El ser humano es comunicativo por naturaleza.
Desde nuestros comienzos como especie, la comunicación nos permitió adaptarnos y subsistir. Además, es la comunicación la encargada de preservar el conocimiento de nuestros ancestros. Pero… ¿Qué son las habilidades sociales? Son las habilidades para comunicarse e interactuar con los demás, de forma proactiva y colaboradora. Y se pueden manifestar de forma verbal o no verbal. Ventajas de las habilidades sociales
Antes de ver cómo mejorar las habilidades sociales, primero conozcamos cuáles son las más importantes. No seas pasivo ni agresivo Existen dos extremos, uno donde tú no tienes derecho a opinión y dejas que los demás lleven tu vida “la pasividad”, y otro donde tu opinión es lo único que importa y pasas por encima de los demás “la agresividad”. Justo en medio esta “la asertividad”. Es la cualidad de comunicar y defender tus opiniones y derechos respetando a los demás. Si trabajamos en la asertividad, nos proyectamos más inteligentes frente a los demás. Y desde ahí construir mejores relaciones. Contagia positivismo. Nadie quiere rodearse de personas que para todo tienen un “pero”, o que no dan solución a nada sino por el contrario traen más problemas. Para mejorar tus relaciones, debes tener una mentalidad positiva. Recuerda que las personas tóxicas son increíblemente pesimistas y es por eso que debemos aprender a identificarlas y tratar con ellas. Mantener el contacto visual. Una forma de mostrar respeto cuando una persona te está hablando es mirándola a los ojos. Estás demostrando que te importa lo que te dicen. Se pierde completamente la importancia del mensaje si la persona que esta “escuchando” se distrae viendo para otro lugar o viendo el teléfono. Eso lo único que quiere decir, es que es más importante lo que está viendo que lo que están escuchando. Demuéstrale respeto a los demás mirándolos a los ojos. No solo por ser educado, también porque te verás cómo una persona con la que vale la pena hablar. Presta atención a tu lenguaje corporal. Esta es una de las habilidades más importantes y más difíciles de dominar. El cuerpo habla por sí solo. Una buena postura te hará ver como una persona confiada de sí mismo. Identifica los canales de comunicación adecuados. Es algo totalmente incómodo discutir con alguien por whatsapp. Los mensajes se malinterpretan y como se está escribiendo al mismo tiempo se pierden los tiempos de la conversación. O enviar solicitar un aumento de salario por correo electrónico. No tendría el peso suficiente para conseguir el objetivo. Por eso es importante que según lo que quieras hacer, selecciones el canal de comunicación ideal. Aprende a escuchar. Entender el papel que desarrollas en la conversación es muy importante cuando escuchas a alguien. ¿La otra persona necesita un consejo? ¿Desahogarse? ¿O debería juzgarla y hacerla entrar en razón? Hay que saber para que estas ahí. Otra parte de aprender a escuchar correctamente, es ser receptivo con las críticas, mas no defensivo. Sin importar lo bien que hagas las cosas, para alguien no estarán del todo bien. Así que debes estar abierto a escuchar críticas. No tomes las cosas personales, solo analiza la crítica y reflexiona sobre su veracidad. Recuerda que escuchando es como más aprendemos. Sé flexible al momento de cooperar. Con nuestra familia o colegas, hay momentos en los que toca decidir cómo hacer las cosas. Y si no tenemos la inteligencia emocional suficiente, se puede convertir en un caos. Las personas que escuchan las opiniones de los demás y tienen la capacidad dirigir, son líderes. Y como líderes, tienen mejores relaciones con los demás. Déjate enseñar. La humildad es una de las características que más se valoran de las personas. Así que ten la mente abierta y acepta que hay personas que saben más que tú. Respeta las opiniones de los demás. Hay muchos casos donde es imposible llegar a una conclusión, como la política o la religión. Cada quien tiene un punto de vista diferente. Sin embargo, sus opiniones nacen de lugares en los que no hemos estado y es importante reconocer sus perspectivas y experiencias diferentes a la nuestra. Puedes no estar de acuerdo en ocasiones, pero aprendes mucho si respetas la opinión de los demás y te tomas el tiempo de analizarlas. Trabaja en tu comunicación escrita. Para muchas personas la ortografía es innecesaria. Pero ¿cuántas veces no debes enviar un documento importante? Si quieres proyectar una buena imagen y que tu mensaje llegue correctamente, ¡debes escribir correctamente! Una estrategia sencilla para mejorar tu comunicación escrita, es leer. Aprenderás léxico, uso de signos de puntuación, redacción y ortografía en general. Estrategias para mejorar las habilidades sociales Hay personas que nacen con estas habilidades sociales, pero siempre es importante recordar que podemos aprenderlas y trabajarlas. Empieza de a pocos. Si eres un poco tímido, es importante que empieces de a pocos a mejorar tus habilidades de comunicación. Busca espacios donde te sientas seguro y entabla conversaciones sencillas con pocas personas. Haz preguntas abiertas. En la medida que hagas preguntas abiertas (ejemplo, que opines de…. Que piensas acerca de…), la conversación va a fluir mucho más. De lo contrario, si haces preguntas cerradas, cada respuesta matará la conversación y no podrás mejorar tus habilidades sociales. Haz que los demás hablen de ellos mismos. Esta es una estrategia muy sencilla pero poderosa. A todos nos gusta hablar de nosotros mismos y nuestros logros, así que puedes aprovecharte de eso para mejorar tus habilidades. Además, haciéndolo puedes aprender a interpretar a las personas. Presta atención a tu lenguaje corporal Ten en cuenta que el cuerpo dice más que la boca. Una buena postura, higiene, y buena vestimenta hablan mucho de ti. Los beneficios de las habilidades sociales te abrirán muchas puertas. Puedes ponerlas en práctica y mejorarlas cada día.
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La cultura profesional es la compartida por individuos que pertenecen a la misma profesión, por ejemplo, abogados, médicos, ingenieros civiles o contables. Guarda mucha relación con las tareas que corresponden al empleo y el papel desempeñado en la sociedad por los miembros de la profesión. Está influída por la instrucción y la capacitación profesionales y tiende a presentar características comunes a través de las fronteras entre organizaciones y nacionales.
Uno de los objetivos de las asociaciones y sociedades profesionales consiste en preservar y en promover la cultura profesional. Los valores éticos fomentados por las asociaciones profesionales suelen pasar a ser parte de esta cultura. La comprensión de una cultura profesional puede ayudar a un consultor de empresas a establecer relaciones constructivas con los clientes y otros profesionales de países extranjeros. Conviene estar informado de los antecedentes de los directores y del personal de una organización cliente y saber, por ejemplo, en qué universidades se han graduado. Algunos miembros de una organización cliente (v. gr. contables, consultores internos, directores de formación) pueden compartir valores profesionales comunes con el consultor: esto puede resultar particularmente útil para entender los problemas de la cultura local. Cultura de las organizaciones Las organizaciones tienden también a tener su cultura propia: una mezcla peculiar de valores, actitudes, normas, costumbres, tradiciones, comportamientos y rituales que, en su totalidad, son específicos de la organización de que se trate. Algunas organizaciones están conscientes de su cultura y la consideran como un poderoso instrumento estratégico, que utilizan para orientar a todas sus dependencias y miembros hacia objetivos comunes, movilizar la iniciativa de los empleados, asegurarse de su lealtad y facilitar la comunicación. Tienden a crear una cultura propia y a asegurarse de que todos los empleados la comprenden y se adhieren a ella Las culturas de las organizaciones, o microculturas, reflejan primeramente las culturas nacionales de todas, pero incluyen también otros valores y normas. Investigaciones recientes han aportado ciertos conocimientos acerca de las culturas internas de empresas destacadas de diversos países. Han mostrado que muchas compañías que han obtenido resultados destacados a lo largo del tiempo muestran una fuerte cultura corporativa. Muchas empresas multinacionales poseen ciertas características culturales en todo el mundo y la cultura de la empresa matriz está considerablemente relacionada con las normas y el comportamiento culturales de las filiales en otros países. La personalidad marcada de los fundadores y de ciertos altos dirigentes influye asimismo en la cultura de la organización incluso en empresas muy importantes y complejas. Esto da origen a una interesante mezcla de culturas en el caso de las filiales extranjeras, en las que la influencia de la cultura nacional se combina con la de la empresa matriz. Las dimensiones ocultas de la cultura de una organización suelen salir a la superficie durante las fusiones y absorciones de empresas, que en muchos casos no producen los resultados esperados principalmente debido a que la dirección no es capaz de armonizar las diferentes culturas. Las culturas de muchas organizaciones establecen un vocabulario especializado y un amplio conjunto de símbolos y rituales que los miembros del personal tienen que utilizar y respetar si no quieren que sus colegas los consideren como intrusos. Un consultor de empresas tiene que conocer la cultura de la organización lo antes posible en su cometido si no desea que se le considere un extraño que no sabe cómo se hacen normalmente las cosas en la organización cliente y cuya presencia, por tanto, irritaría. No obstante, existe otro motivo mucho más importante para ello: la cultura de la organización cliente puede ser una de las causas, o la causa principal, de los problemas de que se ha de ocupar el consultor. Incluso si los cambios en la cultura de la organización no figuran explícitamente entre los objetivos de su tarea, el consultor podrá tener que ocuparse de ellos y recomendar qué es preciso modificar en su opinión. Modificar la cultura de la organización puede resultar difícil y penoso, en especial si es necesario cambiar los valores de los fundadores y directivos y los hábitos y prácticas que han pasado a ser colectivos y se han asentado ampliamente. Puede que sea necesario modificar los estilos de dirección y gestión y reeducar al cliente. No obstante, se ha señalado que <das culturas de las organizaciones residen en un nivel más superficial de programación que lo aprendido anteriormente en la familia y en la escuela» La modificación de la cultura y de la organización es una tarea de la alta dirección, pero la función catalizadora del consultor puede ser esencial Fuente: La consultoría de empresas. Milan Kubr |
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