¿Qué se entiende por problemas?
El término "problema" es uno de los más empleados y peor utilizados en la bibliografía especializada en gestión y consultoría. Puede significar prácticamente cualquier cosa. Tendemos a utilizarlo, para facilitar las cosas, si no queremos o no podemos ser más precisos. El peligro de equívocos es considerable. ¿Se refieren dos personas a la misma cosa si hablan de problemas? Por ejemplo, en una empresa mercantil, un "problema" que justifica el empleo de un consultor puede estar causado por cualquiera de las siguientes razones (y cabe pensar en muchas otras):
Si por "problema" se entiende sólo un error, fracaso, deficiencia u oportunidad perdida, la perspectiva del cliente y del consultor suele ser retrógrada y estrecha. La atención se debería concentrar en medidas correctivas (que implican críticas y la determinación de responsabilidades). Lamentablemente, en la práctica gerencial y de la consultoría impera este significado del término "problema". Asimismo, en la consultoría el término "problemas" se utiliza como un concepto más general y global para describir la diferencia entre situaciones comparables (pasado, presente o futuro) acerca de lo que nos interesa. En este sentido, incluso una empresa exitosa y orientada hacia el futuro que ha establecido y logrado objetivos ambiciosos tiene "problemas": el deseo de mejorar su ventaja competitiva, ser una empresa líder del sector, no perder una nueva oportunidad de comercialización, descubrir un nuevo asociado comercial o explorar una nueva tecnología, etc. Obviamente, éste será un problema de categoría diferente... En Tips Empresariales empleamos la palabra "problema" en este segundo sentido: como un término genérico que describe la insatisfacción del cliente, por la diferencia entre cualesquiera situaciones comparables en su organización. Por consiguiente, algunos de estos problemas serán errores y deficiencias anteriores que hará falta enmendar y muchos otros guardarán relación con las perspectivas, oportunidades y estrategias para mejorar la empresa en el futuro. Fuente: KUBR, MILAN. LA CONSULTORÍA DE EMPRESAS GUIA PARA LA PROFESIÓN (3ra Ed). Organización Internacional del Trabajo (1997)
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En estos días, la presencia en línea se ha convertido prácticamente en una cuestión de supervivencia para las empresas, y eso se aplica a todas las industrias. Porque, independientemente del público objetivo, Internet se usa mucho para el trabajo o el ocio.
Por ello, es muy importante que las empresas empiecen a adaptarse a la Era Digital, que son los avances tecnológicos de la Tercera Revolución Industrial. Pensando en ayudarte con este tema, creamos un contenido completo con lo que necesitas saber sobre la importancia de que tu empresa esté presente en internet. Además, hablaremos de los beneficios que puede tener tu empresa, así como formas de insertarla en la era digital. Solo sigue hasta el final de este contenido que preparamos especialmente para ti. ¿Qué tan importante es para las empresas estar presentes en internet? Podemos resumir la importancia de que las empresas estén presentes en internet en una sola palabra: visibilidad. Por ejemplo, supongamos que posee una pequeña empresa y la empresa competidora realiza inversiones millonarias en marketing digital. ¿Cómo puede asegurarse de que su empresa siga funcionando? Simple: ser visto. Para ello, su empresa necesita ser visible en Internet. Por lo tanto, independientemente de los productos o servicios que ofrezca tu empresa, esta debe tener la visibilidad suficiente para ser elegida como opción. Por ejemplo, si buscas hamburguesas, ¿cuáles son los resultados que aparecen en Google? Es muy importante que su empresa esté en estos resultados, y preferiblemente, en la primera página. Es decir, la importancia de que tu empresa esté presente en internet es simplemente porque, si no lo está, será mucho más difícil hacer frente a la competencia. Hoy prácticamente todo el mundo está conectado a internet a través del teléfono inteligentes en uso. Es decir, es prácticamente seguro que tu público objetivo tenga acceso a Internet y lo use todos los días a través de un teléfono inteligente. Además, es muy fácil encontrar a tu público objetivo en las siguientes redes sociales:
Los beneficios que puede tener tu empresa al estar presente en internet Ya te hemos explicado un poco sobre la importancia de que tu empresa esté presente en internet. Así que vamos a explicarte también sobre los beneficios que puede tener tu empresa al estar presente en internet. Marketing de baja inversión Hasta hace unos años era muy habitual comercializar empresas colocando anuncios en revistas, periódicos, coches con sonido, etc. Y podemos decir que fue bastante costoso hacer este tipo de marketing. Por otro lado, el marketing digital de pequeñas y medianas empresas se puede hacer con una baja inversión, que aún siendo “baratos”, dan resultados. ¿Y sabes la razón de esto? Es mucho más fácil dar a conocer tu negocio a las personas simplemente usando las redes sociales. Por ejemplo, si opera solo en su ciudad, limitar los anuncios solo a ella le costará mucho menos que mostrar el anuncio a toda la región. Sin embargo, es posible que todos en la ciudad vean su anuncio y conozcan los productos o servicios que ofrece su empresa. Es decir, asumiendo que tu ciudad tiene 50.000 habitantes, de los cuales 30.000 están dentro de tu público objetivo, es posible mostrar tu empresa a 30.000 personas. Y lo más importante es que: con poca inversión, ya puedes aumentar la visibilidad de tu empresa. Con esto, incluso es posible competir con grandes empresas, todo simplemente utilizando las redes sociales para comercializar su empresa. Disponibilidad las 24 horas Al estar presente en internet, su empresa estará disponible las 24 horas del día, ya sea para consultar información como dirección o incluso para ventas. Por ejemplo, si su empresa tiene una tienda virtual, puede realizar compras incluso si su tienda física solo está abierta en horario comercial. Además, es posible que su empresa siga vendiendo las 24 horas del día, incluso sin una tienda virtual. Esto se hace a través de una herramienta conocida como chatbot, que no es más que un robot programado para realizar ventas, incluso cuando tu tienda está cerrada. De esa manera, si su cliente olvidó hacer el pedido mientras estaba atendiendo, simplemente comuníquese con su servicio al cliente, donde el bot ayuda al cliente a realizar la compra. Otro beneficio de estar presente en las redes sociales o incluso en Google es la facilidad con la que tus clientes pueden encontrar información como:
Qué clasificación le han dado los antiguos clientes a su empresa, entre otras. Por lo tanto, aunque no tengas una tienda virtual o un chatbot, tu cliente puede planear ir a tu domicilio durante las horas que estás trabajando. Aumenta la credibilidad de tu marca Actualmente, es posible definir si una marca es confiable o no con solo mirar las redes sociales. Por ejemplo, está buscando un determinado producto o servicio, y cierta empresa ofrece exactamente lo que está buscando. Sin embargo, la empresa no está presente en las redes sociales. ¿Qué haces en estos casos? Por lo general, si estás acostumbrado a comprar por Internet, acabarás desistiendo de realizar la compra. Esto sucede porque se ha vuelto tan común que las empresas tengan redes sociales activas que, si no las tienen, terminas pensando que es una especie de estafa. Y, aunque no sea una estafa, normalmente darás preferencia a las empresas que tienen más visibilidad online, ¿no? Y precisamente por eso es tan importante tener tu empresa presente en internet, para no acabar perdiendo clientes potenciales. Ampliar las opciones de contacto con el cliente Otro beneficio de tener tu empresa presente en internet es que amplías tus opciones de contacto con tus clientes. Y eso se aplica especialmente a las empresas que todavía prestan el servicio principalmente por teléfono o correo electrónico. Además de ralentizar el servicio, solo podrá atender a una persona a la vez, especialmente en el caso del servicio telefónico. Ahora, al utilizar las redes sociales o incluso un servicio de chat en el sitio web de tu marca, es posible facilitar el servicio y atender a más de una persona a la vez. Además, es mucho más fácil atender a tu cliente en lugares donde ya está activo, como WhatsApp, Facebook o Instagram. Eso es porque, además de no tener que esperar en la cola de servicio, su cliente no necesitará descargar otra aplicación para ser atendido. Y esto es algo que mejora mucho la experiencia del cliente, aumentando su satisfacción con tu empresa. Tu marca se convierte en autoridad en el tema Por ejemplo, supongamos que su empresa proporciona servicios a otras empresas. Si tienes un sitio web completo, como un blog con contenido rico para estas empresas interesadas en tus servicios, te conviertes en una autoridad en el tema. Por ejemplo, su empresa brinda servicios de limpieza profesional para alfombras y cortinas comerciales. En su sitio web, necesita tener información rica, como:
De esa manera, demuestras que tu empresa sabe lo que hace y se convierte en un referente, aumentando aún más la credibilidad de tu marca. ¿Todas las empresas pueden estar en el mundo digital? Sí, todas las empresas pueden estar en el mundo digital, tanto las empresas que prestan asistencia y servicios a otras empresas como al consumidor final. Por eso, independientemente de tu segmento, tu marca necesita tener visibilidad para conseguir clientes. Y por eso es tan importante estar presente en el mundo digital y va desde las microempresas hasta las grandes empresas. Por ello, a continuación te explicaremos cómo puedes empezar a preparar a tu empresa para estar en el mundo digital. Cómo preparar a su empresa para la era digital Preparar su empresa para la era digital puede parecer un desafío abrumador. Sin embargo, con un poco de planificación y una estrategia bien definida, es posible dejar tu empresa lista para cualquier desafío. Tener un presupuesto establecido El primer paso para preparar a su empresa para la era digital es tener un presupuesto definido. Para ello, es necesario analizar:
De esta forma, es posible que prepares a tu empresa para la era digital sin tener que preocuparte por el presupuesto, ya que este era el primer paso a definir. Usa las redes sociales Una de las formas más sencillas de preparar a su empresa para la era digital es utilizar las redes sociales. Esto se debe a que, de fácil mantenimiento y bajo costo, es posible tener buenos resultados solo usando las redes sociales. Sin embargo, al usar las redes sociales, debe tomar algunas precauciones, como:
Tener un equipo de innovación Contar con un equipo especializado en innovación será de gran ayuda a la hora de preparar a tu empresa para la era digital. Por ello, crear un equipo pensando precisamente en visibilizar tu empresa en internet y redes sociales es fundamental para los próximos pasos. Esto se debe a que, como gerente, lo más probable es que ya realice varias tareas, lo que dificulta la innovación en la empresa. No obstante, con un equipo cualificado para ello, podrá seguir gestionando su empresa e implantando las innovaciones propuestas. Con esto, poco a poco, es posible tener su empresa completamente preparada para enfrentar los desafíos de la era digital y destacarse en el mercado en el que opera. Capacitar a los empleados La formación de los empleados es fundamental para que puedas preparar a tu empresa para la era digital y que se aprovechen las innovaciones. Por ejemplo, imagina la situación: tu equipo de innovación creó un software de gestión que integra todos los departamentos. Sin embargo, si su equipo no sabe cómo usar este software, ¿de qué sirvió la innovación creada? Por eso, es muy importante que, además de implementar innovaciones en tu empresa, tu equipo sepa aprovechar la tecnología. Así, además de tener una empresa preparada para los crecientes avances tecnológicos, contarás con un equipo capaz de solucionar cualquier tipo de problema de forma práctica y eficiente. Probar antes de implementar innovaciones Si desea automatizar procesos en su empresa, independientemente de cuáles sean, debe probar las innovaciones antes de implementarlas. Con esto, reduce la ocurrencia de fallas, que pueden perjudicar toda la productividad de un determinado sector en su empresa. Además, con las pruebas es posible saber de antemano si la integración con el resto de procesos está funcionando correctamente. De esta forma, evitas problemas como invertir en innovaciones que no funcionan en la práctica o que no están funcionando como deberían. Esto asegura que, después de la implementación, todo funcionará como debería. Mantén una mente abierta a las innovaciones. Como gerente de su empresa, debe tener la mente abierta a las innovaciones. Es decir, no tiene sentido querer a tu empresa en la era digital y no estar dispuesto a cambiar procesos para hacerlo. Por lo tanto, esté siempre dispuesto a escuchar la opinión de otros profesionales con respecto a un determinado proceso que necesita cambios. Esto se debe a que, aunque funcione correctamente, los procesos pueden estar desactualizados y no ser suficientes para satisfacer las necesidades actuales. Además, con la presencia de tu marca en internet, tu empresa también debe estar preparada para hacer frente a una demanda aún mayor. Y con eso, los procesos que se utilizan actualmente no serán suficientes. ¿Debe mi empresa estar en Google Business? Sí, tu empresa debe estar en Google Business, ya que, además de ser una herramienta gratuita, es la forma más práctica de visibilizar tu empresa. Esto sucede porque cuando necesitamos buscar cualquier elemento en Internet, generalmente usamos Google, ¿no es así? Y eso representa el 99% de todas las búsquedas realizadas en Internet por los brasileños, con un total de 4,5 mil millones de búsquedas mensuales. Por lo tanto, para asegurar la visibilidad de su empresa de una manera fácil y gratuita, basta con crear su perfil de empresa en Google Business. Además, a través de Google Business es posible, por ejemplo, saber cómo las personas encontraron tu empresa, además de datos como:
En otras palabras, Google Business es el primer paso para toda empresa que quiera aumentar su visibilidad en Internet. Razones por las que tu negocio debe estar en internet Ahora sabes más sobre los beneficios de estar presente en internet y cómo preparar a tu empresa para la era digital. Por eso, también te explicaremos las razones por las que tu empresa debería estar en internet. De esa forma, podrá comprender aún más sobre el tema y empezar a preparar a su empresa para los nuevos desafíos del mercado. Presencia digital y mejora de marca En algunos casos, las redes sociales no se utilizan directamente para realizar una venta, como el perfil de su empresa en Instagram. Sin embargo, es importante tener este perfil porque impacta en la presencia digital de tu marca. La presencia digital es, en definitiva, la forma en que su empresa se posiciona en las redes sociales e influye directamente en la imagen de su empresa en el mercado. Es decir, es a través de las redes sociales que interactúas más directamente con los consumidores, y donde crean una relación con tu marca. Por lo tanto, aunque no hagas una venta directamente, es más probable que la persona que interactúa con tu marca en las redes sociales compre tus productos o servicios. Esto sucede porque, con las publicaciones de tu empresa, muestras qué problema de cliente resuelve tu producto o servicio. Con eso, aunque no haga la compra inmediatamente, sabrá que su empresa es confiable y puede hacer la compra en el futuro. La apreciación de la marca es la forma en que el mercado ve su marca, y eso se aplica tanto a otras empresas como a sus consumidores. La apreciación de la marca ocurre como consecuencia de la presencia digital de su marca. Es decir, la forma en que te posicionas es lo que define si tendrás reconocimiento de marca o no. Facilidad para atraer nuevos clientes. Probablemente hayas escuchado el dicho "no visto, no recordado", ¿verdad? Y esto se aplica a las empresas sin presencia digital. Por eso, con tu empresa presente en internet, es más fácil captar nuevos clientes. Por ejemplo, ¿alguna vez has pasado por un lugar de tu ciudad que ni siquiera sabías que existía, como un restaurante o una tienda? Si la respuesta es sí, sepa que esto le sucede a mucha gente, precisamente porque las empresas no tienen presencia digital. Por eso, para evitar que tu empresa caiga en el olvido y captar nuevos clientes, es fundamental que tu empresa esté presente en internet. Genera valor para tu producto o servicio Generar valor para tu producto o servicio es lo que determina si podrás realizar una venta o no. Por lo tanto, al tener presencia en internet, que puede ser desde una simple página en redes sociales hasta un sitio web completo, generas valor por el producto o servicio que ofreces. Además, cuanto más completa sea la información que muestres, mayor será esta valoración. Es decir, crea contenido rico que muestre el tipo de servicio o producto que ofrece tu empresa, además de los diferenciales que tiene tu empresa en el mercado. Con estos diferenciales, destaca su marca y aún así genera valor para su empresa y sus productos. Posibilidad de realizar estrategias para llegar a tu público objetivo Finalmente, otra razón por la que tu empresa necesita estar en internet es precisamente para crear estrategias específicas para tu público objetivo. Por ejemplo, si sus clientes tienen un promedio de 30 años, debe elaborar una estrategia para esa audiencia específicamente. Además, es necesario elegir la mejor opción de red social para publicar este contenido, ya que cada grupo de edad utiliza una red social más que otra. Con esto creas estrategias eficientes que llegarán específicamente a tu público objetivo, aumentando tus ventas. Ahora ya sabes todo lo que necesitas saber sobre la importancia de tener tu empresa en internet para adaptarse a la era digital. Por lo tanto, ahora necesita preparar a su empresa para estar lista para los nuevos desafíos.
La consultaría de empresas es un servicio de asesoramiento profesional independiente que ayuda a los gerentes y a las organizaciones a alcanzar los objetivos y fines de la organización mediante la solución de problemas gerenciales y empresariales, el descubrimiento y la evaluación de nuevas oportunidades, el mejoramiento del aprendizaje y la puesta en práctica de cambios.
Cinco razones genéricas para recurrir a los consultores Un gerente o director de empresa puede recurrir a un consultor si percibe una necesidad de ayuda de un profesional independiente y considera que el consultor será la persona adecuada para prestarle esa ayuda. Sin embargo, ¿de qué tipo de ayuda estamos hablando? ¿Cuál puede ser el objetivo de utilizar a un consultor? Las razones de la consultoría se pueden considerar desde diversos ángulos y describirse de diversas formas. Examinemos, primeramente, cinco razones amplias o genéricas que motivan a los clientes cuando recurren a consultores, independientemente de las diferencias del campo técnico de intervención y del método concreto de intervención utilizado:
Alcanzar los objetivos y fines de la organización Toda consultoría en materia gerencial y empresarial apunta a un objetivo general y principal, que consiste en ayudar a los clientes a alcanzar sus metas empresariales, sociales o de otra índole. Esas metas pueden definirse de diversas formas: papel de dirección del sector, ventajas competitivas, satisfacción de los clientes, calidad total, excelencia de la empresa, rendimiento elevado, rentabilidad, mejora de los resultados de la empresa, eficacia, crecimiento y otros análogos. Diferentes conceptos y términos reflejan las ideas y las prioridades de los clientes y los consultores, el estado actual de los conocimientos gerenciales y de consultoría. Las empresas comerciales, los servicios públicos y las organizaciones sociales destacarán diferentes finalidades. El horizonte temporal de una consultoría diferirá de un caso a otro. Con todo, el denominador común sigue siendo el mismo: la consultoría tiene por finalidad aumentar el valor de la organización cliente, y este valor debería ser una aportación tangible y mensurable al logro de los objetivos principales del cliente. Este objetivo global de la consultoría de empresas constituye el fundamento y da sentido a toda la labor de asesoramiento. ¿Qué sentido tendría el aprendizaje de la organización o unos cambios organizativos costosos y peligrosos si la organización cliente no pudiera acercarse a sus metas principales? ¿Qué sentido tendría resolver con éxito unos pocos problemas de gestión aparentemente apremiantes si, "como la hidra mitológica que recupera dos cabezas por cada una que se corta, las soluciones que establecemos a menudo se ven superadas rápidamente por una plétora de nuevos problemas." El objetivo de alcanzar las metas de la organización cliente parte del supuesto de que el cliente ha definido esas metas. En algunas organizaciones esto no sucede y la dirección actúa sin ninguna perspectiva, meta o sentido de su misión. La principal aportación del consultor podría muy bien consistir en ayudar al cliente a adoptar una visión del futuro, fijar metas ambiciosas pero realistas, elaborar una estrategia, concentrarse en los resultados y empezar a considerar los problemas y las oportunidades actuales a la luz de unas metas a más largo plazo y más fundamentales para la organización. Los consultores deben estar conscientes de que las organizaciones clientes pueden perseguir metas de diferentes clases. Algunas veces, el objetivo de una consultoría puede ser asesorar al cliente sobre cómo mantener el statu quo o incluso cómo abandonar la actividad empresarial. Solución de problemas gerenciales y empresariales Ayudar a los directores, gerentes y otros decisores a resolver problemas es quizá el objetivo mencionado con más frecuencia en la consultoría. La tarea del consultor se describe como una ayuda profesional para poner al descubierto, diagnosticar y resolver problemas relacionados con diversas esferas y aspectos de la gestión y de la empresa. Se utiliza el término "problema" para describir una situación en la que existe una diferencia o discrepancia entre lo que sucede realmente o sucedería y lo que debería o podría suceder. Consecuentemente, un problema sólo se puede describir en términos relativos, como una diferencia entre dos situaciones. Además, alguien tiene que ocuparse de esta diferencia y tratar de superarla, o de atenuarla. Una situación en si no es un problema. Con frecuencia, una situación actual de la organización cliente se compara con una situación que existía en el pasado. Si ha habido un deterioro como la caída vertical de las ventas o los beneficios, el problema se define como la necesidad de restablecer la situación original. Por eso, a los consultores se los llama a veces "médicos de la compañía" o "curanderos de la empresa" o "remediadores de problemas." Por otro lado, la situación actual se compara con cierta norma (punto de referencia) y esta comparación revela que la situación presente no es satisfactoria. El problema se define a continuación como la necesidad de satisfacer o superar la norma, por ejemplo, la calidad del producto, el conjunto de modelos ofrecidos o el servicio postventa de un competidor. La consultaría cuyo objetivo se limita a medidas correctivas destinadas a restablecer una situación anterior o a alcanzar una norma ya alcanzada por otras organizaciones puede producir importantes ventajas urgentemente requeridas. Se evitará una crisis, se frenará la evolución negativa y la empresa del cliente sobrevivirá. Habrá una satisfacción general y una sensación de alivio. Con todo, regresar a una situación ya existente o ponerse a la altura de la competencia no garantiza al cliente una ventaja competitiva ni una competencia y energía adicionales para hacer frente a nuevas situaciones y lograr un rendimiento superior en el futuro. Descubrimiento y evaluación de nuevas oportunidades Los consultores no nos sentimos especialmente satisfechos de que se nos considere remediadores de problemas. Después de todo, si una empresa no tiene dificultades, no tiene motivos para recurrir a una persona con el fin de que se las resuelva. No obstante, los consultores podemos ofrecer mucho más que una ayuda a las organizaciones para sacarlas de dificultades. Muchas sociedades comerciales y otras organizaciones bien administradas, exitosas y ambiciosas así lo han comprendido. A veces pueden recurrir también a un consultor para descubrir las desviaciones que se han producido y hallar y rectificar sus motivos. Sin embargo, prefieren utilizar a los consultores para descubrir y aprovechar nuevas oportunidades. Consideran a las empresas de consultoría como una fuente de información y de ideas valiosas que pueden dar lugar a un amplio conjunto de iniciativas, innovaciones y mejoras en cualquier sector o función de la empresa: en la promoción de nuevos mercados y productos; en la evaluación y utilización de tecnologías de avanzada; en el mejoramiento de la calidad; la prestación de servicios más útiles a los clientes, la promoción y motivación del personal; la utilización óptima de los recursos financieros y el descubrimiento de nuevos contactos comerciales (y contratos), entre otras. La experiencia demuestra que incluso las grandes empresas han promovido muchas ideas para transformarlas en actos y han aprovechado oportunidades empresariales importantes con ayuda de sus consultores. Promoción del aprendizaje Lyndon Urwick, cuya contribución al fomento de la consultoría profesional de empresas es una de las más importantes, ha señalado que "el único trabajo que vale realmente la pena hacer como consultor es el que instruye, el que enseña a los clientes y a su personal a administrar mejor sus negocios". En la concepción moderna de la consultoría, esta dimensión es trascendental. Muchos clientes recurren a consultores no sólo para hallar una solución a un problema preciso, sino también para adquirir los conocimientos técnicos especiales del consultor (por ejemplo, sobre el análisis del medio ambiente, la reestructuración empresarial o la gestión de la calidad) y los métodos utilizados para evaluar a las organizaciones, poner al descubierto los problemas y las oportunidades, promover las mejoras y aplicar los cambios (entrevistas, diagnósticos, comunicación, persuasión, retroalimentación de la información, evaluación y técnicas análogas). El asesoramiento asume un cometido de enseñanza. Su finalidad es facultar al cliente aportando nuevas competencias a la organización y ayudando a los directores o gerentes y al personal a aprender de su propia experiencia y de la experiencia del consultor. A menudo se destaca que de esta manera «se ayuda a las organizaciones a ayudarse a sí mismas». Se trata de un intercambio de doble dirección, puesto que al ayudar a sus clientes a aprender de la experiencia el consultor de empresas acrecienta sus propios conocimientos y competencia. El efecto de aprendizaje de la consultoría es probablemente el más importante y duradero. La elección de los métodos de consultoría y el grado de participación del cliente pueden intensificar o atenuar ese efecto. Introducción de cambios "Agente del cambio" es otro título frecuentemente aplicado a los consultores. Y están orgullosos de él, puesto que refleja otro objetivo general de la consultoría: ayudar a las organizaciones clientes a entender el cambio, adaptarse a él e introducir las innovaciones necesarias para sobrevivir y tener éxito en un entorno en donde el cambio continuo es la única constante. La importancia de este objetivo de la consultoría ha aumentado de modo considerable en la actualidad debido a la complejidad y al ritmo de las modificaciones ambientales, la necesidad de mantenerse informado acerca de los cambios que puede efectuar la organización y reflexionar constantemente sobre las repercusiones posibles, la rapidez con que las organizaciones tienen que adaptarse y las exigencias cada vez mayores de flexibilidad y capacidad del personal para hacer frente al cambio. Fuente: KUBR, MILAN. LA CONSULTORÍA DE EMPRESAS GUIA PARA LA PROFESIÓN (3ra Ed). Organización Internacional del Trabajo (1997)
Existen numerosos casos de misiones exitosas realizadas por algunos consultores de empresas del mundo que han evitado la quiebra de compañías o han dado nueva vida a empresas que envejecían. Se ha ido formando así la idea de que las oficinas de consultoría pueden resolver prácticamente cualquier dificultad de gestión. Sin embargo, esa idea no siempre corresponde a la realidad. Hay situaciones en que nadie puede servir de ayuda. Y aunque la ayuda sea posible, sería poco realista e injusto esperar que los consultores hagan milagros.
Por otro lado, no se ha de esperar nunca que el consultor alivie al cliente de la carga del problema. La presencia e intervención del consultor puede aportar considerable ayuda a un cliente en dificultad, pero no lo liberará de la responsabilidad inherente a la dirección de la adopción de decisiones y sus consecuencias. Para ser reconocida como tal, la consultoría no tiene que ser una ocupación de tiempo completo. Si se cumplen otros criterios profesionales y el asesoramiento proporcionado ayuda al cliente a lograr mejoras reales, es intrascendente que el consultor sea primordialmente (y durante la mayor parte de su tiempo) profesor de una escuela empresarial, un investigador, un directivo jubilado o cualquier otro trabajador profesional. Por otro lado, si se garantizan la calidad y la independencia, la consultoría no tiene por qué ser un servicio externo. Los consultores internos son igualmente consultores. Fuente: KUBR, MILAN. LA CONSULTORÍA DE EMPRESAS GUIA PARA LA PROFESIÓN (3ra Ed). Organización Internacional del Trabajo (1997)
"Todo hombre, por sabio que sea, necesita el consejo de algún amigo sagaz sobre los asuntos de la vida." Plauto
"Aceptar un buen consejo no es sino aumentar la propia capacidad." Goethe "Muchos reciben consejos, pero pocos se aprovechan de ellos." Publilius Syrus "Hace falta más sabiduría para aprovecharse de un buen consejo que para darlo." John C. Collins "De nada es tan pródigo el hombre como de sus consejos." La Rochefoucauld "No dar nunca un consejo a una muchedumbre." Proverbio árabe "Damos consejos a granel, pero aceptamos pocos." William Alger "No tengas la presunción de dar consejos a personas que son mejores que tú en todos los sentidos." Rabindranath Tagore "Los consejos duros no producen efecto alguno; son como los martillos, a los que siempre rechaza el yunque." "Los buenos asesores no carecen de clientes." Shakespeare "Los consejos son como las setas. Los malos pueden resultar fatales." Autor desconocido "El asesoramiento gratuito resulta a menudo demasiado caro." Autor desconocido Fuente: KUBR, MILAN. LA CONSULTORÍA DE EMPRESAS GUIA PARA LA PROFESIÓN (3ra Ed). Organización Internacional del Trabajo (1997)
Servicio profesional
Ya se practique como una ocupación de dedicación completa o como un servicio prestado en casos concretos, la consultoría de empresas proporciona conocimientos teóricos y técnicas profesionales que sirven para resolver problemas prácticos de gestión. Una persona se convierte en un consultor de empresas después de haber acumulado, gracias al estudio y a la experiencia práctica, un considerable acervo de conocimientos sobre diversas situaciones empresariales y después de haber adquirido las técnicas necesarias para resolver los problemas, mejorar el rendimiento de la organización y compartir la experiencia con otros con respecto al conocimiento de la índole y metas de la organización, el hallazgo, análisis y síntesis de la información pertinente, la presentación de propuestas de mejoras, la comunicación con los demás, la planificación de los cambios, la superación de la resistencia al cambio, la motivación del personal, la ayuda a los clientes para que aprendan de la experiencia, etc. Experiencia adquirida, actualización e investigación Algunos ejecutivos de empresas pueden ser consultores en su propia organización, pero sus conocimientos y técnicas, por lo general, solo se vinculan a la situación particular de su empresa particular. Un consultor externo no tiene ninguna responsabilidad de dirección y no está familiarizado con una situación de la empresa, sin embargo, a lo largo de los años, los consultores de empresas externos pasan por muchas organizaciones y aprenden a utilizar la experiencia adquirida en las tareas anteriormente desempeñadas para ayudar a sus nuevos clientes, o a sus viejos clientes, a hacer frente a nuevas situaciones. Como han de trabajar en circunstancias muy diferentes, los consultores aprenden a discernir las tendencias generales y las causas comunes de los problemas y tienen grandes posibilidades de hallar una solución apropiada; aprenden a afrontar nuevos retos y a tener en cuenta nuevas oportunidades. Los profesionales empleados por las empresas de consultoría pueden aprovechar la experiencia de sus colegas que han trabajado con otros clientes y utilizar los conocimientos prácticos acumulados de toda la empresa. Además, los consultores profesionales se mantienen constantemente al día de todo lo que se publica sobre la evolución de las teorías, los conceptos, los métodos y los sistemas relacionados con la gestión empresarial. Por tanto, la consultoría se puede basar en la experiencia, en la investigación, o en ambas. La consultoría basada en las investigaciones ha adquirido importancia con la extensión de la investigación operativa, las teorías de sistemas, la ciencia de la informática y la tecnología de la información, las ciencias del comportamiento y otras investigaciones científicas relativas al funcionamiento y conducta de las organizaciones y los sistemas humanos en los sectores empresarial y social. Esa evolución ha inducido a varios profesores e investigadores relacionados con la gestión empresarial a pasar a la consultoría y ha estimulado asimismo a varias empresas consultoras a iniciar sus propios programas de investigación para crear nuevos servicios a los clientes basándose en las investigaciones. Ética Profesional Otra característica esencial de un enfoque profesional es la ética profesional. Al prestar servicios a los clientes, los consultores de empresa respetan varios principios adoptados por la profesión para proteger los intereses de los clientes y demostrar a éstos que pueden confiar en la integridad de los consultores. Servicio consultivo La consultoría es en lo esencial un servicio de asesoramiento. Esto significa que los consultores no se contratan (con algunas excepciones) para que dirijan organizaciones o adopten decisiones delicadas en nombre de la dirección. No tienen ninguna facultad directa para decidir cambios y aplicarlos. De lo único que responden es de la calidad e integridad de su asesoramiento; los clientes asumen toda la responsabilidad que se derive de la aplicación de sus consejos. Por supuesto, en la práctica de la consultoría existen múltiples variantes y grados de «asesoramiento». La pericia básica y el arte del consultor estriban no sólo en dar el consejo correcto, sino en darlo de manera adecuada, a la persona debida y en el momento oportuno. El arte del consultor consiste principalmente en "que se hagan las cosas cuando no se está a cargo". El cliente, a su vez, ha de aprender a solicitar y utilizar hábilmente los consejos del consultor y evitar cualquier malentendido sobre la distribución de responsabilidades. Servicio independiente La consultoría es un servicio independiente. Un consultor debe estar en condiciones de hacer su propia evaluación de cualquier situación, decir la verdad y recomendar con franqueza y objetividad las medidas que ha de adoptar la organización cliente sin pensar en sus propios intereses. Esta independencia del consultor tiene múltiples facetas y en algunos casos puede ser un asunto muy delicado.
La consultoría es un servicio temporal. Los clientes recurren a los consultores para que les presten ayuda durante un período limitado, en esferas en las que carecen de conocimientos técnicos o cuando necesitan temporalmente un personal profesional adicional. Esta colaboración puede darse incluso en esferas en las que los conocimientos técnicos necesarios existen en la organización, pero no se puede destacar a un director o a un especialista del personal para que se consagre plenamente a ocuparse de un problema o un proyecto importante. Los consultores no sólo aportan el tiempo y los conocimientos necesarios y consagran el 100 por ciento de su atención al problema de que se trata, sino que dejarán la organización una vez que haya quedado completada su tarea. Servicio comercial Un profesional que se dedica a la consultoría como medio de vida tiene que cobrar unos honorarios por todo el trabajo que realiza por cuenta de sus clientes. Las empresas de consultoría venden servicios profesionales y los clientes los compran. Además de ser organizaciones de servicios profesionales, las empresas de consultoría son también simplemente empresas. Por consiguiente, una tarea de consultoría no debe ser sólo una actividad técnicamente justificada, sino asimismo una empresa comercial financieramente factible y rentable según los criterios del cliente y del consultor.
Una institución puede aportar asesoramiento juntamente con capacitación y subvencionarlo con cargo a los ingresos obtenidos de la capacitación. Una organización social no lucrativa puede proporcionar asesoramiento como un servicio total o parcialmente subvencionado a empresarios de grupos sociales desfavorecidos o a regiones desatendidas. Fuente: KUBR, MILAN. LA CONSULTORÍA DE EMPRESAS GUIA PARA LA PROFESIÓN (3ra Ed). Organización Internacional del Trabajo (1997)
Definición de consultoría
Existen numerosas definiciones del término «consultoría» y de su aplicación a situaciones y problemas empresariales, es decir, de la consultoría de empresas. Si se dejan a un lado pequeñas diferencias estilísticas y semánticas, se llega a dos enfoques básicos de la consultoría. Con el primer enfoque se adopta una visión funcional amplia de la consultoría.
Un director o gerente de una empresa puede también actuar como consultor, si decide asesorar y ayudar a un colega o incluso a sus subordinados, en lugar de darles instrucciones y órdenes. En el segundo enfoque se considera la consultoría como un servicio profesional especial y se destacan varias características que debe poseer ese servicio.
Para ser eficaces, esas personas tienen que dominar los instrumentos y las técnicas de consultoría y respetar las normas de conducta fundamentales de la profesión de consultor. Fuente: KUBR, MILAN. LA CONSULTORÍA DE EMPRESAS GUIA PARA LA PROFESIÓN (3ra Ed). Organización Internacional del Trabajo (1997)
Tips Empresariales emplea los términos y las expresiones más comunes de la consultoría de empresas internacional. Sin embargo, creemos conveniente definir ya aquí el significado y el uso de una expresión y una palabra básicas:
Luego realizamos el examen sistemático del procedimiento de consultoría, dividido en cinco fases principales: preparativos o iniciación de la tarea, diagnóstico, planificación de la acción, aplicación y terminación. Seguidamente se aborda la administración de las organizaciones de consultoría. Los principales aspectos examinados son la estrategia de una organización de consultoría, la comercialización de los servicios consultivos, los costos y los honorarios, la dirección de una actividad de consultoría, el control financiero, el funcionamiento y la estructuración de las dependencias de consultoría, y el uso de la tecnología de la información en la consultoría. Finalizamos con la carrera y la remuneración en la consultoría, la capacitación inicial y el perfeccionamiento de la formación de los consultores, y las perspectivas futuras de la profesión de consultor internacional. Fuente: KUBR, MILAN. LA CONSULTORÍA DE EMPRESAS GUIA PARA LA PROFESIÓN (3ra Ed). Organización Internacional del Trabajo (1997)
La consultaría empresarial es un servicio profesional útil que ayuda a los directores de empresa a analizar y resolver los problemas prácticos que afrontan sus organizaciones, a mejorar su rendimiento y a aprender de la experiencia de otros gerentes y organizaciones. Cientos de miles de entidades comerciales privadas y de organizaciones públicas de países industrializados y de países menos desarrollados recurren a los servicios de consultoría de empresas, de forma independiente o en conjunto con actividades de capacitación, dirección de proyectos, consultoría sobre tecnología de la información, asesoramiento financiero, contabilidad, consultoría técnica y otros servicios profesionales.
Desde 2020 Tips Empresariales se ha abocado a enseñar, fomentar, practicar y promocionar prácticas de consultoría eficaces. Por medio de sus servicios de consultoría, Tips Empresariales ha asistido a muchas organizaciones públicas y privadas brindando servicios de consultoría para los diversos sectores de la economía y al perfeccionamiento profesional de los consultores de empresas y los capacitadores. A lo largo de este tiempo se ha logrado desarrollar un modelo de consultoría empresarial orientada hacia la práctica, siendo hoy un referente en la temática para consultores de empresas y capacitadores, así como por muchos clientes. La consultoría de empresas es un sector dinámico y rápidamente cambiante de servicios profesionales. Si desean ser competentes y útiles para los clientes, los consultores han de mantenerse al tanto de las tendencias económicas y sociales, prever cambios que pueden afectar a las empresas de sus clientes y ofrecer asesoramiento que ayude al cuente a lograr y mantener un alto rendimiento en un entorno cada vez más complejo, competitivo y difícil. Tips Empresariales se enfoca en difundir las prácticas de consultoría más actualizadas, las cuestiones que más preocupan e interesan a los consultores y a los clientes, las tendencias actuales e incipientes y los métodos que podrían mejorar el valor de los servicios prestados por los consultores. Nuestro concepto de consultoría En Tips Empresariales consideramos a la consultoría de empresas como un método para mejorar las prácticas de gestión. Este método puede ser empleado por una empresa privada independiente, una dependencia interna de consultoría en una organización privada o pública, un instituto de perfeccionamiento del personal de dirección, de productividad o de fomento de la pequeña empresa, un servicio de extensión o un particular (por ejemplo, un consultor independiente o un catedrático universitario). Incluso un gerente o director puede actuar como consultor, si proporciona asesoramiento a sus colegas o subordinados. La consultoría de empresas se ha transformado en una profesión, miles de personas y organizaciones hacen de la consultoría su ocupación a tiempo completo y tratan de imponer normas profesionales con respecto a la calidad del asesoramiento que proporcionan, métodos de intervención y principios éticos. Hasta las personas que aportan cierto asesoramiento sin trabajar a tiempo completo de la profesión pueden cumplir las normas y los principios profesionales y deben contar con ayuda para hacerlo. No existe conflicto alguno entre estas dos maneras de considerar la consultoría. La consultoría como método y la consultoría como profesión constituyen las dos caras de la misma moneda, y en Tips Empresariales nos ocupamos de ambos aspectos. La consultoría de empresas se practica de muchas formas diferentes. Esas formas reflejan la diversidad de las empresas y los contextos en los que actúan los consultores, las distintas personalidades de los clientes y de los asesores y los diversos enfoques conceptuales y métodos de intervención elaborados por los consultores. Por este motivo, generalizar acerca de la consultoría y recomendar como óptimo un modo de abordar la consultoría es difícil y peligroso. En Tips Empresariales optamos por un método ecléctico, formando a nuestros consultores con un enfoque global y equilibrado del escenario de la consultoría, incluidos los diversos métodos, estilos, modos o técnicas aplicados y señalando sus ventajas y deficiencias. De esta manera, ellos pueden hacer su propia elección, de acuerdo con el contexto técnico, organizativo y humano de la organización de que se trate. No obstante, sería incorrecto afirmar que en Tips Empresariales no tenemos preferencias sobre ningún método de consultoría. Tenemos una preferencia, muy marcada, por una forma de consultoría en que: a) El consultor comparta sus conocimientos técnicos con el cliente, en lugar de tratar de esconderlos; b) El cliente participe lo más estrecha e intensamente posible en el cometido, y c) Ambas partes no escatimen esfuerzo alguno para que la tarea resulte una experiencia de aprendizaje valiosa. Dentro de este amplio concepto se pueden utilizar múltiples métodos y técnicas, y el lector tendrá amplias oportunidades de elegir. El principal objeto Tips Empresariales y su Escuela de Consultores es contribuir al mejoramiento de las normas y prácticas profesionales en la consultoría de empresas y proporcionar información y orientación a las personas y organizaciones que desean empezar a mejorar las actividades de asesoramiento. No solo introducimos a la profesión de consultor, su naturaleza, métodos, principios de organización, normas de conducta y prácticas de capacitación y perfeccionamiento profesional, sino que aportamos pautas a los consultores con respecto a diversas esferas en la dirección o gestión de empresas. No es nuestra intención sustituir a las profesiones que se ocupan a fondo y en detalle de diversas funciones y técnicas de gestión empresarial: para esto, nos enfocamos en que nuestros clientes consultores cuenten con conocimientos técnicos profesionales, en sus áreas específicas, si bien les aportamos conocimientos básicos en ciertas esferas del negocio de la consultoría, como la búsqueda de personal de dirección, los estudios de mercado, la tecnología de la publicidad o la información, que se pueden estudiar de manera pormenorizada en publicaciones especializadas. En resumen, en Tips Empresariales nos enfocamos en formar a:
Fuente: KUBR, MILAN. LA CONSULTORÍA DE EMPRESAS GUIA PARA LA PROFESIÓN (3ra Ed). Organización Internacional del Trabajo (1997)
El proceso de consultoría:
Durante la realización de un proyecto de consultoría el consultor y el cliente emprenden un conjunto de actividades necesarias para alcanzar los objetivos y cambios deseados. Esas actividades se suelen conocer como «el proceso de consultoría». Este proceso tiene un principio (se establece la relación y se inicia el trabajo) y un fin (la partida del consultor). Entre esos dos extremos el proceso puede subdividirse en una serie de fases, lo que ayuda al consultor y al cliente a ser sistemáticos y metódicos, pasando de una fase a otra y de una operación a otra, siguiendo un orden lógico y temporal. A continuación, se presenta un modelo sencillo de cinco fases: iniciación, diagnóstico, planificación de medidas, aplicación y terminación. Obviamente, no se puede aplicar a ciegas un modelo universal en todas las situaciones, pero este modelo constituye un buen marco para dar a conocer lo que hacen realmente los consultores, así como para estructurar y planificar cometidos y proyectos particulares. Es importante destacar que, al aplicar el modelo en una situación concreta, es posible que ciertas fases se superpongan; por ejemplo, la aplicación puede comenzar antes de que quede terminada la planificación completa de las medidas o quizá no sea necesario un diagnóstico detallado o que se integre con la elaboración de propuestas. También podría ser útil pasar de una etapa posterior a una anterior. Por ejemplo, la evaluación no sólo sirve para efectuar la determinación final de los resultados de la tarea y de los beneficios derivados del cambio (fase de terminación), sino también para decidir si se vuelve hacia atrás y se adopta un método distinto. A su vez, cada fase puede subdividirse en varias sub-fases o en actividades paralelas. Todo el modelo ha de aplicarse con flexibilidad y con una gran dosis de imaginación. El proceso de consultoría puede considerarse como una variante del proceso de cambio, en la que se determina la necesidad del cambio, se define su objetivo y se preparan y aplican medidas concretas de cambio con la ayuda de un consultor.
El proceso de consultoría: sus cinco fases básicas.
Primer fase. Iniciación: En esta fase el consultor comienza a trabajar con el cliente. Esta fase incluye sus primeros contactos, las conversaciones acerca de lo que el cliente desearía lograr y modificar en su organización y de qué manera el consultor podría prestarle ayuda, la aclaración de sus papeles respectivos, la preparación de un plan de tareas basado en un análisis preliminar del problema y la negociación y concertación de un contrato de consultoría. Se trata de una fase preparatoria y de planificación. A menudo se insiste en que esta fase establece los cimientos para todo lo que seguirá, dado que las fases siguientes estarán fuertemente influidas por la calidad del trabajo conceptual realizado y por el tipo de relaciones que el consultor establezca con su cliente desde el comienzo. En esta fase inicial puede asimismo suceder que una propuesta de cometido, o alcance de la consultoría, no se prepare a satisfacción del cliente, o que se pida a varios consultores que presenten propuestas, entre las que se elegirá una para realizarla tarea. Segunda fase. Diagnóstico: La segunda fase es un diagnóstico a fondo del problema que se ha de solucionar. Durante esta fase, el consultor y el cliente cooperan para determinar el tipo de cambio que se necesita, establecer de manera pormenorizada los objetivos que se han de alcanzar con el cometido y evaluar el rendimiento, los recursos, las necesidades y las perspectivas del cliente. ¿Es el problema fundamental del cambio: de índole tecnológica, organizativa, de información, psicológica o de otro tipo? Si tiene todas estas dimensiones,
Se sintetizan los resultados de la fase de diagnóstico y se extraen conclusiones sobre cómo orientar el trabajo con respecto a las medidas propuestas con el fin de que se resuelva el problema real y se obtengan los beneficios deseados. Durante esta fase de pueden vislumbrar algunas posibles soluciones. La investigación y el diagnóstico de los hechos reciben a menudo escasa atención. Sin embargo, las decisiones sobre qué tipo de datos se han de buscar, qué datos se han de omitir, qué aspectos del problema conviene examinar a fondo y qué hechos se pueden dejar a un lado predeterminan la pertinencia y la calidad de las soluciones que se propondrán. La investigación tiene que ceñirse a límites razonables, determinados por el objetivo fundamental de la consultoría. Por otra parte, con el acopio de los datos el consultor ya está influyendo en el sistema del cliente, y los miembros de la organización tendrán que empezar ya a cambiar como resultado de la presencia del consultor en la organización. Fase 3. Plan de acción: Esta fase tiene por objeto hallar la solución del problema. Abarca el estudio de las diversas soluciones, la evaluación de las opciones, la elaboración de un plan para introducir los cambios y la presentación de propuestas al cliente para que éste adopte una decisión. El consultor puede optar entre una amplia gama de técnicas, en particular si la participación del cliente en esta fase es activa. La planificación de la acción requiere imaginación y creatividad, así como un enfoque riguroso y sistemático para determinar y estudiar las opciones posibles, eliminar propuestas que podrían conducir a cambios de escasa importancia e innecesarios y decidir qué solución se ha de adoptar. Un aspecto importante del plan de acción consiste en elaborar una estrategia y tácticas para la introducción de los cambios, en particular para abordar los problemas humanos que se pueden prever, superar cualquier resistencia al cambio y captar apoyos para efectuarlo. Cuarta fase. Puesta en práctica: Esta fase de la consultoría, constituye una prueba definitiva con respecto a la pertinencia y viabilidad de las propuestas elaboradas por el consultor en colaboración con su cliente. Los cambios propuestos comienzan a convertirse en una realidad. Empiezan a suceder cosas, que se han planificado o que escapan a la planificación. Quizá sea necesario corregir el diseño original y el plan de acción. Pueden surgir nuevos problemas y obstáculos imprevistos y se puede poner de manifiesto el carácter erróneo de ciertas suposiciones o errores de planificación. La resistencia al cambio puede ser muy distinta de la que se preveía en la fase de diagnóstico y planificación. Como es imposible prever con exactitud todas las relaciones, acontecimientos o actitudes, y la realidad de la puesta en práctica difiere a menudo del plan, la vigilancia y administración de la aplicación son muy importantes. Esto explica también por qué prefieren los consultores profesionales participar en la puesta en práctica de los cambios que han contribuido a identificar y planificar. Sobre esta cuestión existen numerosas interpretaciones y concepciones erróneas. Muchos contratos de consultoría terminan cuando se transmite un informe que contiene propuestas de acción, es decir antes de que comience la puesta en práctica. Probablemente sólo de un 30 a un 50 % de las consultorías incluyen la aplicación de las medidas. Si el cliente es plenamente capaz de hacerse cargo de modo directo de cualquier fase del proceso de cambio y desea hacerlo, no hay motivo alguno para que deba recurrir aun consultor. El consultor puede terminar su cometido una vez acabada la fase de diagnóstico. Lamentablemente, la decisión de poner fin a la consultoría después de la fase de planificación de la acción o de diagnóstico a menudo no refleja la evaluación del cliente de su propia capacidad y su determinación a aplicar las propuestas sin más ayuda del consultor. Más bien, refleja una concepción extendida de la consultoría según la cual los consultores sólo tienen que conseguir que sus clientes acepten sus informes y propuestas. Algunos clientes toman esta decisión porque en realidad no entienden que incluso un informe de consultoría muy fundamentado no aporta una garantía total de que el nuevo plan vaya realmente a funcionar y que se alcancen los resultados prometidos. Otros cuentes se sentirán satisfechos con esa solución porque en verdad lo que querían era un informe, no un cambio. Quinta fase. Terminación: La última fase en el proceso de consultoría incluye varias actividades. El desempeño del consultor durante su cometido, el enfoque adoptado, los cambios introducidos y los resultados logrados tendrán que ser evaluados por el cliente y por la organización de consultoría. Se presentan y examinan los informes finales. Se establecen los compromisos mutuos. Si existe interés en continuar la relación de colaboración, se puede negociar un acuerdo sobre el seguimiento y los contactos futuros. Una vez completadas estas actividades, la tarea o el proyecto de consultoría queda terminado de común acuerdo y el consultor se retira de la organización del cliente. Fuente: La consultoría de empresas. Milan Kubr |
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