. ¿SABÍAS QUE UN EMPRENDIMIENTO SUSTENTABLE TIENE BENEFICIOS FRENTE A OTRO QUE NO LO ES? Estos son algunos de los factores que contribuyen a que tu emprendimiento sustentable se destaque y cuente con oportunidades diferenciadas: - Consumidores responsables, que demandan productos y servicios bajo criterios de comercio justo, cuidado ambiental y condiciones laborales equitativas. - Crecientes fuentes de financiamiento enfocadas en emprendimientos sustentables. Tanto inversores corporativos como privados (bancos con líneas de crédito para emprendimientos o PyMEs sustentables e inversores de capital privado). - Inserción dentro de la cadena de valor de las empresas más grandes que buscan incorporar prácticas de producción, a través de la compra de bienes o servicios sustentables. - Acceso y apoyo de incubadoras y aceleradoras privadas y de gobierno, con foco en emprendedores sustentables para escalar su negocio. - Regulación cada vez más específica para proteger el ambiente y la sociedad. |
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