Esta técnica es bien conocida. G. T. Doran en su artículo de 1981 en Management Review, propuso la técnica SMART como una ayuda eficaz para la elaboración, proceso y fijación de objetivos.
El significado de la palabra SMART, es “inteligente” y el desglose de la palabra en siglas corresponde a las iniciales de los siguientes criterios: Un acrónimo para las características de objetivos delegados bien definidos. Las letras significan:
MARTE (castellano): Medible, Alcanzable, Realista, Temporal y Específico. ¿Cómo serán los objetivos que nos fijemos? Deberán ser: Medibles: los objetivos tienen que poder medirse para poder evaluar su consecución y analizar desviaciones. Si no podemos medir algo, no podemos saber si estamos teniendo un buen rendimiento o si nos hemos alejado del camino correcto. Además de ser específicos, tenemos que poder cuantificar los datos o indicar dónde estamos progresando hacia el objetivo deseado. Si se establecen criterios y objetivos medibles, todas las partes involucradas pueden evaluar su rendimiento y determinar si se encuentran en el camino correcto. A la hora de crear un objetivo SMART, intente responder preguntas como las siguientes:
Alcanzables: para evitar la frustración que supondría el no alcanzarlos nunca. Es importante considerar el objetivo final y planear metas que resulten realistas de acuerdo con nuestras capacidades. Por otro lado, no hay que dejarse llevar y establecer metas inalcanzables o disparatadas como motivación, ya que estaríamos persiguiendo un objetivo que está fuera de nuestro alcance. Es importante que tanto usted como todas las partes interesadas se sientan motivados por la satisfacción de los logros y el progreso real. A la hora de establecer objetivos, es necesario ser ambicioso y buscar el éxito, pero también conocer los límites internos y externos. Los logros deben ser sostenibles. A la hora de crear un objetivo SMART, intente responder preguntas como las siguientes:
Realistas: el objetivo debe ser motivador, orientado a resultados concretos, tiene que ser un reto que obligue a luchar por él cada día. Como sucede con los criterios que constituyen la característica alcanzable, los objetivos también tienen que ser realistas y relevantes. Establecer objetivos que estén fuera del alcance del equipo no hará que sus miembros se esfuercen más para lograrlos. Al mismo tiempo, fijar objetivos demasiado fáciles de alcanzar no mejorará el rendimiento del equipo. También es importante asegurarse de que los objetivos sean relevantes para alcanzar las metas y los objetivos de negocios a largo plazo. Los KPI deben medir los objetivos de negocios mediante estrategias a corto y a largo plazo. Además, una buena práctica es ajustar los criterios con el paso del tiempo. Los indicadores que son efectivos ahora tal vez no lo sean más adelante. Por eso, es importante poder identificar cuándo un negocio necesita cambiar. Tenga siempre presentes los objetivos a largo plazo, pero no tema ajustar las tácticas a corto plazo que sirven para lograrlos. A la hora de crear un objetivo SMART, intente responder preguntas como las siguientes:
Temporal: importante establecer horizontes temporales concretos para no quedarnos atrapados en objetivos que nunca se alcancen o que nunca lleguen a su fin. Es sumamente importante establecer un marco temporal. Un objetivo oportuno puede tener un punto de inicio y un fin, o bien un conjunto de hitos o parámetros temporales. Se puede establecer un plazo para la consecución de ciertos logros a fin de seguir por el camino correcto. También es posible llevar un seguimiento de las métricas en un período determinado, por ejemplo diario, mensual o trimestral. En cualquier caso, planee con anticipación para asegurarse de que los KPI puedan medirse con el paso del tiempo y así garantizar el logro oportuno de los objetivos. A la hora de crear un objetivo SMART, intente responder preguntas como las siguientes:
Específico: deben ser claros y concretos: ¿Qué?, ¿Dónde?, ¿Cuándo?, ¿Cómo?, además si nos planteamos estas preguntas a la hora de definir los objetivos nos será más fácil concretar la M (medibles). El primer paso para alcanzar los objetivos y cumplir las expectativas es tener en claro cuáles son. Cuando los objetivos son demasiado amplios o vagos, se pierden de vista con facilidad. Si la definición es demasiado abarcadora, se vuelven más difíciles de medir y, por ende, de alcanzar. La imprecisión da lugar a errores y malos entendidos. Sería como escalar una montaña sin conocer la longitud del camino, la cantidad de tiempo que debería llevar, las condiciones ambientales o incluso qué ropa es la adecuada para hacerlo. Cuando los objetivos son específicos, se puede ver el camino de inicio a fin. Los KPI específicos complementan la definición del camino con referencias. De ese modo, se garantiza que todos sepan exactamente dónde se encuentran. A la hora de crear un objetivo SMART, intente responder preguntas como las siguientes:
Prácticas recomendadas: Cómo escribir los propios objetivos SMART Cuando reunimos los cinco criterios SMART, obtenemos objetivos convincentes y directos. Pero aún hay más. Ahora que cuenta con una definición concreta de SMART, veremos algunas prácticas recomendadas para tener en cuenta a la hora de establecer sus propios objetivos.
1 Comentario
Alejandro Zagal
29/1/2023 10:18:45
Para mí, "relevante" no es lo mismo que "realista". "Realista" tiene que ver más con "Attainable". "Relevante" queda bien explicado - a mi juicio- en la infografía inicial, pero luego se desvirtúa en la explicación que viene a continuación. Con todo respeto...
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