La digitalización ha traído consigo nuevas formas diferentes de hacer negocio gracias al poder de Internet. La flexibilidad y escalabilidad de este tipo de proyectos, junto al hecho de que se pueden gestionar desde cualquier punto del planeta y conectan con audiencias globales, han convertido a los negocios digitales en un modelo en auge. Para que te hagas una idea, las transacciones de comercio electrónico en España superaron los 84.000 millones de euros en España durante 2023. Y se estima que el valor global de las transacciones de ecommerce en Europa alcance los 750.000 millones de dólares en 2027. Este panorama plantea una pregunta clave para quienes desean emprender: ¿qué modelo de negocio digital tiene más probabilidades de éxito? Desde el marketing de afiliados hasta el ecommerce, pasando por las suscripciones y el dropshipping, en este artículo exploramos los modelos impulsados por la tecnología que están marcando tendencia y cómo aprovecharlos para triunfar en el ecosistema digital. ¿Qué son los modelos de negocio digitales? Antes de entrar en materia, ¿Qué se entiende exactamente por modelos de negocio digitales? Este tipo de modelo describe cómo una empresa crea, entrega y captura valor en el entorno online. Los modelos de negocio digitales aprovechan las plataformas online y las nuevas tecnologías (como inteligencia artificial, big data, blockchain o almacenamiento en la nube, entre otros) para llegar a los clientes, ofrecer productos o servicios y generar ingresos. Entre los principales rasgos de los modelos de negocio digitales destacan la capacidad de personalización gracias a la recopilación de datos y la analítica web. De esta forma, las empresas pueden conocer mejor a su audiencia y lanzar ofertas segmentadas de acuerdo a las necesidades de sus clientes, mejorando la satisfacción del cliente y la fidelización. Otra capacidad de los modelos de negocio digitales es que son escalables, es decir, que se pueden expandir rápidamente y llegar a un público global con bajos costes empresariales marginales, dado que no requieren grandes inversiones en infraestructuras físicas. Las empresas unicornio son un ejemplo claro de cómo este modelo digital permite alcanzar valoraciones de más de mil millones de dólares con una infraestructura mínima física Una vez desarrollada la infraestructura digital, el coste de producir o distribuir una unidad adicional de un producto o servicio online es relativamente bajo. Esto facilita el crecimiento rápido y la expansión del negocio. La automatización de tareas repetitivas y procesos complejos (como la gestión de pedidos, las acciones de marketing o la atención al cliente), la disponibilidad 24/7 y la oportunidad de establecer una comunicación bidireccional en la que los clientes pueden interactuar con la marca son otros de los atributos que caracterizan los modelos de negocio digitales. Estos rasgos hacen que las empresas que operan online resulten dinámicas, rentables y con gran potencial de crecimiento. Ahora bien, para que el proyecto tenga éxito hace falta algo más que tecnología. Es importante tener una estrategia de negocio sólida, una propuesta de valor clara y una experiencia de usuario adecuada. ¿Qué modelos de negocio digitales tienen más éxito? Con el concepto de modelo de negocio digital claro, vamos a ahondar en 8 propuestas diferentes. Así es como miles de empresas ya están generando dinero a través de Internet. 1. Modelo con publicidad Estamos ante uno de los modelos de negocio digitales más populares. De hecho, es probable que tú seas cliente de este tipo de modelos. ¿Utilizas Facebook o Google? Si es así, seguro que más de una vez has hecho clic en algunos de sus anuncios mientras cotilleas las redes sociales, utilizas el motor de búsquedas o navegas en una web y visualizas una publicidad a través de la red Display. Este tipo de plataformas se fundamentan en modelos de negocio “gratuitos” basados en publicidad. Consiste en ofrecer un servicio de forma gratuita para convertir al usuario en el producto que vende esa empresa. Es el caso de Google (incluido YouTube) o Meta (la compañía propiedad de Mark Zuckerberg detrás de Facebook, Instagram, WhatsApp o Messenger). Cada persona que hace uso de sus servicios proporciona información de valor sobre sí misma. Con estos datos, el negocio genera ingresos ofreciendo espacios publicitarios a empresas o marcas interesadas en llegar a un perfil específico de comprador. Para dar resultados, este modelo de negocio digital requiere una audiencia muy amplia y bien definida, además de una plataforma con contenido atractivo que atraiga y retenga al público. 2. Comercio electrónico Vender y comprar a través de Internet servicios o productos, ya sean físicos o digitales (por ejemplo, ebooks, software, música, cursos online). En esto se resume el modelo de negocio de comercio electrónico, también llamado ecommerce, que puede adoptar diferentes formas según el tipo de transacción: B2C (Business to Consumer): Empresas que venden directamente a los consumidores finales. Es el modelo más común como una tienda online de una marca de ropa, por ejemplo. B2B (Business to Business): La empresa vende a otras empresas como puede ser un proveedor de materias primas que vende a fabricantes. Un ejemplo es Alibaba, donde los proveedores mayoristas conectan con otros negocios. C2C (Consumer to Consumer): Los consumidores venden a otros consumidores. Algunos ejemplos son plataformas como Etsy, Vinted o Wallapop. C2B (Consumer to Business): Los consumidores ofrecen servicios o productos a empresas como un fotógrafo autónomo que vende sus fotos a un banco de imágenes. En esta tipología se engloban plataformas de freelance tipo Upwork o Fiverr. Como puedes imaginar, la plataforma online es la base del proyecto. Puede ser una tienda online propia (desarrollada en plataformas como Shopify, WooCommerce o Prestashop, entre otras), un marketplace (como Amazon, eBay, Etsy) o una combinación de ambos. Al operar en el entorno digital, las empresas encuentran claras ventajas como una mayor variedad de productos en oferta, un alcance geográfico más amplio y comodidad para el cliente. No obstante, este modelo también plantea ciertos obstáculos como la gran competencia que existe en el entorno digital, la falta de seguridad y confianza por parte de los usuarios en las transacciones online, la logística, las devoluciones y, por supuesto, la falta de contacto físico con el producto por parte del consumidor. 3. Marketplace Un marketplace es un modelo de negocio digital en el que una plataforma conecta a vendedores con compradores. Es, por tanto, un intermediario en las transacciones que, en vez de vender productos o servicios propios, ofrece el espacio, las herramientas y la visibilidad necesarios para que otros hagan negocio. Para ello, reúne a múltiples vendedores y compradores en un único lugar virtual. Los vendedores crean sus perfiles para listar sus productos o servicios, mientras que los usuarios buscan y compran lo que desean. El marketplace actúa como mediador para procesar los pagos y cobra a los vendedores una tarifa por cada transacción o una suscripción mensual por utilizar el servicio. El claro ejemplo de este modelo es Amazon, un peso pesado en el panorama digital mundial. Otras compañías que también se consideran marketplaces son Manomano, eBay, Vinted, Habitissimo, Airbnb o Uber (que busca conectar conductores con pasajeros mediante una plataforma digital). 4. Dropshipping Vender productos a través de Internet sin necesidad de almacenar stock ni gestionar el envío era una quimera hasta la aparición del dropshipping, un mercado que se espera alcance los 931,9 mil millones de euros para 2030. El funcionamiento de este modelo de negocio es sencillo: en lugar de comprar productos por adelantado y almacenarlos, el vendedor o dropshipper actúa como intermediario entre el proveedor y el cliente final. Para ello, el dropshipper se ha tenido que ocupar previamente de dar a conocer la tienda, atraer tráfico web y realizar ventas a través de tácticas de marketing digital (social ads, SEO o campañas de email marketing, entre otras). En el momento en el que un comprador hace un pedido, el dropshipper transfiere el pedido al mayorista, quien se encarga de hacer llegar el producto al cliente final. La ganancia que se queda el vendedor es la diferencia entre el precio que el cliente pagó en la tienda y el precio que pagó al proveedor por el producto. Al poder prescindir de comprar inventario, alquilar almacenes o estar presente físicamente para gestionar el stock, los costes iniciales del dropshipping son mucho más reducidos en comparación con otros modelos de comercio electrónico y es posible desarrollarlo desde cualquier lugar con acceso a Internet. 5. Marketing de afiliados Promocionar productos o servicios de una empresa a cambio de una comisión por cada venta, clic o acción generada es la esencia del marketing de afiliados, un modelo de negocio digital basado en el rendimiento: la empresa solo paga por resultados concretos. ¿Te suena la figura de los influencers? Pues la mayoría utilizan este sistema para generar ganancias. Para ello, los afiliados se registran en programas de empresas como Amazon Affiliate, Awin, Hotmart o ShareASale y reciben un enlace único para cada producto o servicio que patrocina. A través de diferentes piezas de contenido que crea para blogs, redes sociales, videos o newsletters, el afiliado dirige tráfico a la web del anunciante utilizando su enlace único. Cuando un usuario realiza una acción específica a través del enlace (como una compra o registro), el afiliado recibe una comisión. Para poner en marcha este modelo de negocio digital, los afiliados no necesitan desarrollar productos, gestionar inventarios ni ocuparse de la logística. Esta es una de sus mayores ventajas, además de que esta estrategia de marketing resulta muy efectiva para las marcas. Según datos de AWIN, el marketing de afiliación ya genera más del 16% de las ventas online, situándose a la par que otras estrategias como el email marketing. 6. Suscripciones y membresías Todos conocemos Netflix, ¿cierto? Es uno de los modelos de negocio de suscripción más conocidos del planeta. Como ya sabes, reside en ofrecer acceso a productos, servicios o contenido exclusivo a cambio de un pago periódico. Gracias a este modelo de negocio, las compañías generan un ingreso continuado y, al mismo tiempo, nutren una relación constante con sus clientes. Con este contacto continuo, las empresas pueden entregar diferentes productos y servicios adaptados a los requisitos cambiantes de sus clientes. Compañías como la ya citada Netflix o Amazon Prime han transformado este modelo en un estándar en sus respectivas industrias. Su éxito ha impulsado su adopción en sectores tan variados como la educación (Udemy, Domestika, Coursera…), productos físicos (Birchbox, HelloFresh, DisfrutaBox…), entretenimiento (Xbox Game Pass, PlayStation Plus…), deporte (Gymvirtual, Budyfit…), creadores (Patreon, OnlyFans…) y software. Es el caso de las herramientas SaaS (software as a service) que proporcionan soluciones tecnológicas basadas en la nube con suscripciones recurrentes como son Dropbox, Zoom, Salesforce o Microsoft 365. 7. Creación y venta de infoproductos Un infoproducto es un producto digital que transmite información de valor sobre un tema específico. Puede adoptar diversas formas, como cursos online, ebooks, webinars, plantilla, aplicaciones, comunidades online o podcasts, entre otros. Al contrario que un producto físico, los infoproductos no requieren grandes inversiones en inventario o logística. Además, los costes de producción son relativamente bajos y se pueden escalar de forma ilimitada. Estos factores, unido al creciente interés por la formación online, lo han convertido en un modelo de negocio muy lucrativo durante los últimos años. Sin embargo, debido al éxito de este modelo de negocio digital para generar ingresos pasivos, son muchos quienes se han sumado al carro de los infoproductores. Esto ha multiplicado la competencia y complica el hecho de sobresalir en el mercado. Las claves para triunfar se basan en encontrar un nicho de mercado con demanda y poca competencia, además de crear un contenido de alta calidad que resulte útil y relevante para el público. 8. Modelos freemium Cerramos este listado con otro de los modelos de negocio digital de mayor tirón en los últimos años de los que seguro que también eres usuario. Hablamos de la estrategia freemium, que combina dos niveles de servicio: Gratuito (free) con funcionalidades básicas. De pago (premium), que ofrece características avanzadas, herramientas adicionales o una experiencia sin limitaciones (publicidad, soporte limitado, marca de agua…). El principal objetivo de este tipo de proyectos es atraer una cantidad masiva de usuarios con la oferta gratuita para, posteriormente, convertir al mayor porcentaje de ellos en clientes de pago. Es un modelo habitual en apps móviles, software o plataformas digitales. Aquí se enmarcan compañías como Spotify, Google Drive, Canva, Evernote, Trello, LinkedIn o Grammarly. También es un modelo al que recurren los desarrolladores de videojuegos que utilizan la versión gratuita para enganchar a los jugadores y, más tarde, los tientan a suscribirse y comprar funcionalidades o beneficios como sucede con las archiconocidas plataformas Minecraft o Fortnite. Como has podido comprobar a lo largo del artículo, estos modelos de negocios digitales demuestran que emprender en Internet es una opción más accesible que nunca. ¿Quieres saber más sobre negocios digitales? Visita: Tips. The Digital Wealth Academy (DWA)
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