El ser humano es un “ser social por naturaleza”, desde que nace se relaciona con el entorno y más ahora que vive en un mundo globalizado en el que no se puede estar interconectado.
A propósito Dov Seidman dice “En un mundo interconectado el poder lo tiene quien es capaz de lograr mejor conectividad”. De acuerdo a Seidman, los grandes ejemplos de éxito en los negocios, en las empresas, en el trabajo, en el liderazgo, relaciones amistosas etc, se han logrado gracias a esas relaciones sociales, entonces no se debe perder esa atribución natural y más bien se la debe cultivar. Tejer esas relaciones sociales o trabajar en networking se ha convertido para los líderes y emprendedores de hoy en un factor muy importante pues muchas veces se constituyen en grandes oportunidades para encontrar nuevos trabajos, hacer negocios, encontrar un socio estratégico, o simplemente cultivar una amistad invaluable. ¿Cómo tejer esas redes sociales? A continuación se presentan algunos tips para un fácil relacionamiento con los demás sin distinción de status o jerarquía. 1.Aprovecha cada circunstancia para conocer personas No se vive aisladamente, en cada sitio uno está rodeado por personas. Muchas veces esto se da por hecho y uno no se detiene a pensar que aquella persona que está hablando por teléfono, que está sentada en la sala de espera, o que está comprando algo en la tienda, pueda significar un valor en la vida uno. Se debe observar cada situación y tratar de acortar las distancias con saludos, comentarios sobre el clima, sobre un hecho, pedir la hora etc. 2. Lleva contigo la tarjeta de presentación y sonríe Generalmente se piensa que la tarjeta de presentación solo la llevaban los empresarios, o personas que ocupaban importantes puestos de trabajo, especialistas, etc. Sin embargo, es necesario tomar en cuenta que en las tarjetas de presentación, está impresa la marca personal: nombre completo, ocupación o profesión, datos de ubicación de una persona. Luego de dar el primer paso de romper el hielo con comentarios sobre el tiempo, situaciones etc, si se percibe que la otra persona tiene más tiempo de escucharte, se debe ir al segundo paso que consiste en la presentación. Una sonrisa expresa el placer que ha sido para ti conversar con esa persona, entrega la tarjeta personal y expresa toda disposición de ayuda o servicio para una próxima oportunidad. 3. Ofrece ayuda Aquí tal vez alguien diga que uno necesita más ayuda que los demás. Para lograr los objetivos y resultados en la vida profesional, empresarial o laboral, primero se debe extender la mano para ayudar a otros sin esperar nada a cambio, quien sabe mañana ellos pueden hacer algo grandioso por ti. Así que si alguien tropieza en la calle bríndale ayuda, si alguien solicita más información dásela, si alguien desconoce algunos procedimientos y/o manejo de algún programa computacional, colabora con ella. Es importante tomarse unos minutos para ayudar, pues al final además de dar una buena impresión, reconocerán tu generosidad. 4. Llega antes a los eventos Para conocer a personas importantes en el medio que sabes que pueden ser útiles para fortalecer tu empresa, tu investigación o tu proyecto y además sabes que se presentarán en un seminario o conferencia, entonces acude antes de la hora fijada. Generalmente los expositores llegan antes de comenzar la conferencia para coordinar, salvar algunas eventualidades o alistar su presentación. Los eventos son una oportunidad para acercarse presentarse y conocerlos más a fondo, destacar su experiencia, sus aportes teóricos, científicos o profesionales relacionados al trabajo que desarrollas. Los ponentes se sentirán a gusto y mostrarán su accesibilidad cuando te acerques y muestres interés en conocerlos. 5. Asiste a los eventos Tal vez no todos los eventos sean del agrado de uno, o tal vez no se cuente con mucha disponibilidad de tiempo para asistir, pero se debe intentar acudir a todos los que se pueda, pues los eventos como conferencias, seminarios, charlas, reúnen a cierta cantidad de personas que son potenciales contactos para ti. Los breaks de la sesión pueden ser aprovechados para establecer una charla con respecto al tema que se toca en la conferencia, dar un punto de vista o simplemente una opinión sobre el refrigerio o el lugar; cualquier tema sirve para hacer conversación y no olvides entregar la tarjeta de presentación. Cuando son conferencias sobre temas especializados, generalmente las personas llevarán en la cartera su tarjeta de presentación, un intercambio de tarjetas te proveerá de bastante información de las personas por ello es importante que las guardes en una agenda de contactos. 6. Fortalece tus redes sociales Las redes sociales virtuales como FB, Twitter, Linkedin y otras se han constituido en herramientas importantes a la hora de comunicar lo que uno es, lo que hace y lo que piensa. Si se ha provocado el interés de ciertas personas en el primer momento de conocerlas, es posible que te busquen en las redes sociales y quieran saber más de ti. En estos casos, es preferible manejar un perfil profesional e influyente en las redes virtuales, obviamente las tarjetas de presentación deben contener estas direcciones. 7. Cultiva relaciones de calidez Fortificar las relaciones que se empezaron expresando calidez en las conversaciones, empatía con los problemas o situaciones por la que puedan estar pasando las personas, sobre todo mostrar interés. Generalmente, se pueden hacer interesantes relaciones en los eventos, se pueden haber intercambiado tarjetas, y se sabe que de alguna forma esa persona puede colaborar o a la que se puede prestar servicios profesionales, en otros términos en un futuro puede surgir una necesidad mutua. Por ello, mejor no esperes a que haya otro evento para casualmente encontrar a esa persona, en lugar de ello mejor comunícate con ella, llámala pues cuenta con tus datos en su tarjeta de presentación. Para las redes sociales no sirve el ser directo por interés, es decir, si a la primera saludas y dices que eres experto en ventas e imprescindible, más que lograr un acercamiento estará ahuyentando al posible cliente o socio. Se debe ir lento pero seguro, es decir entablar relaciones de amistad, de interés social antes que de intereses profesionales/ laborales. Pregúntale cómo está, como se siente, qué opina sobre un determinado tema, etc. Hazle saber que te interesa como persona, antes que como cliente o socia. Esto demostrará que la otra persona te importa y de seguro estará de tu lado posteriormente. 8. Cumple tus promesas Generalmente para continuar una relación más amigable se hacen afirmaciones o pequeñas promesas para no perder contacto, como: ¡Te llamaré!, ¡estamos en contacto!, ¡te escribiré!. Si dices alguna de estas frases asegúrate de cumplirlas en un corto plazo, pues si dejas pasar el tiempo, es probable que tu contacto te olvide. Cumplir una promesa expresa que eres una persona confiable. 9. Haz una agenda de networking Si quieres además hacer un networking efectivo, debes ser disciplinado. Arma una agenda anotando: el número de personas a las que has contactado, con cuántas sigues en contacto regularmente, qué oportunidades han surgido o pueden surgir. También haz un listado de personas a las que deberías contactar y todo aquello que sea relevante para hacer tu networking más efectivo y acercarte a tus objetivos. 10. Mantén al día tu red de contactos Haz logrado hacer contactos y tienes su correspondiente información; pero el trabajo no termina allí. Una red fortalecida de contactos depende de lo paciente que seas para mantenerte regularmente comunicado. Puedes hacer muchas cosas para mantenerte en contacto con todas las personas con las que haces networking, como:
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“La unión hace la fuerza” es un dicho conocido pero cuya ejecución puede lograr cambios increíbles! De la misma manera los empresarios y emprendedores se valen de este postulado para alcanzar de forma efectiva sus objetivos.
Y es que el trabajo en equipo es la fuerza que integra al grupo, esta unidad se expresa en el compañerismo y el sentido de pertenencia al grupo. Cuanto más cohesión existe, es más probable que el grupo comparta valores, actitudes y normas de conducta comunes. Esto no solo impulsará a alcanzar resultados exitosos para una empresa sino contribuirá a potenciar el talento del equipo y generar un excelente clima laboral. Si aún dudas del impacto del trabajo en equipo, estas 10 frases expresadas por líderes mundiales y empresarios exitosos te ayudarán a comprender su importancia. ¡Suma valor y trabaja en equipo! “Yo hago lo que tú no puedes, y tú haces lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas.” Madre Teresa de Calcuta. “Trabajar en equipo divide el trabajo y multiplica los resultados.” Anónimo. “No preguntes qué puede hacer por ti el equipo. Pregunta qué puedes hacer tú por él.” Magic Johnson. “Los individuos marcan goles, pero los equipos ganan partidos.” Zig Ziglar. “La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo.” Isaac Newton. “Las fortalezas están en nuestras diferencias, no en nuestras similitudes.” Stephen Covey “Llegar juntos es el principio. Mantenerse juntos, es el progreso. Trabajar juntos es el éxito.” Henry Ford. “Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.” Proverbio africano. “Los cinco dedos separados son cinco unidades independientes. Ciérralos y el puño multiplica la fuerza. Ésta es la organización.” James Cash Penney. «Afirmar que mi destino no está ligado al tuyo es como decir: “Tu lado del bote se está hundiendo.”. Hugh Downs
Generalmente grandes líderes como Nelson Mandela o Bill Gates son objeto de nuestra admiración porque son un ejemplo de vida y éxito, cualidades que creemos son inalcanzables para los simples mortales de esta tierra. Sin embargo, no nos detenemos a pensar en el esfuerzo y los desafios que esos líderes tuvieron que superar para llegar a donde están. Es por ello que compartimos 5 lecciones de uno de los empresarios más influyentes del mundo que revolucionó la industria del e-commerce, nos referimos a Jeff Bezos, fundador de Amazon.com.
Jeff Bezos es un hombre con iniciativa y visión, que supo llevar adelante sus sueños sin dejarse vencer por el temor a los riesgos, éstas son las 5 lecciones que podemos aprender de su trayectoria. 1. Tomar riesgos En 1994, Jeff Bezos (antes de cumplir 30 años) podía considerarse un hombre exitoso al ser el vicepresidente más joven de una importante firma de inversiones en Wall Street. Bezos recibía un sueldo de seis cifras en dólares, pero estaba decidido a seguir su sueño de crear una empresa una librería online en el entonces novedoso mundo del comercio electrónico. Como todos, Bezos pensó por un buen tiempo en su sueño y contó su idea a su jefe quien lo llevó por un largo paseo y le dijo "esa parece una muy buena idea, pero sería más grandiosa aún para alguien que no tuviera un excelente trabajo". Luego de esa conversación, Bezos se tomó 48 horas para tomar una decisión final y eligió perseguir su sueño y fue gracias a esa decisión arriesgada, que al poco tiempo llegó a generar US$610 millones de ventas anuales y contaba con 13 millones de clientes en el mundo. 2. Tener visión hace la diferencia "Ver más allá de tu entorno", éste se constituye en uno de los factores determinantes para alcanzar el éxito comercial. Si echamos un vistazo al desarrollo de los emprendimientos de Bezos, podemos apreciar una gran capacidad de la oportunidad y un excelente sentido de la perspectiva. En efecto, al momento de concebir aquella librería en línea que luego sería Amazon.com, no existía nada semejante en el mundo. Jeff Bezos aplicó tanto su imaginación como su inteligencia para proyectar un futuro próspero para su servicio. Así pudo ver en Internet un medio con futuro (cuando su consumo masivo era por entonces nuevo), el cual contaba con posibilidades materiales potencialmente ideales para llevar a cabo su propuesta comercial. Dicha capacidad para proyectar vías de acción sigue siendo uno de los principales rasgos de Bezos: según la revista Forbes, el CEO anunció que en cinco años sus paquetes serán entregados por drones en todo el mundo. 3. El cliente es lo primero La principal política de Amazon señala que lo más importante es el cliente. De acuerdo al blog de Kissmetrics, el líder de Amazon.com asegura que la atención centrada en los consumidores aumenta la resiliencia o elasticidad de la compañía. Además, explica que su empresa nunca se centró exclusivamente en el juego con la competencia, proceso en el que suelen perderse muchos emprendedores. Para Bezos, la meta principal siempre fue priorizar al público. Ese método es el más efectivo para asegurarse de brindar el mejor servicio. Su recomendación al respecto es considerar quién es el destinatario de nuestra propuesta, cuáles son sus necesidades y cuál es su circunstancia particular. Esa es la única manera de brindar un servicio adecuado y competitivo. Además, el CEO considera que “lo que resulta beneficioso para el cliente, termina siéndolo para el negocio”. Esta premisa se refleja en su sitio Web fácil de navegar y alimentado con los comentarios y calificaciones de los usuarios; hasta en la política de envíos que es sumamente eficiente (aun cuando la compra se realice fuera de Estados Unidos). 4. Innovar es crear oportunidades Sin dudas, una de las lecciones más valiosas que pueden percibirse en la vida de Jeff Bezos es la tendencia a la innovación y el amor por la inventiva. Amazon nació como una propuesta innovadora en cuanto a la formas de distribución y consumo nunca antes vista. Pero no se quedó allí, en el desarrollo de Amazon surgieron propuestas innovadoras como la aplicación Kindle, que cambió el modo en el que las personas obtienen y leen libros. Para el CEO la experimentación es parte esencial del proceso hacia el éxito comercial. Experimentar implica intentar algo nuevo en lugar de repetir dogmas o fórmulas. También advierte acerca de la necesidad de considerar los resultados negativos como parte del proceso de búsqueda. En todos los casos se obtienen datos útiles, que pueden ser capitalizados para ulteriores proyectos. 5. Somos lo que elegimos ser En un discurso de graduación en la Universidad de Princeton, Jeff Bezos a partir de una experiencia que tuvo en su infancia con sus abuelos habla de la diferencia de los dones y las decisiones. De acuerdo a Bezos cada uno posee dones como la inteligencia o el talento o habilidad para determinadas cosas pero depende de las decisiones que uno tome utilizar esos dones para un futuro exitoso. ¿Cómo utilizarán sus dones? ¿Qué elecciones tomarán? ¿Se guiarán por inercia o seguirán sus pasiones? ¿Seguirán el dogma o serán originales? ¿Elegirán una vida de comodidad o una vida de servicio y aventura? ¿Se debilitarán ante la crítica o van a seguir sus convicciones? ¿Engañarán cuando se equivoquen o pedirán disculpas? Ante la dificultad ¿Abandonarán o serán perseverantes?” pregunta a su auditorio. Luego reflexiona, "Cuando tengas 80 años, y en un momento tranquilo de reflexión, narrando sólo para ti la versión más personal de tu historia de vida, el relato que será más conciso y significativo será la serie de elecciones que hayas hecho. Al final, somos nuestras elecciones. ¡Construye tú mismo una gran historia!” finaliza.
Si bien es muy difícil ganar de inmediato a una multitud, es también muy fácil para los líderes conferencistas perder al auditorio dentro de los primeros minutos de una presentación.
Para asegurarte de no perder a tu audiencia, Boris Veldhuijzen van Zanten, emprendedor y fundador de TwitterCounter y The Next Web, menciona 10 cosas que nunca deberías decir durante tus presentaciones: 1. Estoy de sueño/ cansado / resaca No es seguro de dónde viene, pero en una de cada cinco presentaciones el líder o conferencista comienza con una excusa: "Sólo me invitaron ayer", o "Estoy muy cansado de mi viaje", o alguna otra excusa poco convincente para la audiencia que realmente no quiere oír. Nosotros, el público, sólo queremos ver que das lo mejor de ti. Si te sientes mal y no puedes dar lo mejor de ti, tal vez deberías haber cancelado la conferencia. Toma una pastilla, toma un café expresso y ¡sale con todo! 2. ¿Puedes oírme? ¡Sí puedes! Esta es la forma en la que muchas personas comienzan sus discursos. Tocan el micrófono tres veces, y gritan: "¿Pueden oírme todos atrás?" y luego sonríen disculpándose cuando esto es evidente, sí, todo el mundo puede oírlos, pero nadie levantó la mano. No es tu responsabilidad verificar el audio. Hay gente para eso. (Y si no hay, mejor probar el volumen antes de la conferencia). Pero si hablas por el micrófono y da la impresión de que no está funcionando, simplemente, relájate, cuenta hasta tres, y vuelve a intentarlo. Si todavía piensas que el sonido no está funcionando, con calma camina hasta el borde del escenario y pide discretamente al moderador para que lo compruebe. En todo momento, sonríe a la audiencia y luce confiado. Supongamos que todo funciona hasta que se demuestre lo contrario, entonces mantén la calma y aguarda una solución. 3. No puedo verte porque las luces son demasiado brillantes Sí, cuando estás en el escenario las luces son brillantes y calientes y es difícil ver a la audiencia. Pero ellos no tienen que saber de todo eso. Sólo mira a la oscuridad, sonríe a menudo, y actúa como si te sintieras en casa. No dudes en entrar en la audiencia si quieres verlos de cerca. Y no te cubras los ojos para ver a la gente, solo pide educadamente a la persona encargada que encienda las luces de la sala para contar las manos o hacer una pregunta a la audiencia. Aún mejor, habla a la gente de las luces con anticipación para que sepan cuando necesites que enciendan las luces. 4. Voy a volver a eso más adelante Si tropiezas con un público ávido de aprender e interactuar, toma esta oportunidad para disfrutar esta situación. Si alguien tiene una pregunta que se dirigirá en una próxima diapositiva salta a ella de inmediato. Si alguien es lo suficientemente valiente como para levantar la mano y hacer una pregunta, felicítalo e invita al resto de la audiencia a hacer lo mismo. Nunca postergues nada. 5. ¿Puedes leer esto? La regla común es hacer que el tamaño de la fuente en las diapositivas sea el doble del promedio de edad de la audiencia. Sí, eso significa que si esperas que la audiencia tenga 40, en promedio, entonces coloca un tamaño de fuente de 80 puntos. No serás capaz de adaptarte a una diapositiva con gran cantidad de texto, lo cual es muy bueno y nos lleva al siguiente punto. 6. Déjenme leer esto en voz alta para ustedes Nunca, nunca, nunca, ni en un millón de años agregues demasiado texto a una diapositiva dado que la gente va a pasar el tiempo leyéndolos. Y si lo haces, siéntete absolutamente seguro de no leerlo en voz alta para ellos. La mejor manera de perder la atención de tu audiencia es agregando texto a una diapositiva. Esto es lo que sucede cuando se tiene más de cuatro palabras en una diapositiva: la gente empieza a leerlo. ¿Y qué pasa cuando la lectura da inicio? Ellos dejan de escucharte. Utiliza únicamente títulos cortos en las diapositivas, y memoriza cualquier texto que desees que la audiencia lea. O, si debes incluir una impresionante cita de tres frases, anuncia a todo el mundo que deberían leer la cita y entonces se tomarán de seis a diez segundos para poder leer. 7. Apaga tu teléfono / ordenador portátil / tablet Hubo un tiempo en el que se pedía a la audiencia apagar sus dispositivos. Ya no más. Ahora la gente tweetea citas impresionantes que produces, o toma notas en sus iPads. O juega al solitario o revisa el Facebook. Tú puedes pedir a la audiencia cambiar sus teléfonos a modo silencioso, pero aparte de eso sólo tienes que asegurarte de que tu discurso sea increíblemente inspirador para que ellos cierren sus laptops, ya que no quieren perder ni un segundo de lo que estás diciendo. Exigir atención no funciona. Gana la atención en vez de ello. 8. "No necesitas apuntar nada o tomar fotos, la presentación estará en línea más tarde" Es genial que subas a la red tu presentación. Pero si se trata de una buena presentación, ésta no contendrá demasiadas palabras (véase el punto 4) y no será de mucha utilidad para el público. Para muchas personas el acto de escribir es una manera fácil de memorizar algo que han escuchado. En definitiva, permite que las personas hagan lo que quieran durante tus presentaciones. 9. "Voy a responder a esa pregunta" Por supuesto, es impresionante si se contesta a una pregunta de inmediato, pero hay que hacer otra cosa primero. A menudo, la pregunta de un miembro del público será clara para ti, pero no para el resto de la audiencia. Así que por favor señala: "Primero, voy a repetir esa pregunta para que todos puedan escucharlo", y luego la responderé. Además, cuando tienes el hábito de repetir las preguntas, te da un poco más de tiempo para pensar en una impresionante respuesta. 10. “Va a ser algo breve” Esta es una promesa que nadie cumple. Pero muchas presentaciones comienzan de esa forma. Al público no le importa si es breve o no. Han invertido su tiempo y sólo quieren estar informados e inspirados. Así que dí: "Esta presentación va a cambiar tu vida", o, "Esta presentación está programada para durar 30 minutos, pero voy a hacerlo en 25 minutos para que puedan salir a tomar un café antes de lo esperado." Entonces todo lo que tienes que hacer es mantener esa promesa, lo que me lleva al último punto. Consejo adicional: "¿Qué, estoy fuera de tiempo, pero tengo 23 slides más?" Si vienes preparado y necesitas más tiempo de lo permitido, lo arruinaste. Debes practicar tu presentación y hacer que encaje dentro del tiempo asignado. Mejor aún, termina cinco minutos antes y pregunta si alguien tiene preguntas. Si no lo hacen, invítalos a tomar un café para hablar personalmente con ellos. Dar cinco minutos a la audiencia ayuda a ganar su respeto y gratitud. Tomar cinco minutos más de su tiempo los enoja y los aleja. Al respecto, un factor muy importante además de sonreír, es expresar Gratitud a la audiencia, porque invirtió su tiempo para escucharte, porque considera importante tu presentación, porque tiene expectativas sobre los temas que vayas a tocar en tu charla, o porque invirtió dinero. Al agradecer a tu audiencia en la apertura de la conferencia y al finalizar, les brindará sensación de valía personal, tendrán una actitud más receptiva para contigo y esto también te permitirá construir vínculos con la audiencia. Conclusión Ven preparado, sé tú mismo y sé profesional. El público te amará por ser claro, por ser serio y por no desperdiciar su tiempo.
Las reuniones deben ser un motor de productividad en el lugar de trabajo. Es decir deben ser eficientes, deben ser un espacio donde las personas reunidas comparten ideas, debaten asuntos, superan obstáculos y se plantean conclusiones. Sin embargo, las actuales reuniones quiebran esta figura, dado que terminan siendo un espacio para charlar, en la cual las ideas se diluyen rápidamente y no se llega a conclusiones. Al final la reunión resulta ser una pérdida de tiempo, de dinero y no se llegan a cumplir los objetivos para los que se convocó a la reunión.
Por estos motivos es que las empresas han optado por prohibir reuniones del equipo de trabajo, pues de acuerdo a los ejecutivos el 67% de las reuniones que se realizan son fallidas. Sin embargo, esto no quiere decir que la solución al problema sea el quitar las reuniones de la jornada laboral y ya, la solución pasa por ser más productivos atacando a las causas del problema. ¿Cuáles son los factores que hacen a las reuniones improductivas? La falta de organización y preparación: generalmente algunos empresarios convocan a reunión por un problema aparente o tema circunstancial, no se analiza si es necesario convocar a reunión y tampoco se prepara con anticipación los materiales ni los temas específicos a tratar en la misma. Es así que en la reunión se tiende a improvisar. Por otro lado, ante la falta de seriedad y de un orden en la reunión, los participantes desvían su atención a otras actividades: revisan el correo electrónico de sus portátiles o móviles, leen sus mensajes y se producen otro tipo de distracciones durante una reunión. ¿Cómo evitar estas falencias en la reunión? Aunque parezca que el problema es la falta de atención de los participantes y lo que acontece en la reunión en sí, en realidad; es la falta de planificación lo que deriva en una reunión improductiva. La formulación de un plan -con anticipación- y su ejecución hará que una reunión exitosa. Para lograr que tus reuniones sean productivas primero planteate las siguientes preguntas: Preguntas previas
Una vez que haz determinado hacer la reunión sigue los siguientes tips:
Para empezar, el cliente y el consultor pueden considerar de manera diferente el resultado previsto y la manera de cumplir el cometido. El cliente tiene quizás sólo una vaga idea de cómo trabajan los consultores y puede abrigar cierto recelo, porque ha oído decir que algunos consultores tratan de complicar todas las cuestiones, exigen más información de la que necesitan, reclaman más tiempo para justificar un contrato más largo y cobran honorarios exorbitantes. El cliente puede entrar en contacto con el consultor con sentimientos contradictorios, pero incluso cuando no hay recelo, ni temor por parte del cliente, existe un peligro de desacuerdo.
Definición conjunta del problema En primer lugar, es necesario definir correctamente el problema del que se ha de ocupar el consultor. Todo director o gerente que desea solicitar la ayuda de un consultor no debe limitarse a reconocer la necesidad de esa ayuda, sino que debe determinar el problema tal como él lo ve, con la mayor precisión posible. En muchas organizaciones, la dirección superior ni siquiera estudiará la conveniencia de recurrir a un consultor, a menos que se le presente una descripción clara del problema y del objetivo de la consultoría. Antes de aceptar el encargo, el consultor debe asegurarse de que puede aceptar la definición del problema formulada por el cliente. Con excepción de los casos más sencillos y obvios, quiere llegar a su propia conclusión en cuanto al problema y en cuanto al grado de dificultad con que se podría tropezar para solucionarlo. La definición del problema dada por el consultor puede diferir de la del cliente por muchas razones. Con frecuencia los directores de empresa están inmersos en una situación particular o han creado ellos mismos el problema. Pueden percibir los síntomas, pero no el fondo de la cuestión, y en ocasiones prefieren también que el propio consultor "descubra" ciertos aspectos importantes del problema. La comparación entre las definiciones del consultor y del cliente establece la base para una sólida relación de trabajo durante todo el tiempo que dura la consultoría. Para ello es preciso debatir, y el consultor y el cliente deben estar dispuestos a introducir correcciones en su definición inicial del problema y a llegar a un acuerdo sobre una definición conjunta. Con todo, esa definición conjunta no se debe considerar como definitiva. Una vez iniciada la tarea, mediante la realización de un diagnóstico detallado se pueden descubrir nuevos problemas y es posible que sea necesario rectificar la definición originalmente convenida. Resultados buscados En segundo lugar, el consultor y el cliente deben aclarar qué persiguen con la consultoría y cómo se deben medir sus resultados. Esto puede requerir un intercambio de opiniones acerca de cómo considera cada parte la consultoría, hasta dónde debe llegar ésta en la realización de una tarea convenida (posiblemente rebasando el ámbito de esa tarea) y cuál es la responsabilidad del consultor ante el cliente. A menudo se entiende mal el papel que desempeña el consultor en la puesta en práctica. El consultor puede estar dispuesto a participar en ella, pero el cliente puede haber adquirido la costumbre de recibir informes con propuestas de medidas y de decidir sobre su aplicación sólo después de que el consultor se haya marchado. De ser posible, el consultor debe tratar de participar en la puesta en práctica de las propuestas. Si el costo es lo que preocupa al cliente, la presencia del consultor durante esa fase puede reducirse mucho. Funciones del consultor y del cliente En tercer lugar, conviene determinar cómo llevarán a cabo el cometido ambas partes:
Durante la consultoría se pueden producir muchos acontecimientos imprevistos y se pueden descubrir muchos hechos nuevos que impondrán la necesidad de revisar la definición original de las expectativas y los papeles. Tanto el cliente como el consultor deben ser conscientes de esta posibilidad y tener la suficiente flexibilidad para ajustar su contrato y sus acuerdos de trabajo. Por ejemplo, el personal del cliente puede considerar en alguna etapa que le sería fácil proporcionar información o formular propuestas de medidas que en su origen se suponía elaboraría el consultor. Cuando un cambio de las condiciones exige una nueva definición, podría resultar contraproducente intentar atenerse a la definición inicial de las funciones. Fuente: KUBR, MILAN. LA CONSULTORÍA DE EMPRESAS GUIA PARA LA PROFESIÓN (3ra Ed). Organización Internacional del Trabajo (1997)
En el proceso de consultoría intervienen dos asociados: el consultor y su cliente. El cliente ha decidido comprar unos servicios profesionales en ciertas condiciones, por ejemplo, por un número convenido de días y con unos honorarios diarios. Durante ese tiempo, dispondrá plenamente de los conocimientos técnicos del consultor y, en teoría, debería resultar fácil poner esos conocimientos en práctica para resolver el problema que preocupa al cliente. Es lícito suponer que ambas partes están interesadas en alcanzar el mismo objetivo.
La realidad es mucho más compleja. El consultor sigue siendo una persona ajena a la organización, alguien de quien se espera que obtenga un resultado válido en la organización cliente sin formar parte de su sistema administrativo y humano. Incluso un consultor interno (un empleado de la organización) es un elemento ajeno desde el punto de vista de las dependencias de la organización donde se supone que ha de intervenir. Independientemente de su competencia y calidad técnicas, el asesoramiento del consultor puede o no ser entendido y aceptado por el cliente. El rechazo suele adoptar múltiples formas. En la historia de la consultoría son miles los casos en que excelentes informes de consultores han quedado enterrados en algún cajón de la mesa de un director y nunca se han puesto en práctica, pese a su aceptación oficial. Esto pone de manifiesto la importancia esencial de crear y mantener una relación eficaz entre el consultor y el cliente. La experiencia muestra que esa relación no es fácil de establecer. Para tener éxito, los consultores y los clientes deben conocer los factores humanos y de otro tipo que influyen en su relación, así como los errores que se han de evitar en la realización conjunta de una tarea. Deben estar dispuestos a hacer un esfuerzo especial para establecer y mantener una relación que posibilite la intervención eficaz de un profesional independiente. No hay otra solución. ¿Qué siente probablemente un comprador?
Fuente: KUBR, MILAN. LA CONSULTORÍA DE EMPRESAS GUIA PARA LA PROFESIÓN (3ra Ed). Organización Internacional del Trabajo (1997)
Existe una relación muy especial entre la consultoría de empresas, por un lado, y la capacitación, el perfeccionamiento del personal de dirección y las investigaciones, por el otro. Podría incluso afirmarse que conceptualmente constituyen subsectores de la misma profesión, puesto que tienen el mismo objeto de estudio y de intervención práctica y la misma base teórica, y persiguen los mismos objetivos finales. La distinción está en la metodología y en los objetivos inmediatos.
Existen profesiones en las que las relaciones entre la intervención práctica, la educación y la capacitación y la investigación se han clarificado y ordenado hace tiempo. En la gestión de empresas, no hemos llegado a ese punto. No hemos podido superar plenamente la dicotomía tradicional entre la consultoría de orientación práctica, que persigue la producción de resultados tangibles para el cliente, y el profesor-investigador, que escribe y enseña acerca de conceptos y teorías, pero que está menos interesado en las aplicaciones prácticas. Consultoría y capacitación Afortunadamente, hay indicios de progresos reales en la superación de las diferencias entre consultoría y capacitación y perfeccionamiento del personal en la esfera de la gestión: — En la consultoría moderna, el aprendizaje constituye uno de los principales objetivos. Al elegir sus métodos y colaborar con el cliente, el consultor se propone transmitir sus conocimientos prácticos y experiencia personales al cliente.
Cabe hacer observaciones similares con respecto a las relaciones entre la consultoría de empresas y la investigación en materia de gestión. Muchos de los consultores de la generación anterior insistían en que eran consultores prácticos que no tenían nada en común con el investigador. Sin embargo, esta dicotomía reflejaba una escasa preparación teórica por parte del consultor y una falta de objetivos prácticos por parte de la mayoría de los académicos, más que un conflicto de fondo entre la consultoría y la investigación. Factores que diferencian la investigación de la consultoría
En realidad, pese a sus diferencias, la investigación y la consultoría tienen mucho en común y pueden prestarse mutuamente útiles servicios.
Al abordar los problemas prácticos de la dirección o gestión, los consultores tienen que conocer los resultados de las investigaciones y basarse en ellos. Por ejemplo, antes de recomendar una técnica para incentivar es mejor saber si se ha realizado alguna investigación sobre el empleo de esa técnica en condiciones análogas a las del cliente. Las organizaciones de consultoría estimulan cada vez más a sus miembros no sólo a estar informados acerca de los resultados publicados de las investigaciones sobre administración de empresas, sino también a estar al tanto de los proyectos de investigación en marcha y a conocer a los principales investigadores. Por otra parte, la investigación sólo puede resultar beneficiada de una estrecha relación con la consultoría. Los datos acopiados en las organizaciones clientes por los consultores pueden ser útiles para investigaciones más amplias. Los datos de varias organizaciones se pueden utilizar para obtener conclusiones generales sobre tendencias sectoriales o de otro tipo, sin infringir el carácter confidencial de la información. Debido a ello, numerosas oficinas de consultoría se han lanzado también a la investigación. Cuentan con un programa de investigación propio, realizan investigaciones por contrata y publican libros basados en sus propias investigaciones o cooperan en proyectos de investigación con universidades e investigadores particulares. Algunas oficinas de consultoría se han conquistado la fama de basarse sólidamente en las investigaciones. Las escuelas empresariales y los institutos de investigación están cada vez más interesados en poner a prueba y en difundir los resultados de sus investigaciones por medio de tareas de consultoría. Metodológicamente, los consultores aprenden mucho de los investigadores y viceversa. La investigación operativa es un ejemplo de investigaciones que se encuentran en la frontera entre la investigación y la consultoría; tienen por finalidad simultáneamente resolver un problema práctico importante y aportar nuevos conocimientos acerca del sistema social objeto de estudio. La investigación operativa entraña cambios de lo que se está investigando, cosa que no sucede con la investigación convencional. Fuente: KUBR, MILAN. LA CONSULTORÍA DE EMPRESAS GUIA PARA LA PROFESIÓN (3ra Ed). Organización Internacional del Trabajo (1997) |
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